Represión en Venezuela
Temor a brotes violentos en la gran marcha de Caracas
Chavistas y opositores miden hoy sus fuerzas en dos manifestaciones. La MUD confía en reunir a un millón de personas pese a la represión y el bloqueo para llegar a la capital
Chavistas y opositores miden hoy sus fuerzas en dos manifestaciones. La MUD confía en reunir a un millón de personas pese a la represión y el bloqueo para llegar a la capital
Todo listo para la toma de Caracas. Miles de venezolanos han salido hoy a las calles de la capital en una multitudinaria manifestación contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Los impulsores de la marcha calculan que más de un millón de personas se concentran en siete puntos de la ciudad más grande del país.
Días antes, muchos ya empezaron a caminar desde el interior hacia la capital para presionar por un referéndum que revoque el mandato del presidente. Algunos, incluso, lo hicieron en sillas de ruedas, aunque, según denuncia la coalición opositora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), esta situación no impidió que fueran retenidos por las autoridades junto a varios diputados.
Además, el servicio de transporte terrestre hacia Caracas fue suspendido por varias empresas, lo que impide la presencia de numerosos espontáneos que pretendían participar en la marcha. El clima de tensión aumentó en los últimos días tras las amenazas del Ejecutivo y el anuncio de una contramarcha oficialista. El Gobierno ha militarizado los accesos a la capital, prohibió los vuelos privados y de drones y anunció que desde hoy se iniciará un plan de asfaltado de las calles, lo que es visto por la oposición como un intento más de las autoridades para obstaculizar lo que aseguran será la movilización más importante de los últimos años en Venezuela.
Durante la semana pasada, la protesta desató las más increíbles artimañas del PSUV –partido oficialista– para desinflarla, llevando a cabo allanamientos, detenciones, advertencias y enviando mensajes a móviles para intimidar. Tampoco se descarta que los «motorizados» –grupos de paramilitares que obedecen a la causa chavista– se enfrenten a las denominadas «guarimbas» –los piquetes más violentos de los estudiantes opositores–. Las marchas de hace dos años se saldaron con casi medio centenar de muertos y cientos de detenidos.
Fiel a su discurso agresivo, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, indicó que en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) hay explosivos, y denunció que los opositores detenidos Daniel Ceballos y Yon Goicoechea estarían al tanto y que, por eso, fueron encarcelados.
Rosaura Goicoechea, esposa del activista de Voluntad Popular arrestado, denunció que desde hace más de 50 horas no tiene ninguna información sobre el paradero de su esposo, quien fue detenido por funcionarios. «No sé ni siquiera si mi esposo está vivo, llevamos 50 horas sin saber de él. Él sufre de la tensión», explicó.
«La toma de Caracas comenzará muy temprano y terminará al mediodía», advirtió la MUD. «A las doce del mediodía se entonará el himno nacional en los puntos de destino y a las dos de la tarde será la lectura del Manifiesto del 1 de Septiembre», concluyó el comunicado. Se saldrá de siete puntos diferentes hasta llenar tres grandes arterias. Los manifestantes no irán al palacio de Miraflores (sede del Gobierno), tranquilizó Chuo Torrealba, secretario de la MUD. «No hemos hablado con José Luis Rodríguez Zapatero, pero lo invitamos a que vea la marcha», afirmó. «La MUD está comprometida con una jornada de paz. Ése es nuestro compromiso y lo vamos a cumplir y a hacer cumplir», dijo, y añadió: «No queremos una capucha, ni un vidrio partido. Lo único que quiere el pueblo venezolano es exigir el cronograma electoral, la fecha del referéndum revocatorio y la fecha de las elecciones regionales, porque esas tres citas electorales son un derecho del pueblo venezolano».
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