Derechos humanos

Rusia condena al opositor Kara-Murza, el látigo de Putin, a 25 años de cárcel

Fue envenenado en dos ocasiones y ha sido una figura clave de la oposición rusa en los últimos años

El activista opositor Vladimir Kara-Murza ha sido condenado a 25 años de cárcel por traición y otros cargos vinculados a sus críticas a la guerra en Ucrania. El disidente ruso es el último de varios opositores de Putin que ha sido arrestado u obligado a huir de Rusia. Kara-Murza ha negado los cargos y ha criticado abiertamente su juicio. Antes de su detención en Moscú había sido vicepresidente del movimiento Rusia Abierta y el presidente de la Fundación Boris Nemtsov para la Libertad.

Según la acusación, Kara-Murzá difundió “conscientemente información falsa” al acusar al Ejército ruso de bombardear zonas residenciales, hospitales y escuelas en Ucrania durante una intervención en marzo de 2022 en la Cámara de Representantes del Estado de Arizona, en EEUU. Además, estaba acusado de alta traición y de trabajar para una ONG declarada indeseable por la Justicia rusa.

El activista ruso concedió una entrevista a la cadena estadounidense CNN en abril de 2022, en la que calificó las acciones de Rusia de agresión, y a su gobierno, de régimen asesino. Unas horas más tarde, fue detenido y condenado a 15 días de prisión por "desobediencia a la Policía".

Kara-Murza es un férreo detractor del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y ha denunciado las atrocidades cometidas por el ejército de su país en la guerra de Ucrania. También estuvo a punto de morir dos veces, en el 2015 y 2017, tras ser envenenado. Hoy en prisión, el historiador y periodista ha sido condenado a una pena máxima de 25 años de cárcel por “alta traición” y otros delitos que se le atribuyen.

La semana pasada, le dijo a un tribunal de Moscú: "Suscribo cada palabra que he dicho". “No solo no me arrepiento de nada de esto, estoy orgulloso de ello”, agregó. Además de criticar la llamada "operación militar especial" en Ucrania, Kara-Murza también se ha pronunciado abiertamente contra el presidente Putin y la represión de la disidencia por parte de su gobierno.

El disidente ruso, 41 años, desempeñó un papel clave para persuadir a los gobiernos occidentales de que sancionaran a los funcionarios rusos por abusos contra los derechos humanos y corrupción. Recientemente, los abogados del opositor informaron de que Kara-Murza ha sido diagnosticado en la cárcel con polineuropatia en extremidades inferiores como consecuencia de los dos envenenamientos que sufrió en 2015 y 2017.

La reacción de la ONU

La ONU considera la condena contra Kara-Murza "otro golpe al Estado de Derecho", y ha reclamado su liberación inmediata, ya que "nadie debería ser privado de su libertad por ejercer sus Derechos Humanos". Para el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, las autoridades rusas buscan a golpe de sentencia reducir el espacio de la sociedad civil. En este caso, "Kara-Murza ha sido juzgado por cargos que parecen relacionados con su derecho a la libertad de opinión, de expresión y de asociación".