Gasoducto

¿Quién voló el Nord Stream? La embarcación del sabotaje zarpó del puerto alemán de Rostock

Por ahora, se desconoce la nacionalidad de los perpetradores ya que utilizaron pasaportes falsos para alquilar el barco

Tuberías del gasoducto Nord Stream 2 in Lubmin (Alemania)
Tuberías del gasoducto Nord Stream 2 en Lubmin, AlemaniaStefan SauerAgencia AP

En Alemania ya se refieren a ella como la pesquisa políticamente más explosiva realizada por la Fiscalía federal. Más de cinco meses después de la explosión de los oleoductos Nord Stream en el mar Báltico, Alemania ha puesto la lupa en un barco, sospechoso de haber transportado los explosivos.

Tras una investigación conjunta de la cadena pública alemana ARD y el periódico “Die Zeit”, que se ha hecho pública este miércoles, ha sido posible reconstruir en gran medida cómo y cuándo se preparó el ataque con bomba y todos los rastros conducen a Ucrania. No obstante, los investigadores todavía no han encontrado ninguna evidencia sobre quién ordenó la destrucción.

En la noche del 26 de septiembre de 2022, tres de los cuatro tubos que surten de gas ruso a Alemania fueron destruidos por explosiones. La investigación ha logrado ahora identificar que la embarcación que, presuntamente se utilizó para esta operación, fue alquilada a una empresa con sede en Polonia, aunque de propiedad de dos ucranianos. La investigación agrega que la operación en el mar se realizó por un equipo de seis personas, cinco hombres y una mujer. Más en concreto, el grupo estaba formado por un capitán, dos buzos, dos ayudantes de buceo y un médico, que pudieron transportar y colocar los explosivos. Por ahora, se desconoce la nacionalidad de los perpetradores ya que utilizaron pasaportes falsos para alquilar el barco.

Según la investigación, el comando zarpó de la localidad de Rostock el 6 de septiembre de 2022, aunque previamente el equipo que se utilizó para la operación fue transportado hasta el puerto en un camión de reparto. Tras zarpar, los investigadores han logrado situar el barco un día después en Wieck auf dem Darß, un municipio costero situado en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania, y más tarde en la isla danesa de Christiansø.

Tras ello, el barco fue devuelto al propietario sin limpiar lo que ha permitido encontrar rastros de explosivos en la cabina. También ahora se ha conocido, según la información de ARD y “Die Zeit”, que poco después de la explosión un servicio secreto occidental avisó a sus asociados europeos de que un comando ucraniano fue el responsable de la destrucción y, después de eso, existieron más indicios de que un grupo pro-ucraniano podría estar implicado. Tras el sabotaje, distintas autoridades de seguridad de Alemania, Dinamarca, Suecia, los Países Bajos y los Estados Unidos empezaron una investigación en la que, desde el lado germano, formaron parte la Fiscalía y la policía.

Incluso si los rastros conducen a Ucrania, los investigadores aún no han podido averiguar quién pudo realizar el encargo. En los círculos de seguridad internacionales no se descarta que pueda tratarse de una operación de "falsa bandera"; es decir, que se hubieran colocado rastros de forma deliberada para apuntar a Ucrania como la culpable aunque, hasta ahora, no se ha encontrado alguna evidencia que confirme tal escenario. Mientras tanto, los políticos alemanes piden cautela. La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, enfatizó este miércoles que las autoridades deben completar primero sus investigaciones.

“Por supuesto, seguimos muy intensamente todos los informes y también todos los hallazgos que están disponibles desde las diferentes partes”, dijo la política ecologista durante su visita a la capital kurda, pero es necesario esperar a que se realicen más investigaciones para que “luego podamos hacer valoraciones por parte del gobierno en base a estos hallazgos y no sacar conclusiones prematuras de los informes”.

También el ministro de Defensa, Boris Pistorius, reaccionó con precaución. “Tenemos que esperar y ver qué se confirma realmente. Comentar hipotéticamente ahora no creo que sea conveniente", declaró el político a la cadena alemana de radio Deutschlandfunk. Pistorius también señaló la posibilidad de que sea una operación de “bandera falsa”. "No sería la primera vez, así que prefiero no sacar conclusiones precipitadas", dijo este ministro, que también enfatizó que se debe hacer una distinción clara "ya que si se trata de un grupo ucraniano, podría haber sido en nombre de Ucrania o un grupo pro-ucraniano, sin el conocimiento del gobierno".

El asesor presidencial ucraniano Mikhail Podolyak dijo que Ucrania "por supuesto no tuvo nada que ver con los ataques en el Nord Stream". Preguntado por la ARD, el fiscal general se negó a comentar y un portavoz del gobierno alemán se limitó a referirse a las investigaciones en curso. “Las investigaciones sobre las explosiones siguen su curso en Suecia y Dinamarca, cada una bajo el liderazgo de las autoridades nacionales y, hace unos días, informamos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que todavía no hay resultados ", aseguró el portavoz.

Mientras tanto, citando a funcionarios del gobierno estadounidense no identificados, el periódico "New York Times" informa que los servicios secretos estadounidenses tienen nuevos hallazgos de que un grupo pro-ucraniano es responsable del ataque, aunque no hay evidencia de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, o sus allegados estén implicados, o que los perpetradores actuaran por orden del gobierno de Kyiv.