Nuevos ataques amenazan la frágil tregua en Siria

Al menos 12 personas, entre ellas tres niños, fallecieron ayer en una serie de bombardeos de las fuerzas sirias en la localidad de Deir Qanun, en el conflictivo valle de Uadi Barada, en la frontera con Líbano. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, otras 23 personas más resultaron heridas, entre ellas varias que están en estado grave. Activistas de Uadi Barada y la Defensa Civil Siria, los «cascos blancos», agregaron que muchas de las víctimas eran desplazados que se refugiaban en un salón de bodas que fue atacado.

Los enfrentamientos entre las fuerzas leales al régimen, entre las que participan combatientes libaneses de Hizbulá, y los rebeldes por el control de Ain al Fiya, donde se encuentra el manantial que abastece a Damasco de agua potable, continúan pese a la aplicación de un pacto entre las partes para permitir el bombeo de agua a la capital, donde dejó de haber suministro desde el valle el pasado 23 de diciembre. Las fuerzas gubernamentales continúan avanzando hacia esta localidad y Kafir al Zeit, a las afueras de la capital siria, y desde el viernes han recuperado cinco pueblos, entre ellos Deir Qanun, donde se izó la bandera siria. El Ejército no ha detenido su ofensiva en el valle del Barada, a pesar de la tregua que entró en vigor el 30 de diciembre, alegando que en la zona opera el Frente de la Conquista de Levante, antiguo Al Nusra, ex filial de Al Qaeda.

Por otro lado, un coche bomba estalló ayer en Jub al Barazi, al noreste de Al Bab, donde las fuerzas turcas y los rebeldes sirios están luchando para expulsar al Estado Islámico.