Italia

Renzi apuesta por unas elecciones ya para sorprender a los «grillini»

El aún primer ministro dimitirá después de que el Senado apruebe hoy los Presupuestos

Por sorpresa. Sin programa y candidato listos, el populista Beppe Grillo sería uno de los más perjudicados por un adelanto electoral en Italia
Por sorpresa. Sin programa y candidato listos, el populista Beppe Grillo sería uno de los más perjudicados por un adelanto electoral en Italialarazon

La política italiana está yendo a marchas forzadas. Esta noche se votará la Ley de Presupuestos que el presidente, Sergio Mattarella, ha puesto como condición a Matteo Renzi para aceptar su dimisión como primer ministro.

La política italiana está yendo a marchas forzadas. Esta noche se votará la Ley de Presupuestos que el presidente, Sergio Mattarella, ha puesto como condición a Matteo Renzi para aceptar su dimisión como primer ministro. Pero Renzi, tras su derrota en el referéndum constitucional del domingo, habría aceptado el congelamiento de su renuncia dando su propio golpe en la mesa. «Si no hay un nuevo Gobierno de transición, habrá que ir enseguida a unas nuevas elecciones», recoge el diario «La Repubblica», aludiendo a las palabras del florentino: «No voy a darle ese gusto a Beppe Grillo». El todavía primer ministro estaría pensando en valerse de su 40% de apoyos de hace tres días para desafiar, cara a cara, al líder del Movimiento 5 Estrellas. Tras los presupuestos, Mattarella aceptará la dimisión de Renzi y empezaría las rondas de consultas con los partidos mañana mismo.

Italia se halla en una encrucijada: tener un Gobierno con un actual ministro al frente, el más citado es el de Economía, Pier Carlo Padoan, o ir directamente a las urnas. El Parlamento está dividido. Renzi (PD), Grillo (M5E) y Salvini (Liga Norte) quieren elecciones generales, mientras que una parte crítica del PD y Berlusconi (Forza Italia) prefieren agotar la legislatura hasta 2018 para que se calmen las aguas.

Los «grillini» y los «liguistas» no favorecerían un Gobierno de transición, pero Mattarella no ve de buen grado unas elecciones sin haber resuelto antes el problema de las dos normas vigentes: una para la Cámara de los Diputados, («Italicum») y otra para el Senado, («Consultellum»). Precisamente ayer, se conoció que el 24 de enero el Constitucional se pronunciará acerca de la primera. Así pues, la decisión definitiva sobre unas elecciones podría aplazarse al menos, de un mes y medio.

El M5E, empatado con el PD, según los últimos sondeos, quiere ir «directamente a unas elecciones generales, con cualquier ley electoral», tal como lleva afirmando estos días el líder carismático de la formación, Beppe Grillo. La xenófoba Liga Norte también querría ir directamente a unas elecciones legislativas para demostrar un posible adelanto político a costa de sus tradicionales aliados de Forza Italia. El partido político de Silvio Berlusconi, en cambio, preferiría retrasar la cita con las urnas. Su objetivo sería pactar con el PD la nueva ley electoral por otra más proporcional que le aseguraría su continuidad política, volviendo así de lleno a la escena nacional pactando «de tú a tú» otra vez con Renzi.

Según un sondeo reciente publicado por la cadena privada La 7, el Partido Democrático sería el más votado, con el 31,0%, seguido por los populistas del Movimiento 5 Estrellas, con el 29,9%. Por detrás estarían la Liga Norte (13,1%) y Forza Italia (10,5%). Esto implica, en primer lugar, que el protagonismo de la segunda vuelta lo tendrían el PD y el M5E, donde sería este último el que ganaría con un 52,4%. Por otro lado, la Liga Norte arrebataría en liderazgo de la derecha a Berlusconi, que debería aliarse para competir con el PD y el M5E.

Los medios de comunicación transalpinos aseguran que el próximo jefe del Consejo de Ministros podría ser Pier Carlo Padoan, ministro de Economía; Pietro Grasso, presidente del Senado; Graziano Del Rio, ministro de Fomento; o Dario Franceschini, titular de Cultura. El que más está sonando es precisamente Padoan, un responsable de Economía de gran experiencia en organismos internacionales y que tranquilizaría tanto a los italianos como al resto de países de la Unión Europea. Sin olvidar los mercados, que por el momento han reaccionado con bastante tranquilidad, casi previendo el actual panorama italiano tras 63 gobiernos en 70 años.