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Marian Rojas, psiquiatra: "Esta es la principal diferencia entre hombres y mujeres a la hora de afrontar un problema"

Es un comportamiento que puede ser malinterpretado como un signo de desinterés o lejanía emocional

Marian Rojas Estapé
Marian Rojas EstapéLa Razón

Marian Rojas Estapé se ha convertido en una de las voces más reconocidas en psicología en España, especialmente por su habilidad para explicar, de forma cercana, las diferencias que existen entre hombres y mujeres a la hora de afrontar los problemas del día a día. Gracias a su presencia en medios y redes sociales, miles de personas han descubierto sus análisis sobre cómo influyen el género y la comunicación en nuestras relaciones y bienestar emocional.

Según explica la experta, no todos afrontamos las dificultades de la misma manera y el género desempeña un papel relevante en este proceso. En sus intervenciones, Rojas Estapé señala que existe una diferencia sustancial en la forma en la que hombres y mujeres reaccionan ante una situación adversa.

"Las mujeres tienden a buscar el diálogo para gestionar sus preocupaciones", afirma. Desde su perspectiva, el acto de hablar se configura como un mecanismo de alivio y procesamiento emocional. Sin embargo, esta necesidad de comunicación contrasta con la tendencia masculina al aislamiento cuando surge un problema. El hombre, señala la psiquiatra, suele optar por el silencio y la introspección, lo que en ocasiones puede ser malinterpretado por sus parejas como un signo de desinterés o lejanía emocional.

La incomunicación en las relaciones

Estas diferencias de enfoque pueden provocar malentendidos dentro de las relaciones. Rojas Estapé apunta que, muchas veces, los hombres creen que dejando a su pareja a solas están actuando en su beneficio, porque ellos gestionarían así la situación, pero para las mujeres el acompañamiento y la escucha activa son fundamentales. La experta recalca que, en ocasiones, bastaría con que el hombre permita a la mujer expresarse y escuche, aunque la conversación se prolongue, para evitar tensiones y favorecer la comprensión mutua.

Para ilustrar su análisis, Rojas Estapé recurre a una metáfora histórica: la diferencia de roles en la prehistoria, donde la mujer se dedicaba a la recolección y el hombre a la caza. Según su visión, estos patrones se mantienen, de algún modo, en la sociedad actual, en la que las mujeres buscan información y detalles, y los hombres tienden a centrarse en un único objetivo. Así, mientras las mujeres del siglo XXI siguen canalizando su malestar a través del diálogo, los hombres optan, como antaño, por la calma y la soledad como refugio.