Reino Unido
Reino Unido reducirá el crecimiento y aumentará el déficit por el brexit
El país crecerá esta legislatura 2,4 puntos porcentuales menos de lo que podría haberlo hecho si hubiera optado por quedarse en la UE
El Reino Unido admitió hoy que la economía crecerá menos y se endeudará 122.000 millones de libras (143.000 millones de euros) más de lo previsto de aquí a 2020 como consecuencia del voto por salir de la Unión Europea (UE) en el referéndum del 23 de junio.
El Reino Unido admitió hoy que la economía crecerá menos y se endeudará 122.000 millones de libras (143.000 millones de euros) más de lo previsto de aquí a 2020 como consecuencia del voto por salir de la Unión Europea (UE) en el referéndum del 23 de junio.
El ministro de Economía, Philip Hammond, difundió las últimas previsiones económicas al hacer su Declaración de Otoño en la Cámara de los Comunes, en la que presentó también el presupuesto preliminar para el ejercicio 2017-18 (de abril a abril), que incluye un aumento del gasto en infraestructuras a fin de estimular la economía.
En conjunto, el país crecerá esta legislatura 2,4 puntos porcentuales menos de lo que podría haberlo hecho si hubiera optado por quedarse en la UE, según datos de la Oficina de responsabilidad presupuestaria (OBR, en inglés), que supervisa las finanzas públicas.
Además, el déficit del presupuesto aumentará en los próximos cinco años hasta ese total acumulado de 122.000 millones de libras, en lugar de alcanzarse un superávit de 10.400 millones de libras (o 12.200 millones de euros) en 2019-20, como había previsto el anterior Gobierno.
La deuda neta acumulada, que se sitúa actualmente en 1,64 billones de libras (1,92 billones de euros), también aumentará más de lo anteriormente previsto, hasta un 87,3 % del PIB este año y un 90,2 % en 2017-18, para después bajar progresivamente hasta un 84,8 % en 2020-21.
Aunque en 2016 el producto interior bruto (PIB) crecerá más de lo augurado, del 2 al 2,1 %, se reducirá en los años siguientes, hasta un 1,4 % en 2017, frente al 2,2 % estimado en marzo, un 1,7 % en 2018, un 2,1 % en 2019 y en 2020 y un 2 % en 2021, informó el ministro.
A pesar de haber renunciado al objetivo clave de eliminar el déficit, Hammond subrayó que mantiene el compromiso del anterior Ejecutivo “tory” con “la disciplina fiscal”, si bien “reconociendo la necesidad de invertir más para impulsar la productividad”.
En este sentido, presentó un presupuesto provisional, que debería confirmarse en primavera, dirigido a “abordar las debilidades a largo plazo de la economía británica”, como la falta de productividad y la escasez de vivienda.
Entre otras cosas, anunció la creación de un Fondo de inversión en productividad que destinará 23.000 millones de libras (o 27.000 millones de euros) en estos cinco años a financiar proyectos de innovación e infraestructuras.
También pondrá en marcha un Fondo para la infraestructura de vivienda, que invertirá 2.300 millones de libras (o 2.700 millones de euros) en la construcción de 100.000 nuevas viviendas en áreas de alta demanda, además de 1.400 millones de libras más (1.600 millones de euros) en 40.000 viviendas de precio más asequible.
Hammond dijo que prohibirá que las agencias inmobiliarias cobren a los arrendatarios tasas por la administración del alquiler, en un intento por abordar la crisis por el alto precio del alojamiento en el Reino Unido.
A partir de abril, se aumentará el sueldo mínimo interprofesional de 7,20 hasta 7,50 libras (8,42 a 8,75 euros) por hora, menos de lo esperado, y se retrasará el ritmo de retirada de la ayudas sociales una vez los desempleados encuentran trabajo.
Previamente se había anunciado la inversión, de aquí al final de la legislatura, de 2.000 millones de libras (unos 2.300 millones de euros) en proyectos de innovación científica, y 1.000 millones de euros (1.200 millones de euros) para banda ancha y 5G.
Hammond anunció también que a partir de ahora presentará el Presupuesto general del Estado en los meses de otoño, y durante la primavera hará la declaración preliminar, a la inversa de lo que ocurre ahora.
La primera ministra, Theresa May, declaró que éste es un presupuesto preliminar “equilibrado y prudente, que dejará claro que el Reino Unido está abierto para los negocios y que el Gobierno está del lado de la gente trabajadora corriente a la que le cuesta llegar a fin de mes”.
El portavoz de Economía de la oposición laborista, John McDonnell, opinó por su parte que este presupuesto demuestra “el fracaso de los últimos seis años” de Gobierno conservador y “no ofrece ninguna esperanza para el futuro”.
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