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Obama defiende entre lágrimas el control de armas

Insta a EE UU a rebelarse contra un «lobby» que tiene como «rehén» al Congreso

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha llorado al recordar a las víctimas de las armas de fuego
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha llorado al recordar a las víctimas de las armas de fuegolarazon

Barack Obama se limpió una lágrima del ojo izquierdo y otra del derecho. Después se le cayó otra mientras recordaba a Dan, uno de los 20 niños que murieron asesinados en la escuela elemental de Newtown Sandy Hook en Connecticut en diciembre de 2012. «Cada vez que pienso en esos niños, me enfado», reconoció ayer el presidente de Estados Unidos en la ceremonia del anuncio del decreto sobre armas. Fue presentado por el padre de Daniel, Mark Barden, al que acompañaron supervivientes y padres de víctimas de tiroteos de diferente índole de los últimos años. Entre ellos, se encontraba también la congresista demócrata Gabby Giffords, tiroteada en la cabeza en Tucson (Arizona).

Ayer Obama pronunció uno de los discursos más emotivos de su Presidencia. Algo del presidente parecía haberse quedado en el citado centro escolar hace tres años tras encontrarse allí con las familias de las 26 víctimas –20 niños y seis miembros del personal del colegio–. Aquella tragedia marcó el peor día del presidente desde que llegó a la Casa Blanca. Desde entonces, Obama ha intentado sin éxito convencer al Congreso de que apruebe una ley para restringir el acceso a las armas en Estados Unidos. «Sé que las cosas no ocurrirán de la noche a la mañana», reconoció el mandatario. El presidente pidió a sus ciudadanos que se alcen contra el «lobby» de las armas de fuego que tiene como «rehén» al Congreso.

De esta forma, Obama decidió ayer adelantarse al debate que sabe se creará en las dos Cámaras, al citar la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a llevar armas. Según el presidente, también se debe respetar la Primera, que establece la libertad de asamblea pacífica, violada en algunos tiroteos. «No pueden secuestrar a Estados Unidos», reconoció desde la Sala Este de la Casa Blanca el presidente, que se lamentó de que las presiones sean «algo normal».

«Se pasa el control de antecedentes y se compra un arma de fuego. El problema es que algunos vendedores han operado bajo un sistema diferente de reglas», apuntó Obama sobre el que considera parte del problema que separa a demócratas y republicanos. «¿Cómo se ha convertido esto en un asunto que nos divide? El presidente republicano George W. Bush dijo en una ocasión que ‘creo que los controles de antecedentes en las ferias de armas o cualquier sitio aseguran que las armas no caen en las manos de la gente que no las debería tener’», recordó en referencia a las críticas del actual portavoz republicano de la Cámara de Representantes, el congresista de Wisconsin Paul Ryan, de que Obama quiere acosar con esta ley a gente que cumple con las normas. Éstas son las principales medidas recogidas en el decreto presidencial:

Verificación de los antecedentes criminales

Los vendedores de armas deberán contar con una licencia para ejercer este comercio. Sobre ellos recaerá la labor de verificar los antecedentes de los compradores en las ferías de armas e internet. Según un sondeo de Pew Research, esta iniciativa la apoya el 79% de los votantes republicanos y el 88% de los demócratas.

Prohibida la venta a enfermos mentales

Los ciudadanos a los que se les haya diagnosticad cualquier trastorno psiquiátrico no podrá adquirir un arma de fuego.

Control de armas robadas

Se desarrollará una tecnología para localizar las armas perdidas y robadas. Asimismo, se reforzará la oficina federal que lucha contra la venta ilegal de armas.

Obama insistió en actuar porque «cada año más de 30.000 estadounidenses ven sus vidas truncadas como consecuencia de las pistolas. Suicidios, violencia doméstica. tiroteos entre bandas. accidentes... Cientos de miles de estadounidenses han perdido hermanos y hermanas, o enterrado a sus hijos. Muchos han tenido que aprender a vivir con una discapacidad, o aprendido a vivir sin el amor de su vida», apuntó durante la ceremonia junto al vicepresidente Joe Biden.