Hasta aquí el minuto a minuto de las protestas en Los Ángeles. Puede seguir la última hora en la web de La Razón. Gracias y buenas noches.

La Policía de Los Ángeles ha confirmado el arresto de más de 200 personas entre el martes y el miércoles por no dispersarse, una vez entró en vigor el toque de queda. De forma paralela, dos oficiales han resultado heridos, precisando tratamiento médico, y durante su actuación "se utilizaron numerosas municiones menos letales".

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha confirmado a la CNN que no tiene intención de solicitar la intervención de la Guardia Nacional para sofocar las protestas que se han extendido hasta la Gran Manzana. En este sentido Adams ha declarado: "Le dije que tengo un departamento de policía de más de 30,000 agentes bien entrenados, capaces de lidiar con grandes multitudes y con cualquier interrupción (...) tenemos esto bajo control".

Las protestas iniciadas la semana pasa en la ciudad de Los Ángeles ya han comenzado a alcanzar otros puntos neurálgicos de Estados Unidos. Estos son:

• Houston (Texas)
• Dallas (Texas)
• Austin (Texas)
• San Antonio (Texas)
• Nueva York
• San Francisco (California)
• Oakland (California)
• Santa Ana (California)
• Washington
• Boston (Massachusetts)
• Philadelphia (Pensilvania)
• Chicago (Illinois)
• Atlanta (Georgia)
• Seattle (Washington)

Ni rastro del glamur y pompa típicamente asociadas a Los Ángeles en la tercera jornada de protestas, que comenzaron el pasado 6 de junio en respuesta a una serie de redadas migratorias llevadas a cabo por el gobierno federal, bajo la administración Trump. Estas operaciones, centradas en comunidades latinas y barrios como el Fashion District, donde solo el primer día se produjeron detenciones masivas de más de un centenar de personas, han provocado una oleada de indignación ciudadana que se ha extendido como la pólvora por toda la ciudad.

Puede leer el artículo completo aquí.

Las redadas del Servicio de Inmigración en diferentes zonas con alta presencia de inmigrantes en la ciudad californiana de Los Ángeles ha provocado una gran ola de disturbios que ha acabado derivando en enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad, y la Casa Blanca ha movilizado efectivos de la Guardia Nacional estadounidense.

Puede leer el artículo completo aquí.

La californiana ciudad de Los Ángeles vuelve a verse inmersa en el caos. Decenas de personas han sido detenidas tras varios días de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en las calles de la ciudad. Según informan medios locales, la policía ha utilizado granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. Paralelamente, el centro de Los Ángeles ha sido declarado zona de reunión ilegal.

Puede leer el artículo completo aquí.

El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, defendió este miércoles el derecho a la manifestación pacífica, concretamente en Los Ángeles, ciudad estadounidense que vive días de caos tras la erupción de protestas contra las redadas masivas para detener a inmigrantes irregulares.

"Existe el derecho a la libertad de reunión pacífica y este debe garantizarse", recordó Türk, quien también hizo hincapié en que las fuerzas del orden deben respetar las normas internacionales cuando dispersan unas manifestaciones y en particular asegurarse de que están actuando bajo la legalidad, porque es absolutamente necesario y que toman todas las precauciones para evitar causar daños.

El presidente Donald Trump ha enviado a Los Ángeles a la Guardia Nacional y los Marines para sofocar las protestas, una medida que ha sido rechazada por el gobernador de este estado.

Karen Bass, la alcaldesa de Los Ángeles, anunció el toque de queda el martes por la tarde para que entrara en vigor de inmediato. Sin embargo, algunos manifestantes desafiaron la orden y permanecieron en el centro de la ciudad después de la hora establecida. Los manifestantes coreaban: «¡Protesta pacífica!». Un tiempo después, cumplieron con la orden y regresaron a casa.

Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, declaró que el gobernador de California, Gavin Newsom, debería ser castigado por «haber sido cómplice» de los «disturbios» en Los Ángeles. Afirmó que Newsom merecía ser «embreado y emplumado», un antiguo método de tortura.

Aunque utilizó la expresión de forma metafórica, sugiere que deben existir consecuencias por sus acciones, ya que el gobernador ha condenado el despliegue de la Guardia Nacional para contener las protestas.

«No voy a hacer un análisis jurídico sobre si Gavin Newsom debería ser detenido», dijo el Johnson el martes. «Pero debería ser embreado y emplumado, eso sí lo voy a decir».

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, anunció la imposición inmediata de un toque de queda en el centro de la ciudad, vigente desde las 20:00 h hasta las 6:00 h, hora local. Es decir, no debe haber ningún ciudadano en el centro entre las horas establecidas. Se espera que la medida se extienda durante varios días como parte de un esfuerzo por restablecer el orden entre las fuerzas desplegadas y los manifestantes.

El gobernador del estado de California, Gavin Newsom, declaró a través de sus redes sociales: «La democracia está bajo ataque ante nuestros ojos: el momento que temíamos ha llegado». Acusó a la administración de Trump de violar los principios de control y equilibrio del gobierno, luego de que el presidente desplegara las fuerzas armadas sin el consentimiento del estado. «Es hora de oponerse», afirmó el gobernador.

El presidente de Estados Unidos prometió «liberar a Los Ángeles» este martes durante un discurso en Fort Bragg, Carolina del Norte. Trump defendió el despliegue de la Guardia Nacional y la convocatoria de la Infantería de Marina como respuesta a las protestas en Los Ángeles.

Según el mandatario: «Generaciones de héroes del Ejército no derramaron su sangre en costas lejanas solo para ver cómo nuestro país es destruido por la invasión y la anarquía tercermundista, como está ocurriendo en California (...)».

El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) comenzó a realizar arrestos masivos este martes. Docenas de personas fueron detenidas por negarse a abandonar una zona de reunión ilegal. En la mañana del martes, el LAPD informó que había detenido a 378 personas desde el inicio de las protestas.

Greg Abbott, gobernador del estado de Texas, dijo el martes que desplegaría a las tropas de la Guardia Nacional del estado en respuesta a la expansión de las protestas contra las redadas de inmigración.

En la ciudad de San Antonio, ya se han programado manifestaciones para hoy, miércoles. Abbott afirmó a través de sus redes sociales que utilizará «todas las herramientas y estrategias necesarias para ayudar a las fuerzas del orden a mantener el orden». Es el primer gobernador del país en conovocar a sus fuerzas armadas.

El gobierno de California solicitó una orden de restricción que prohibiría el despliegue temporal de la Infantería de Marina y la Guardia Nacional. La solicitud fue denegada por el juez federal Charles R. Breyer, quien programó una audiencia para mañana, jueves.

Se espera la llegada de 700 Infantes de Marina a Los Ángeles hoy para respaldar a la Guardia Nacional y a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ante las protestas.

Las tropas que se encontraban desplegadas en una zona no revelada de la ciudad por motivos de entrenamiento han sido llamadas al servicio en Los Ángeles, según el Comando Norte de Estados Unidos.

El presidente Trump ha ordenado el envío de tropas federales a la ciudad sin contar con la aprobación del gobernador de California, lo que ha provocado una fuerte disputa política. Las autoridades locales advierten que la presencia militar puede agravar la situación.

Las autoridades han catalogado el centro de Los Ángeles como “zona de reunión ilegal” tras los disturbios registrados en la noche. Se han reportado incendios, bloqueos y enfrentamientos. Decenas de manifestantes han sido detenidos desde el viernes.

La ciudad californiana vive una nueva jornada de alta tensión tras varios días de protestas contra las redadas del ICE y las políticas migratorias del gobierno federal. El ambiente sigue siendo volátil, con fuerte presencia policial y militar en las calles.