Israel

Netanyahu afronta un triple juicio por corrupción que divide a la sociedad y marcará su futuro

Lanza un largo discurso contra los medios de comunicación israelíes, a los que acusa de "parciales, monodireccionales y poco profesionales"

Benjamin Netanyahu finalmente subió al estrado a comparecer en un juicio en el que se le acusa de varios cargos de corrupción, tras cinco años de gestación del caso legal que, por causas de seguridad, se celebró en un Tribunal de Distrito de Tel Aviv y no de Jerusalén. Es la primera vez en la historia de Israel que un primer ministro en funciones declara como acusado en un tribunal.

Desde bien temprano, detractores y partidarios de Netanyahu se concentraron fuera y dentro del tribunal enfrentándose verbalmente. Los juzgados estaban llenos de periodistas, algunos comentaban que era la primera vez que «Bibi» iba a responder preguntas sin que alguien de su oficina dijera a quien pregunta «¡basta!, no más preguntas».

En uno de los casos en su contra, relacionado con supuestos regalos ilícitos de puros y champán, Netanyahu negó vehementemente vivir una vida de lujo. «Trabajo las 24 horas del día», declaró. «De vez en cuando me fumo un puro. Por cierto, detesto el champán. Aquí no tenemos vida». El «premier» comenzó su testimonio diciendo: «He esperado ocho años este momento, para decir la verdad tal como la recuerdo, lo que es importante para la Justicia. No hay justicia sin verdad», comenzó diciendo en su testimonio de apertura. Y añadió: «Quiero testificar». Netanyahu dijo que está dirigiendo el país y que lidera al Ejército de Israel «en siete frentes, y aún creo que puedo hacerlo todo».

Las audiencias se llevan a cabo en una sala subterránea en el Tribunal del Distrito de Tel Aviv-Yafo porque el edificio del tribunal de distrito en Jerusalén no cuenta con medidas de seguridad adecuadas. Las sesiones fueron interrumpidas en varias ocasiones por personas del equipo de Netanyahu que le entregaban información sobre asuntos no relacionados con la audiencia, y en un caso, al primer ministro se le permitió abandonar la sala para abordar un tema urgente. Muchos ministros habían solicitado sin éxito al tribunal que pospusiera su testimonio, argumentando que la caída del régimen de Bacher al Asad en Siria había aumentado aún más las responsabilidades de un primer ministro que ya lidera a Israel en medio de una guerra multifrontal.

Durante las aproximadamente cinco horas de su testimonio, Netanyahu trató de desacreditar puntos clave del caso de la Fiscalía en su contra, particularmente en relación con el «caso 4.000», que es el más grave de los que enfrenta, en el que está acusado de soborno, fraude y abuso de confianza. Se le acusa de modificar decisiones regulatorias que beneficiaron financieramente al accionista mayoritario del gigante de telecomunicaciones israelí Bezeq, Shaul Elovitch. A cambio, Netanyahu supuestamente recibió cobertura mediática favorable del sitio de noticias Walla, también propiedad de Elovitch.

Netanyahu y su abogado intentaron retratar una relación en la que el primer ministro y Elovitch no estaban estrechamente vinculados y donde la cobertura de Walla no cambió a ser más favorable. Netanyahu insistió que no había nada ilegítimo o ilegal en que miembros del Likud solicitaran cambios en la cobertura de Walla o pidieran la publicación de artículos específicos. Señaló que tales interacciones entre políticos y la prensa son parte integral de la democracia.

"Hay un malentendido básico aquí, y espero que sea un malentendido en las relaciones, las conexiones, entre la política y los medios de comunicación", alegó. "En una democracia, los políticos dependen de los medios de comunicación, porque es así como difunden su mensaje al público".

Para enfatizar este punto, citó a Alexander Hamilton y Thomas Jefferson, y la historia de los políticos en Estados Unidos que crean sus propios medios de comunicación.

El primer ministro reconoció que habló con diferentes empresarios para cambiar lo que describió como el mercado mediático "monolítico" de Israel, que, según él, reflejaba únicamente las opiniones de la izquierda del país. Netanyahu argumentó que su intención no era controlar los medios, sino diversificarlos.

Sobre la cobertura mediática de él y su familia, el mandatario dijo que su familia se ha enfrentado a "ataques, calumnias y mentiras en una escala que probablemente pocas figuras públicas han experimentado", y agregó que "es dudoso que haya otros casos similares en el mundo".

La primera parte del juicio en la que los abogados defensores de Netanyahu lo interrorgan durará entre dos y tres días. La mayor parte del tiempo del primer ministro en el estrado se dedicará después al contrainterrogatorio de la fiscalía.

Netanyahu, acusado de soborno, fraude y abuso de confianza, testificará tres veces por semana, dictaminó el tribunal, a pesar de la situación bélica. Netanyahu fue acusado en 2019 en tres casos relacionados con regalos de amigos millonarios y por supuestamente buscar favores regulatorios para magnates de los medios de comunicación a cambio de una cobertura favorable. Niega haber cometido cualquier delito