Tsipras aumenta las pensiones y frena el despido de funcionarios

El primer ministro desmantela el memorándum con la troika sin aclarar cómo se financiará.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció ayer durante su primer Consejo de Ministros que una de sus prioridades será «la renegociación de la deuda griega con los socios para una solución que beneficie a todos», en un intento de tranquilizar tanto a los griegos como a los acreedores.

«Probaremos que las profecías de Casandra se equivocan. No vamos a provocar una confrontación destructiva pero tampoco vamos a continuar por la senda de políticas que nos han llevado a la catástrofe», añadió Tsipras en su primera intervención como jefe del Ejecutivo. El recién nombrado primer ministro aseguró que tiene un plan para Grecia con el que no necesita agravar el déficit, pero tampoco permitirá «las obligaciones asfixiantes» de los anteriores gobiernos.

El líder izquierdista también insistió en la necesidad de acabar con el clientelismo político y la corrupción, con el objetivo de poner fin al Estado que funcionaba contra los intereses de la sociedad. «Vamos a aplicar las reformas que no se han podido hacer durante 40 años. Se abre una nueva era para Grecia», concluyó Tsipras.

Una de las iniciativas más populares ha sido el incremento del salario mínimo y la recuperación de la paga de Navidad para los pensionistas. Justo antes de la reunión del gabinete, el nuevo ministro de Trabajo griego, Panos Skurletis, proclamó que una de las primeras medidas del nuevo Ejecutivo será «el aumento del salario mínimo interprofesional y la decimotercera paga de las pensiones más bajas». En el conocido como «Programa de Salónica», la hoja de ruta de Syriza, está previsto restaurar el salario mínimo en 751 euros brutos, frente a los 586 que regían en la actualidad. No obstante, recalcó que todas estas medidas se adoptarán siguiendo rigurosamente el procedimiento parlamentario, en alusión a que el Ejecutivo anterior gobernaba mediante decretos introduciendo leyes por el procedimiento de urgencia, sin apenas dar tiempo al debate. También en los momentos previos al primer Consejo de Gobierno, el ministro de Reforma Productiva, Medio Ambiente y Energía, Panagiotis Lafazanis, anunció la «inmediata paralización del proceso de privatización de las eléctricas», una de las medidas más destacadas de la lluvia de propuestas de los ministros ayer. «Vamos a tratar de hacer la corriente más barata para impulsar la competitividad y ayudar a las familias», añadió Lafazanis. Uno de los pilares del programa del nuevo Ejecutivo consiste en medidas de urgencia para mejorar la situación de los más pobres, entre las que figura ofrecer electricidad gratuita a 300.000 hogares. Esta decisión da un giro a los planes del anterior Gobierno que fueron aprobados el pasado año y que contemplaban la venta de las eléctricas en un intento de liberalizar el mercado energético. Sobre los efectos que esta medida podría tener en los presupuestos de 2015, Lafazanis dijo que se incluirán los ingresos de privatizaciones anteriores que todavía no han sido cobrados».

Por su parte, el viceministro de Pesca, Thodoris Dritsas, anunció la paralización del proceso de privatización del puerto del Pireo, cerca de Atenas. En la misma línea de reforzar el poder del Estado, el viceministro griego de Reforma Administrativa, Yorgos Katrugalos, apuntó que el Gobierno revocará todos los despidos inconstitucionales de funcionarios que se han llevado a cabo en los últimos años. Eso permitirá que se corrijan las «injusticias» como los despidos de las limpiadoras del Ministerio de Finanzas y de los guardias escolares. En materia social, el viceministro de Sanidad, Andreas Xanthos, anunció la cancelación de la tasa de cinco euros que los pacientes tienen que pagar por cuidados hospitalarios en el sistema de sanidad pública, así como el euro por receta médica. Aunque la medida más sorprendente vino de la viceministra de Políticas Migratorias, Tasia Christodoulopoulou, cuando aseguró que los hijos de inmigrantes nacidos y crecidos en Grecia tendrán la opción de pedir la nacionalidad griega. Christodoulopoulou justificó esa decisión porque «esos niños nunca conocieron otro país». La medida afectará a 200.000 inmigrantes. Neupic