Putin rompe el aislamiento internacional de Maduro

El bolivariano acude a Rusia en busca de oxígeno para el régimen.

Armamento, petróleo, dinero y trigo. Sin crédito internacional y con las arcas vacías, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó ayer a Moscú para renegociar la deuda rusa que ya asciende a 8.800 millones de dólares(unos 7.867 millones de euros) en concepto de adelantos a cambio de crudo. «La deuda, como cualquier compromiso financiero, es propensa de ser reestructurada», dijo Maduro. Pero también fue a por más. En tiempos de crisis, Rusia se ha convertido en una válvula de oxígeno para el régimen.

Maduro agradeció ayer a su amigo, el presidente ruso, Vladimir Putin, el apoyo prestado. El mandatario bolivariano advirtió de que Venezuela está preparada para hacer frente a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos «de una manera brutal y sin precedentes». «A Venezuela no la va a detener nadie», proclamó el Maduro, quien lamentó que el presidente estadounidense, Donald Trump, no sepa «dónde queda Venezuela» y crea que «Simón Bolívar es un cantante de rock».

En pleno aislamiento internacional por la deriva autoritaria venezolana, Maduro participó en la Semana Rusa de la Energía y destacó que es «muy importante» mantener estos contactos bilaterales. El líder venezolano agradeció encarecidamente al jefe del Kremlin el acuerdo de trigo entre ambos países, aduciendo que ha sido de gran ayuda para hacer frente a los problemas de suministro de productos básicos en el país iberoamericano. Por su parte, en la población de Anaco, en el estado Anzoátegui, Moscú buscará potenciar la producción agrícola, construyendo una planta de procesamiento de alimentos.

Adicional a ello, los líderes discutieron el tema de la transferencia tecnológica así como la ratificación de la alianza militar que ha permitido renovar el equipamiento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en la última década. Pero, sobre todo, hablaron de petróleo. Recientemente, el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, admitió que Rusia está negociando la reestructuración de la deuda de Venezuela tanto en conversaciones bilaterales como en el marco del Club de París.

En agosto pasado, el gigante petrolero estatal ruso Rosneft transfirió a Venezuela 6.000 millones de dólares en concepto de adelantos por suministros de petróleo venezolano a esa compañía hasta el año 2019. La oposición venezolana acusa al régimen de estar «hipotecando» la estatal Pdvsa, a través de empresas mixtas que se conforman junto a petroleras chinas, rusas e incluso norteamericanas. La nueva e ilegal Asamblea Constituyente es ahora, quien aprueba estas fusiones.

La gira de Maduro, que comenzó con una escala técnica en Argel y le llevará también a Bielorrusia y Turquía, se enmarca en la búsqueda de apoyos tras las sanciones financieras que le impuso Estados Unidos.