Guerra en Siria

La Casa Blanca arranca a Erdogan un frágil alto el fuego en Siria

La noticia la dio la delegación estadounidense enviada a negociar con el presidente Erdogán

Pence y Erdogan en el Palacio de Ankara
Pence y Erdogan en el Palacio de Ankaralarazon

Las noticia la dio la delegación estadounidense enviada a negociar con el presidente Erdogan, encabezada por el vicepresidente, Mike Pence, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el consejero de Seguridad Nacional, Robert O’Brien. Su principal objetivo era arrancar de Turquía un cese temporal de las hostilidades. Que las unidades turcas se abstengan de seguir avanzando y, de paso, que los kurdos no sean masacrados. Horas antes, en declaraciones a Fox el secretario de Estado se había mostrado optimista.

El Ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavuşoğlu, ha dicho que "EEUU y Turquía han acordado que Ankara sea el principal encargado de controlar la zona segura de Siria". Por otro lado, ha advertido de que "esto no es un alto al fuego, es un descanso de cinco días en las acciones militares". Este periodo de 120 horas permitirá a las milicias kurdas retirarse de una zona segura que Ankara había tratado de capturar. Además ha revelado que no ha otorgado a EEUU ninguna garantía acerca del territorio sirio de Kobani. Mike Pence ha dicho que retirarán las sanciones económicas a Turquía una vez se haya llevado a cabo el alto el fuego.

Todo esto sucedía mientras la prensa de EEUU revelaba que Erdogan había tirado a la basura la carta que le envió Donald Trump el pasado 9 de octubre. En la misiva le advertía de que EEUU estaba dispuesto a destruir la economía turca si el país no resolvía la crisis del norte de Siria de forma humanitaria. «Se un tipo duro, no seas tonto», escribió Trump. «No quieres ser responsable de la matanza de miles de personas, y yo no quiero ser responsable de la destrucción de la economía turca, y lo seré». Palabras gruesas que en principio chocaban con la decisión de Erdogan dispuesto a erradicar para siempre la molesta resistencia kurda y, de paso, resituar a varios cientos de miles de refugiados. «La historia te juzgará de forma favorable si resuelves esto de forma correcta y humanitaria», le había dicho Trump, «y te juzgará como un malvado si no pasan cosas buenas». El Ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavuşoğlu, ha comentado que la visita de Erdogan a Washington sigue en pie.

La noticia del alto el fuego llega después de varios días aciagos para la Casa Blanca, duramente criticada por analistas como el general retirado Jack Keane, colaborador habitual de Fox-News, que había comentó en el programa America’s Newsroom, de Bill Hemmer, que en «En este momento hay 18.000 combatientes de Estado Islámico operando entre Irak y Siria. Según el embajador Jeffrey, enviado personal del presidente Trump, hay 10.000 combatientes más en 20 centros de detención custodiados por los kurdos. Esa es una fuerza significativa si se junta: 28.000. Bastante cerca de los números cuando comenzamos con el EU en 2014 (...) Cuando Erdogan mira al otro lado de la frontera, no ve a los kurdos sirios, YPG, ve al PKK, relacionado con la insurgencia del PKK turco, y están mejor armados y son mejores combatientes. Lo apoyan políticamente, pero no han estado involucrados militarmente porque han estado detrás de EI durante todo este tiempo». Con la posible destrucción de las fuerzas kurdas EEUU EEUU arriesga «no sólo el regreso de ISIS sino los iraníes tomarán los campos petroleros». Keane estaba convencido de que si la actual situación empeora podría «socavar de plano al presidente». Es posible. Aunque Trump no parece creerlo. Y tampoco la agencia Moody´s, que hizo público un estudio en el que concluye que Donald Trump tiene muchas opciones de repetir victoria en 2020. Su victoria, de hecho, sería bastante más holgada que en 2016. Esto se debe a que si bien sus números de aprobación son muchos más bajos que los de anteriores presidentes, quienes lo apoyan lo hacen sin reservas. Y no hay escándalo que parezca capaz de minarle. Ni la hecatombe de los kurdos en Siria ni el posterior alto el fuego ni el final de Rusiagate ni la apertura del posible impeachment.

Los votantes de Trump son rocosos y, según Moody´s, esto deja las elecciones en manos de un 5-10% de electores indecisos. Votantes que elige más por cuestiones de índole práctica, y la primera de ellas la economía. Dado que los números macroeconómicos van bien, sobre todo en Estados clave, como Michigan y Pensilvania, Moody´s ha concluido que los indecisos votarán a Trump. Pero por si acaso el día a día si influye el presidente ha escrito en Twitter para dar las gracias a Erdogan: «¡Se salvarán millones de vidas!».