Putin responde a la OTAN con misiles en Kaliningrado

Rusia reacciona al despliegue de 4.000 soldados aliados en el Este.

Los fantasmas de la Guerra Fría vuelven al mar Báltico. Las autoridades rusas confirmaron ayer el despliegue de su sistema de misiles en el enclave occidental de Kaliningrado, limítrofe con Polonia y Lituania, pero negaron que la medida constituya una amenaza para la seguridad europea. Previamente, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kirby, acusó a Moscú de desestabilizar la situación en Europa con el traslado a su enclave báltico de los sistemas de misiles Iskander y S-400.

Según dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Rusia tiene «todo el derecho de tomar las medidas necesarias en todo el territorio nacional» y más ahora, cuando la OTAN se aproxima a sus fronteras. «La OTAN es un bloque realmente agresivo», aseveró el representante del Kremlin en declaraciones recogidas por los medios rusos. Asimismo, Peskov no quiso comentar si el armamento que tanta polémica causa en Occidente ya se encuentra en Kaliningrado o si será desplegado allí de forma permanente.

Anteriormente, desde el Ministerio ruso de Defensa también se hicieron declaraciones respecto al traslado de sistemas antimisiles al enclave ruso en el corazón de la Unión Europa, defendiendo que la medida es una respuesta al emplazamiento de sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos en Europa. El portavoz de Defensa, Igor Konashenkov, aseguró además que el traslado de armamento pesado a Kaliningrado «no es ningún secreto».

Las primeras noticias sobre los planes de Moscú de reforzar los sistemas de defensa antiaérea en su frontera más occidental aparecieron el pasado octubre y encendieron las alarmas en Polonia y los tres países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania).

A la vez, expertos de Letonia señalaron en declaraciones a la Prensa que los que tienen que preocuparse ahora por el despliegue de sistemas de misiles rusos en Kaliningrado son las autoridades de Polonia, donde sí hay «objetivos» para este armamento (en alusión al sistema Patriot de Estados Unidos), a diferencia de las repúblicas bálticas.

Hace ya un año, Moscú trasladó en un tiempo récord de 24 horas su sistema antiaéreo «S-400 Triunf» a Siria para blindar el cielo del país árabe tras el derribo del cazabombardero ruso S-24 por parte de la aviación turca.