Argentina
"Trump prometió y cumplió. EE UU va primero"
Las bases trumpistas se mantienen fieles a su líder pese a los escándalos y las dimisiones. «Volveré a votar por él», dice una seguidora.
Las bases trumpistas se mantienen fieles a su líder pese a los escándalos y las dimisiones. «Volveré a votar por él», dice una seguidora.
Donald Trump no ha llegado a la Casa Blanca por casualidad. Son muchos millones de personas las que, en la sombra, le convirtieron en vencedor. Estadounidenses que o bien han nacido o bien se han hecho en este país de oportunidades. Le veneran, le apoyan de manera incondicional y le ven como a un héroe. Y, como él, quieren hacer «America Great Again». «Trump prometió y cumplió. La economía va mejor que nunca y el desempleo es el más bajo de los últimos 50 años», enfatiza Lola Otaño, trumpista hasta la médula. A sus casi 86 años y tras más de seis décadas viviendo en EE UU, esta anciana de origen argentino da voz a una gran parte de la población que soñaba con un cambio en primera línea política. «Me gusta Trump porque está cumpliendo sus promesas, a costa incluso de sacrificar su economía personal, con la que financió hasta su propia campaña».
Aunque mucho antes que ése, para Lola y su marido se cumplió el sueño americano. Llegaron a EE UU «legalmente» (puntualiza) en los 60, huyendo de la dictadura militar en Argentina. Su primera parada fue Florida, pero se asentaron en Washington. Empezando de cero, escalando poco a poco. Su marido, que falleció hace 14 años, empezó trabajando en un hotel, aparcando coches, reparando radios en una estación de servicio... Hasta que alguien vio su potencial y le ofreció trabajo de lo suyo, ingeniero mecánico.
«Estoy a favor de que haya fronteras abiertas, pero de manera legal. Así se sabe quién es quién, tal y como vinimos nosotros a EE UU hace 60 años. Entonces debías depositar 1.500 dólares en un banco o tener ya un empleo. O como mi jardinero, que ha pedido su permiso de trabajo estando aquí y se lo han aceptado. Trabaja mucho y bien, eso es todo lo que se necesita», añade.
Hablando con sus votantes, parece que el «fenómeno Trump» se ha producido más por reacción que por acción. «¿Cuál era la otra alternativa, Hillary? Esa mujer es diabólica y su matrimonio también. Votarle no era una buena opción ni para los demócratas», según la anciana trumpista. Y tampoco podría entenderse este nuevo auge que ha despertado el magnate sin conocerse bien las causas por las que millones de personas le mostraron su apoyo en las urnas. Y le siguen siendo fieles, más si cabe, justo dos años después de asumir la Presidencia. «Incluso cuando yo voté por Trump, no creí que fuera a salir elegido, y menos aún con tanta mayoría... pero creí en él. Y en ése tan anhelado cambio que este país necesitaba», asegura Lola.
Los expertos achacan la victoria de Trump al auge del populismo, pero sus fieles seguidores creen que su éxito va mucho más allá. «El presidente tiene las agallas de decir lo que piensa, que a veces no es conveniente, pero lo dice. Es su problema y, a la vez, su virtud porque él no es político. No es político y eso nos gusta», afirma Lola, creyendo hablar por un amplio perfil de sus votantes. «Fue Obama y no Trump quien dividió al país, haciendo la diferencia de color, blanco y negro. Ahora esa división se ha agudizado por Trump, pero la provocó Obama», añade Lola.
Al centrar la conversación en los medios de comunicación, a los que el presidente insiste en definir como «el enemigo del pueblo», esta fiel defensora suya cree que «a veces son atrevidos y maleducados, hacen comentarios sobre su persona y su familia. Desgraciadamente la Prensa está politizada, las 'fake news' cambian los hechos a su antojo». Un discurso más propio del mandatario, que parece haber calado hondo entre sus seguidores. Al igual que la injerencia con Rusia, al opinar que «es inocente hasta que prueben que es culpable. Por ahora, ha costado millones de dólares esta investigación y en dos años Muller no ha podido encontrar nada de información que comprometa al presidente», recuerda indignada.
Aunque si hay un tema que genere mayor polémica en torno a Trump, tras la celebración de la tercera marcha multitudinaria en Washington, es el de las mujeres. Y es que el movimiento global #MeToo se potenció precisamente como reacción a un comentario machista de Trump sobre por dónde se debe agarrar a las mujeres. «Encuentren a un hombre que no ha hecho comentarios de mujeres. Escuchen a sus esposos o hijos cuando hablan entre ellos. El hombre es hombre. Yo los adoro y creo que hay que ajustarse al contexto. ¿Y cuántos años hace que se hicieron esos comentarios?», puntualiza.
Entre las mayores virtudes del presidente, a ojos de sus votantes, está la de que «Trump no acepta presiones políticas, ni nacionales ni internacionales. No acepta ser un presidente común y corriente. Lo admiro, sobre todo, porque puso a EE UU primero, por delante de lo demás. Igual que hizo Ronald Reagan en su día, a quien, por cierto, tuve la suerte y el orgullo de conocer». Sucedió durante el baile presidencial que Ronald Reagan y Nancy Davis organizaron en el entonces recién inaugurado Museo Aeroespacial. Lola lo tienen muy claro: «A menos que salga alguien en el Partido Republicano que me demuestre que es mejor que él, volveré a votar por Trump».
La Casa Blanca carga contra los demócratas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado duramente a la líder del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la que ha descrito como una «demócrata radical» por rechazar su oferta de compromiso sobre el levantamiento del muro con México, según palabras del mandatario, movida puramente por un afán electoralista. «No piensan en el crimen y las drogas, piensan en un 2020 que no van a ganar», ha hecho saber Trump sobre las elecciones presidenciales del año que viene, y en un momento de parálisis federal y suspensión de los pagos a los funcionarios provocadas por la falta de consenso en los presupuestos, de los que el muro con México forma parte.
El mandatario subrayó que, ante todo, su objetivo era «romper el bloqueo» que paraliza parcialmente la Administración federal y que ha dejado a 800.000 trabajadores sin sueldo. Por si fuera poco, avivando las llamas de la disputa y con motivo del segundo aniversario de su investidura como mandatario del país, el inquilino de la Casa Blanca publicó ayer un vídeo patriótico en el que asegura que pone los intereses de América primero.
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