Política

El Futuro de Venezuela

Nerviosismo en el Ejército venezolano por las deserciones de más militares

LA RAZÓN pudo confirmar la deserción de tres generales del Ejército y un almirante de la Armada venezolanas, quienes huyeron hacia Colombia.

Grupo de militares venezolanos, en una imagen de archivo / Efe
Grupo de militares venezolanos, en una imagen de archivo / Efelarazon

LA RAZÓN pudo confirmar la deserción de tres generales del Ejército y un almirante de la Armada venezolanas, quienes huyeron hacia Colombia.

Un constante goteo de militares y otros agentes de seguridad que han desertado de las filas que responden a Nicolás Maduro se ha iniciado en las fronteras para huir a otros países y declararse refugiados. Al mediodía de ayer, hora local de Caracas, casi 170 funcionarios se contaban entre los que reconocían ya al presidente Juan Guaidó como su nuevo comandante en jefe. En todos los casos, se trató de uniformados que cruzaron los pasos fronterizos, incluso por caminos rurales, para dejar atrás a sus compañeros y deponer las armas. LA RAZÓN pudo confirmar la deserción de tres generales del Ejército y un almirante de la Armada venezolanas, quienes huyeron hacia Colombia.

La situación no ha pasado por debajo de la mesa. Aunque el Alto Mando Militar no ha reaccionado oficialmente, ni tampoco el propio Maduro ha dicho algo al respecto, en los cuarteles se impone la persecución. Son los primeros de alto rango que protagonizaron la deserción. Ayer también seis guardias nacionales que iban a desertar por el puente Simón Bolívar hacia Colombia fueron detenidos en el lado venezolano.

Fuentes conocedores del problema aseguran a LA RAZÓN que las autoridades han cursado dos órdenes: la primera es dar permiso para disparar a quienes busquen desertar hacia otras naciones, bajo el argumento de que los uniformados estarían cometiendo traición a la patria y trabajando para el «enemigo», a pesar de que no se está en guerra. La segunda es una profundización de las investigaciones de los aparatos de contrainteligencia para detectar ya no el descontento dentro de las filas militares, sino acciones concretas en consecuencia.

Lo primero parece haberse concretado al sur de Venezuela. Desde el sábado, siete guardias nacionales han desertado hacia Brasil, el último lo hizo la mañana del lunes. Todos son sargentos. Uno de los grupos que se abrió paso por entre los matorrales registró en vídeo el proceso. El sargento Luis Eduardo González, integrante del destacamento 623 de la Guardia Nacional, afirma haber desertado «no por la institución sino por los jefes». En la misma grabación aparece el sargento Alexander Sanguino Escalante, del mismo cuerpo armado, que resultó herido por arma de fuego, ya que les dispararon cuando emprendieron la huida de Venezuela.

En esa misma región se ha producido una profunda represión a manos justamente de la Guardia Nacional, que ha dejado ya cuatro personas muertas y más de 50 heridos por balas, todos de la etnia indígena pemón. Según la ONG Foro Penal, otros ocho integrantes de esa comunidad al sur de Venezuela permanecen desaparecidos y, después de tantas horas así, incluso se comenzaba a dudar de que estuvieran con vida.

Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y asumido como encargado del país, ya ha calificado de «masacre» los ataques ocurridos en la zona fronteriza con Brasil. El mismo término usa ya el resto del Parlamento, además de los defensores de derechos humanos, como la histórica organización local Provea, todos muy críticos con la represión gubernamental.