Daguestán

Rusia aprovecha para acusar a Ucrania de estar detrás de la turba antisemita en Daguestán

Zelenski recuerda otros episodios antisemitas de las autoridades rusas: "No es un hecho aislado, es la cultura generalizada de odio de Rusia"

August 3, 2020, Tel Aviv, Israel: El Al Airlines planes are seen parked at Tel Aviv's Ben Gurion International Airport during the Coronavirus crisis. Travel restrictions and flight cancellations due to the outbreak leave the airport almost totally empty. (Foto de ARCHIVO) 03/08/2020
O.Próximo.- Una turba violenta asalta el aeropuerto de Daguestán en busca de "judíos"Europa Press/Contacto/Nir AlonEuropa Press

Una muchedumbre interrumpió el domingo en el aeropuerto de Majachkalá, la capital de la república rusa de Daguestán, de mayoría musulmana, en busca de israelíes y judíos en protesta por el conflicto entre Israel y el brazo armado del grupo islamista Hamás, lo que provocó disturbios y al menos 20 heridos.

Lo vivido el domingo en la ciudad rusa de Majachkalá, capital de la república de Daguestán, ha provocado un auténtico tsunami en el Kremlin, que siempre ha vendido los logros de sus fuerzas de seguridad en el polvorín del Cáucaso.

Un nutrido grupo de habitantes de la capital daguestaní, de mayoría musulmana, se congregó en el aeropuerto de la ciudad tras la llegada de un avión procedente de Israel. En varios vídeos publicados en redes se puede ver a la muchedumbre descontrolada irrumpiendo en las instalaciones aeroportuarias, llegando a bloquear la pista de aterrizaje, al grito de “Allahu Akbar” (Alá es grande).

Lo ocurrido se saldó con 60 personas detenidas y más de 20 heridos, entre los que se encuentran nueve policías, según informaba el Ministerio del Interior de dicha república. Los congregados llegaron al aeropuerto tras publicarse varios llamamientos en la red social Telegram, que informaba de la llegada de un nutrido grupo de refugiados judíos procedentes de Tel Aviv. Otro anuncio en esa misma red había concentrado, horas antes, a cientos de personas en el hotel Flamingo, en la ciudad de Jasaviurt, al noroeste de Majachkalá, con el objetivo de expulsar de allí a los judíos que, supuestamente, habrían llegado de Israel. La Policía, que llegó al hotel poco después, pudo reunirse con los allí concentrados para explicarles que se trataba de un error, ya que en el establecimiento solo había turistas rusos.

Horas después, tras la indignación mundial por lo acontecido en Rusia, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

"Vídeos espantosos de Makhachkala, Rusia, donde una turba enfurecida irrumpió en el aeropuerto en busca de ciudadanos israelíes en el vuelo procedente de Tel Aviv", ha escrito Zelenski en las redes sociales.

"Este no es un incidente aislado en Makhachkala, sino más bien parte de la cultura generalizada de odio de Rusia hacia otras naciones, que es propagada por la televisión estatal, los expertos y las autoridades", añade el mandatario ucraniano.

"El ministro de Asuntos Exteriores ruso ha hecho una serie de comentarios antisemitas durante el último año. El presidente ruso también utilizó insultos antisemitas. Para los interlocutores de la propaganda rusa en la televisión oficial, la retórica del odio es una rutina. Incluso la escalada más reciente en Oriente Medio provocó declaraciones antisemitas por parte de ideólogos rusos", continúa Zelenski.

"El antisemitismo ruso y el odio hacia otras naciones son sistémicos y están profundamente arraigados. El odio es lo que impulsa la agresión y el terror. Todos debemos trabajar juntos para oponernos al odio", concluye el presidente ucraniano.

Las reacciones por parte de Moscú no se han hecho esperar y ayer mismo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, atribuyó los disturbios a una "interferencia externa", antes de entrar a la reunión convocada por el presidente, Vladimir Putin, para discutir "los intentos de Occidente de utilizar los acontecimientos en Medio Oriente para dividir a la sociedad (rusa)".

Según Peskov, "es bien conocido y obvio que lo ocurrido ayer en los alrededores del aeropuerto de Makhachkala es en gran medida el resultado de interferencias externas, incluida la influencia informativa del exterior".

El gobernador de Daguestán, Sergei Melikov, manifestaba a mediodía que los disturbios habían sido planificados en un canal de Telegram creado por "traidores" cuya base de operaciones se encontraba en Ucrania, con el objetivo de desestabilizar la situación en Daguestán y alimentar los disturbios.

Varios medios de comunicación dependientes del Kremlin afirmaron que uno de los canales de Telegram responsables de los llamamientos fue fundado por el exlegislador ruso Ilya Ponomaryov, que actualmente reside en Ucrania y que está acusado por Moscú de pertenecer a un movimiento guerrillero dentro de Rusia.

Los disturbios en Daguestán han abierto una nueva polémica en las relaciones ruso-israelíes. Ayer, la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu hizo público un comunicado en el que afirmaba que Israel "espera que las autoridades rusas encargadas de hacer cumplir la ley protejan la seguridad de todos los ciudadanos israelíes y judíos dondequiera que estén y actúen resueltamente contra los alborotadores y contra la salvaje incitación dirigida contra judíos y israelíes".

El papel de Rusia en el conflicto israelí es extremadamente delicado, ya que, a pesar de mantener excelentes relaciones con Israel, en donde viven cientos de miles de rusos, no ha ocultado sus encuentros con Hamás. La guerra en Palestina ha servido para quitar presión internacional a Moscú por la invasión de Ucrania, de la que apenas se habla en los medios de comunicación internacionales en las dos últimas semanas.

Es más, ante la presión, el propio Putin ha denunciado a última hora de este lunes que las potencias extranjeras están tratando de instrumentalizar la guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para "desestabilizar" Rusia, aludiendo así al incidente en el aeropuerto de Daguestán.

De acuerdo con el mandatario ruso, las principales potencias extranjeras buscan utilizar no solo "la dramática situación" en Oriente Próximo, sino también otros "conflictos religiosos" con el fin de perjudicar la estabilidad en Rusia e incluso "dividir" la sociedad del país euroasiático.

"Para esto, se utilizan diversos medios, como mentiras, provocaciones y tecnologías sofisticadas de agresión psicológica y de información", ha reprochado el presidente de Rusia en el marco de una reunión para abordar los mencionados incidentes en el aeropuerto de Daguestán, en unas declaraciones recogidas por Europa Press.