Túnez

Túnez mata a 5 presuntos yihadistas que se habían infiltrado desde Libia

Estaban vinculados con la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico y entraron en el país de forma irregular a través de la frontera a bordo de varios vehículos todoterreno.

Imagen de archivo de miembros de la seguridad de Túnez
Imagen de archivo de miembros de la seguridad de Túnezlarazon

Fuerzas de seguridad tunecinas han matado a cinco presuntos yihadistas que se habían infiltrado en el país desde Libia y habían tomado a una familia como rehén

Unidades especiales tunecinas de la lucha antiterrorista mataron hoy a cinco presuntos yihadistas que se habían infiltrado en el país desde la vecina Libia y tomado a una familia como rehén, informó el ministerio de Defensa.

En el asalto a la casa, situada en el Auya, una pequeña localidad a 10 kilómetros de la ciudad meridional de Ben Guerdan, resultó herido leve en la cabeza un oficial superior de la Armada tunecina, agregó la fuente, que no dio detalles sobre la familia retenida.

Según la Fuerzas de Seguridad, los presuntos terroristas están vinculados con la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico y entraron en el país de forma irregular a través de la frontera a bordo de varios vehículos todoterreno.

"Los yihadistas se refugiaron en una casa y tomaron a una familia como rehén en su intento de huida tras un enfrentamiento con las fuerzas de Seguridad. Un ciudadano resultó herido y murió en el hospital", explicó la fuente.

"Un oficial superior de la Armada tunecina ha sido herido en la cabeza y trasladado al hospital regional de Ben Guerdan", explicó a la prensa uno de los testigos, que apuntó que otros cinco presuntos yihadistas habrían logrado huir tras el primer intercambio de disparos, agregó.

Fue en Ben Guerdan, situada a unos 50 kilómetros al oeste de la frontera libia, donde las fuerzas de Seguridad detectaron a los presuntos yihadistas infiltrados y donde se entabló el primer tiroteo, en el que pereció el civil, al parecer alcanzado por una bala perdida.

La Policía fronteriza tunecina estaba en estado de alerta máxima desde que hace dos semanas aviones de combate estadounidenses mataran a 50 personas -en su mayoría tunecinos- en un bombardeo contra supuestos objetivos de la rama libia del EI en la ciudad libia de Sabratah, a unos 100 kilómetros de la frontera con Túnez.

Según el Pentágono el fin último del ataque era matar a Nourdine Chouchane, un conocido cabecilla yihadista tunecino al que se acusa de instigar dos de los tres atentados que Túnez sufrió en 2015 y que luchó junto al Estado Islámico en Siria e Irak.

Poco después, tropas al mando del gobierno libio en Trípoli prosiguieron con la operación por tierra contra la citada célula en Sabratah, lo que había puesto en alerta a las fuerzas tunecinas, que temían que hostigados los yihadistas, estos huyeran en dirección a su país.

Las zona de desierto del sur de Túnez que se extienden entre Libia y Argelia se han convertido en los últimos años en lugar de reunión y paso de cientos de yihadistas procedentes de todos los puntos del Sahel y del norte de África que pretenden sumarse a la lucha armada en territorio libio.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los rebeldes sobre el ahora extinto régimen dictatorial de Muamar el Gadafi.

En los últimos años, los yihadistas han aprovechado el conflicto político y militar entre los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk para asentarse en diversas partes de libia, instalar un bastión en el puerto mediterráneo de Sirte y extender su inestabilidad al resto del norte de África, y en especial a Túnez.

El lunes, fuerzas de Seguridad tunecinas ya mataron a cuatro presuntos yihadistas en un tiroteo en una zona cercana a la frontera con Argelia. EFE