Unión Europea
Merkel irrumpe en la campaña ucraniana al recibir a Poroshenko
La violencia persiste cinco años después de la sublevación prorrusa en Donbas.
La violencia persiste cinco años después de la sublevación prorrusa en Donbas.
Ucrania irá el domingo de Pascua a su segunda vuelta electoral. Será entonces cuando sus ciudadanos decidan si Petro Poroshenko mantiene la presidencia del país o, en caso contrario, toma el relevo su contrincante, el comediante Vladímir Zelenski. No obstante, ayer, nueve días antes de la cita electoral, y justo cuando se cumplían los cinco años de la sublevación prorrusa en la región de Donbas, Angela Merkel recibió en Berlín al actual presidente ucraniano. Un encuentro que fue utilizado por los críticos para acusar a la canciller de interferir en unas elecciones al no otorgar la misma posibilidad a Zelensky y recibir a solo un candidato que, según los sondeos, encara con desventaja la segunda vuelta de los comicios. En la rueda de prensa posterior a su encuentro en la cancillería, la canciller se vio obligada a salir al paso. «Decidí invitar al presidente porque estamos en contacto permanente incluso en tiempos de elecciones», respondió al ser cuestionada por no recibir a Zelensky.
En su decimosexta reunión con el presidente ucraniano, Merkel aprovechó para seguir defendiendo la integridad territorial y la soberanía de Ucrania independientemente de quién gane las elecciones del próximo 21 de abril. «Independientemente de lo que suceda en las elecciones, seguiremos apoyando un desarrollo positivo para Ucrania», aseguró la canciller, quien recalcó que Alemania está «firmemente del lado de Ucrania». Además, agregó que el llamado «formato Normandía», por el que Kiev y Moscú dialogan sobre el conflicto en el este de Ucrania gracias a la mediación de Berlín y París, seguirá siendo válido tras las elecciones. La canciller lamentó los escasos avances que se han logrado con el Acuerdo de Minsk, que pretendía atajar el conflicto en el este de Ucrania entre los separatistas prorrusos y el Gobierno de Kiev, y que aún no se haya logrado «una tregua estable». De hecho, el intercambio de disparos y las escaramuzas entre las dos partes se suceden a diario cinco años después del estallido de la crisis, en la que Putin además ha consolidado la anexión de Crimea sin apenas oposición de la comunidad internacional.
Poroshenko, por su parte, calificó su candidatura de «real», frente a la «virtual» de Zelenski, y se mostró dispuesto a convocar una nueva reunión del «formato Normandía» tras las elecciones, siempre y cuando Rusia libere antes a los 24 marineros ucranianos que detuvo en el estrecho de Kerch. El incidente que Merkel tachó de «vergonzoso».
Por otro lado, y referente al Nord Stream-2, el proyecto que promueven Moscú y Berlín para construir la segunda rama de un gasoducto entre los dos países, Poroshenko aseguró que «no hemos parado nuestra lucha para frenar su construcción y como prueba hemos invitado a compañías alemanas a participar en la gestión del transporte de gas de Ucrania». Merkel expresó su esperanza de que la asociación entre Alemania y Ucrania resista las diferencias en este tema.
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