Crisis política en Italia

Renzi apuesta por Mattarella

La elección del presidente italiano pone a prueba al «premier», amenazado por las traiciones de su partido y el ego de Berlusconi

El ex presidente Napolitano (en el centro) recibido ayer con un largo aplauso por los diputados
El ex presidente Napolitano (en el centro) recibido ayer con un largo aplauso por los diputadoslarazon

Salvo sorpresa, algo que nunca puede descartarse en la política italiana, el nuevo presidente de la República será Sergio Mattarella. Saldrá elegido en la votación que tendrá lugar en el Parlamento mañana, cuando el quórum baje a la mayoría absoluta de los 1.009 grandes electores encargados de designar al sucesor de Giorgio Napolitano, presidente de Italia entre 2006 y 2015, el primero y único en ser reelegido para el cargo. En las tres votaciones anteriores, la primera de las cuales dejó ayer una fumata negra, el corte es más alto, pues hace falta conseguir dos tercios de las papeletas.

Mattarella se convertirá en el próximo jefe del Estado porque así lo quiere el primer ministro. Matteo Renzi. Tras negociar con el resto de partidos y con los sectores más díscolos de su formación, el Partido Democrático (PD), Renzi ha optado por un candidato que comenzó en la Democracia Cristiana, pasó luego al centroizquierda y ejerce ahora como juez en el Tribunal Constitucional. Al optar por él, el joven líder del PD unifica a los suyos y se garantiza el apoyo de otros grupos políticos como los centristas y los ex comunistas. Todos ellos decidieron votar en blanco tanto ayer como hoy. El gran peligro para Renzi al apostar por Mattarella, un tipo alejado de la primera línea política en la última década, es que esta opción no le gusta nada a Silvio Berlusconi, con quien ha pactado hasta ahora dos las grandes reformas institucionales en que anda metido el Ejecutivo: la nueva ley electoral y la reducción del poder del Senado para acabar con el bicameralismo perfecto. El magnate esperaba presentar un candidato compartido con Renzi, pero al final no hubo acuerdo. Su partido, Forza Italia, votará en blanco en la moción de mañana, lo que supone un desafío para el jefe de Gobierno. Será una prueba de fuego para comprobar si realmente tiene las riendas de la izquierda. En 2013, cuando el Parlamento intentó elegir un sucesor para Napolitano, que entonces acababa su primer mandato, 100 electores del PD votaron en contra del candidato propuesto por el líder de aquel momento, Pierluigi Bersani. A raíz de aquello se vio obligado a presentar su dimisión.

Berlusconi se quejaba ayer de que «la relación con Renzi se ha parado a la mitad». No obstante, garantizaba que seguía en pie el Pacto del Nazareno para sacar adelante las grandes reformas. Se le llama así por el nombre de la calle donde tiene su sede el PD, en la que ambos se han reunido varias veces para establecer sus condiciones. Curiosamente, no hay fotos de aquellos encuentros ni imagen alguna en la que estén juntos. La decisión tomada por Renzi al optar por Mattarella ofrece una nueva señal de cómo el ex «Cavaliere» ha dejado de ser el protagonista de la política italiana. Ahora le toca conformarse con ser comparsa.

Un ex ministro anti Mafia

De 74 años, Sergio Mattarella ha sido ministro en cuatro ocasiones. De familia democristiana, su hermano, gobernador de Sicilia, fue asesinado por la Mafia. Se le ve como enemigo de Berlusconi desde que dimitió del Gobierno cuando se aprobó una ley que benefició al magnate.