Armamento

Rusia afirma que EE UU desplegó misiles de largo alcance GLSDB en Ucrania

El ministerio de Defensa ruso dice haber interceptado por primera vez una bomba inteligente GLSDB

Un cohete que contiene una bomba de pequeño diámetro lanzada desde tierra (GLSDB, por sus siglas en inglés)
Un cohete que contiene una bomba de pequeño diámetro lanzada desde tierra (GLSDB, por sus siglas en inglés)La RazónLa Razón

El Ministerio de Defensa ruso afirmó el martes que había derribado un misil estadounidense GLSDB (Bomba de Pequeño Diámetro Lanzada desde Tierra, por sus siglas en inglés) de largo alcance. Desde Moscú alertan de que es la primera confirmación de que tales municiones fueron entregadas a Ucrania, un armamento esencial para la defensa del país.

Esta bomba se puede lanzar desde posiciones ocultas o protegidas para evitar la detección y es capaz de destruir búnkeres. Sin embargo, lo realmente destacable de la GLSDB es su largo alcance, de hasta 150 kilómetros de distancia. Los misiles GLSDB (Ground-Launched Small Diameter Bomb) son una nueva generación de cohetes guiados con precisión.

Propulsado por el motor de cohete M26 para la fase inicial de impulso/desnivel, las alas del GLSDB se despliegan y vuela sin potencia como una bomba deslizante. Utiliza el sistema de navegación inercial existente del GBU-39/B y el GPS incorporado para guiarlo hacia su objetivo. Este sistema es resistente a las interferencias de la guerra electrónica, algo especialmente preocupante en el conflicto de Ucrania. Su diseño esta basado en la bomba de pequeño diámetro lanzada desde el aire GBU-39 fabricada por Boeing y empleada por la Fuerza Aérea estadounidense.

Según informó LA RAZÓN ya en noviembre, se apuntaba que este armamento tan especializado entregarse ya en la primavera de 2023. Parece que Rusia ha confirmado que este material no sólo se entregó sino que también está ya en usándose en el frente.

Hoy también, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, supervisió la marcha de la producción de armamento en las fábricas militares de las regiones de Kirovsk. El ministró inspeccionó la capacidad de producción de las factorías, así como el resultado final de la producción, destinado a la invasión rusa de Ucrania.

El ministro comprobó la producción automatizada de piezas de artillería, tanques, misiles para aviones y proyectiles de diferente calibre, informa la agencia EFE.

Los jefes de las factorías informaron a Shoigu sobre el cumplimiento de los pedidos del Ejército ruso, además de las medidas para modernizar sus empresas y acelerar tanto la producción como la productividad laboral.

El comunicado castrense destacó que la industria militar rusa ha aumentado notablemente la producción de munición, volumen que se incrementará "7-8 veces más" antes de finales de este año.

Según recuerda AFP, la declaración del Ministerio de Defensa ruso se produjo un día después de que Ucrania dijera que había recibido modernos carros de combate Leopard y Challenger de Alemania y Reino Unido para hacer retroceder al Ejército de Moscú en el este y el sur de Ucrania.

Los combates de los últimos meses entre las fuerzas rusas y ucranianas se han concentrado en la ciudad oriental de Bajmut, y Kyiv afirma que resiste en el núcleo urbano de la región de Donetsk para agotar a las fuerzas rusas y luego hacerlas retroceder más fácilmente.

"Las (fuerzas) de defensa antiaérea derribaron... un cohete guiado GLSDB", aseguró el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado, en referencia a las bombas de pequeño diámetro lanzadas desde tierra producidas por Boeing y el Grupo Saab.

El Pentágono anunció el mes pasado que iba a proporcionar a Ucrania la artillería como parte de un paquete de armas de 2.200 millones de dólares. "Esto les proporciona una capacidad de mayor alcance (...) que les permitirá llevar a cabo operaciones en defensa de su país y recuperar su territorio soberano", declaró entonces Pat Ryder, portavoz del Pentágono.

Ucrania había estado pidiendo a Estados Unidos municiones que pudieran volar más lejos que los cohetes HIMARS, que tienen un alcance de 80 kilómetros.

Occidente se había mostrado reticente a suministrar las armas por temor a que Kyiv pudiera utilizarlas para atacar a Rusia.