
Estados Unidos
Trump culpa a las políticas demócratas del accidente: "Estuvo contratando trabajadores que padecen discapacidades intelectuales"
El presidente de Estados Unidos ha insistido en que el accidente de Washington "debería haberse evitado"
Un trágico accidente aéreo sacudió la capital estadounidense la noche del miércoles, cuando un vuelo comercial de American Airlines colisionó en el aire con un helicóptero militar sobre el río Potomac, a solo 150 metros de la pista 33 del del Aeropuerto Nacional Reagan. Las autoridades han dicho que los 64 pasajeros a bordo del avión, que llegaba desde Wichita (Kansas) y los tres tripulantes del helicóptero han perdido la vida. Se trata del peor siniestro aeronáutico de EE UU en los últimos veinte años.
Hasta el cierre de esta edición, los equipos de rescate habían recuperado 28 cuerpos, según informaron en una conferencia de prensa. «En este momento, no creemos que haya sobrevivientes», declaró el jefe de bomberos y servicios médicos de emergencia de D.C., John A. Donnelly.
El accidente provocó una respuesta masiva de emergencia, con lanchas de bomberos en el agua y unidades de la Policía Metropolitana y otros departamentos de bomberos colaborando en las labores de rescate. Las causas de la colisión aún no están claras. El secretario de Transporte de EE UU, Sean Duffy, aseguró que no hubo fallos en la comunicación y que ambas aeronaves seguían patrones de vuelo estándar.
El avión de pasajeros se acerca a una velocidad superior a 240 km/h y, según los vídeos del accidente, éste descendió rápidamente hacia el agua, por lo que de acuerdo con el experto en aviación Tyler Anderson, «a menos que la aeronave se desplace en un ángulo muy suave sobre la superficie del agua, se detendrá muy rápidamente en el momento del impacto». Anderson explica que por eso, «muchos pilotos temen un aterrizaje en el agua antes que un aterrizaje forzoso en tierra. Aunque las víctimas pueden sobrevivir más tiempo en agua fría de lo que se podría esperar (incluso sumergidas) debido al metabolismo más lento que se produce con la hipotermia extrema, es poco probable que alguno de estos pasajeros haya sobrevivido al impacto». «Los que estaban en el avión comercial solo tuvieron segundos para preguntarse qué estaba pasando, qué era ese ruido, por qué estábamos cayendo, antes de impactar contra el agua», sentenció el analista.
El choque dejó escombros dispersos a lo largo del condado de Prince George, lo que obligó al cierre de la plaza y los muelles en National Harbor, en Oxon Hill, Maryland. «El área permanecerá cerrada mientras los equipos continúan con las labores de recuperación», informó Tara Jackson, ejecutiva interina del condado.
Mientras tanto, el director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom, expresó su dolor por el fallecimiento de cuatro tripulantes de la aerolínea: dos pilotos y dos asistentes de vuelo. «Estamos devastados y comprometidos a apoyar a las familias de las víctimas», declaró.
La Administración Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) aún no ha recuperado las cajas negras del avión, cruciales para esclarecer las circunstancias del accidente. «No es momento de especular, sino de investigar y obtener respuestas», instó el senador por Virginia Tim Kaine.
Por su parte, el presidente Donald Trump se refirió a la tragedia primero pidiendo un minuto de silencio para las víctimas y, luego, arremetió contra el expresidente Joe Biden y las medidas de diversidad impulsadas por los demócratas.
Hablando desde la Casa Blanca, Trump afirmó que la iniciativa DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) «podría haber sido» la causa del accidente, el choque aéreo más mortífero en EE UU desde noviembre de 2001. Trump no presentó pruebas de que los esfuerzos impulsados durante la administración Biden tuvieran alguna relación con el accidente y criticó a un periodista que le preguntó si estaba adelantándose a la investigación. Sus comentarios reflejaron un rápido retorno a sus habituales ataques contra sus adversarios políticos, luego de haber adoptado inicialmente un tono solemne y de haber expresado condolencias a las víctimas y sus familias.
Y es que este siniestro ha afectado profundamente a la comunidad de Wichita, Kansas. La alcaldesa Lily Wu expresó su pesar en una rueda de prensa: «Nuestros corazones están de luto como ciudad». Anunció que se realizará una vigilia de oración comunitaria al mediodía en el Ayuntamiento.
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