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Kiev-Washington

Ucrania y EE UU firman finalmente un acuerdo sobre recursos minerales

El pacto prevé la creación de un fondo de inversión para la reconstrucción del país invadido y el aumento de las inversiones en la industria minera

Las tierras raras que ansía Trump en Ucrania: recursos minerales esenciales para la tecnología moderna EUROPAPRESS

Según la última información que ha compartido la agencia Bloomberg en la medianoche de este miércoles, 1 de mayo, ya se ha llevado a término la firma de un convenio entre Estados Unidos y Ucrania para establecer un Fondo de Inversión destinado a la Reconstrucción, con el objetivo de apoyar la reactivación económica de Kyiv y asegurar a Washington un acceso preferencial a recursos estratégicos del país. Así lo ha anunciado hoy Scott Bessent, Secretario del Tesoro de los EE UU.

Durante una reunión celebrada a primera hora de este miércoles del Gabinete presidencial de Donald Trump, el mandatario aseguró que con este acuerdo "nuestro dinero está asegurado, podremos empezar a excavar y hacer lo que debemos hacer". Además, comentó que el trato al que han llegado con Ucrania "también será bueno para ellos, porque contarán con la presencia estadounidense en el territorio, que mantendrá malos factores fuera del país o del área donde están las excavaciones", compartió Bloomberg.

Según ha informado EuropaPress, ambas naciones han llegado a un acuerdo para establecer un fondo de inversión para la reconstrucción debido a la guerra. Así, la ministra de Desarrollo Económico y Comercio de Ucrania, Yulia Sviridenko, ha explicado a través de un comunicado publicado en su perfil de la red social Facebook que el fondo "invierte en proyectos de minería, petróleo y gas, así como en infraestructura o procesamiento relacionados".

Así, ha apuntado a que el fondo se financiará "exclusivamente con ingresos provenientes de nuevas licencias para proyectos en el campo de materiales críticos (como las 'tierras raras'), petróleo y gas", por lo que se excluyen los proyectos ya iniciados. "El acuerdo se refiere a una mayor cooperación estratégica", ha añadido. "Ucrania y Estados Unidos determinarán conjuntamente los proyectos de inversión específicos a los que se destinarán los fondos. Es importante que el fondo pueda invertir exclusivamente en Ucrania", ha indicado antes de agregar que se prevé que, durante los primeros diez años, las ganancias e ingresos del fondo no se distribuyan, sino que se inviertan en nuevos proyectos en Ucrania.

Como indica Europa Press, Kiev espera que esta muestra de apoyo por parte del Gobierno estadounidense les "ayude a atraer inversiones y tecnologías de fondos y empresas tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea y otros países que apoyan" su "lucha contra el enemigo ruso". Sviridenko ha señalado que han conseguido que "la plena propiedad y control" permanezcan en manos ucranianas, es decir, que todos los recursos de su territorio "pertenecen a Ucrania" y "es el Estado ucraniano quien determina dónde y qué extraer", puesto que "el subsuelo sigue siendo de propiedad ucraniana"

Asimismo, ha agregado que se trata de una asociación igualitaria que funciona al 50 por ciento, de forma que lo gestionarán "conjuntamente" y "ninguna de las partes tendrá mayoría de votos, lo que refleja la asociación de igualdad de condiciones". Tampoco incluye cambios en la gestión de empresas de propiedad estatal y el pacto "no menciona ninguna obligación de deuda de Ucrania con Estados Unidos". "El acuerdo cumple con la Constitución y no altera el rumbo de la integración europea: es coherente con la legislación nacional y no contradice ninguna obligación internacional de Ucrania. Es importante que el acuerdo también sirva como señal para otros actores mundiales de la fiabilidad de la cooperación con Ucrania a largo plazo", ha manifestado.

Antecedentes y reticencias a la firma

Ucrania y Estados Unidos han firmado finalmente el acuerdo sobre la explotación de recursos minerales que estaba pendiente de acordarse en las últimas horas. Este pacto, exigido por Washington, ha generado tensiones y prolongadas negociaciones. El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, confirmó este miércoles que el acuerdo podría rubricarse en las próximas 24 horas, mientras la viceprimera ministra Yulia Svyrydenko viajaba a la capital estadounidense para cerrar los detalles pendientes.

Las dudas que persistían respecto a las nuevas demandas de la administración de Donald Trump, que insiste en acciones rápidas que podrían contravenir las leyes ucranianas, han sido aclaradas. “Una vez que se finalicen todos los detalles, espero que en las próximas 24 horas el acuerdo quede firmado”, afirmó Shmyhal el miércoles. Según el primer ministro, será “un acuerdo internacional equitativo y beneficioso” que fomentará “inversiones conjuntas para el desarrollo y la reconstrucción de Ucrania”.

El pacto prevé la creación de un Fondo de Inversión para la Reconstrucción de Ucrania y establecerá condiciones para aumentar las inversiones en la industria minera, la energía y tecnologías relacionadas. Shmyhal añadió que, tras la ratificación del acuerdo principal por el Parlamento ucraniano, se firmarán dos acuerdos técnicos adicionales sobre la creación y financiación del fondo.

Este acuerdo representa un logro significativo para Ucrania, que enfrenta una doble presión: diplomática, por las exigencias de EE.UU., y militar, por la invasión rusa que intenta repeler. Inicialmente, Washington propuso que los ingresos de los recursos naturales ucranianos —en un principio tierras raras, pero luego ampliado a prácticamente todos los minerales— se destinarán a compensar la ayuda militar y económica ya proporcionada por EE.UU., valorada, falsamente, por la administración Trump en 300.000 millones de dólares.

“Queremos tierras raras, petróleo, todo lo que podamos obtener. Vamos a recuperar nuestro dinero”, declaró Trump en febrero, dejando clara su postura. Sin embargo, la negativa inicial del presidente Volodímir Zelenski a aceptar un acuerdo que muchos expertos calificaron de “explotador y neocolonial” marcó la primera ruptura pública entre ambos líderes. Ucrania rechazó las condiciones propuestas por el ministro de finanzas estadounidense Scott Bessent, que no incluían las garantías de seguridad que Kiev buscaba, lo que llevó a unas negociaciones prolongadas para encontrar un punto intermedio y evitar un distanciamiento definitivo con su antiguo aliado clave.

A pesar de varios anuncios de que el acuerdo estaba cerca, los avances se vieron frustrados tras un encuentro en la Casa Blanca entre Trump y Zelenski que derivó en una disputa pública. Finalmente, en abril, ambas partes firmaron un memorando que estableció los principios clave del futuro acuerdo. Finalmente, EE.UU. aceptó que solo la asistencia militar futura, proporcionada tras la firma del acuerdo, se consideraría en el cálculo de su contribución al fondo.

No obstante, la imprevisibilidad de la administración Trump ha generado nuevos obstáculos. Según The Financial Times, el acuerdo marco estuvo a punto de colapsar en el último momento, después de que la delegación ucraniana partiera a Washington el miércoles. Representantes de Scott Bessent habrían indicado a Svyrydenko que “debería estar preparada para firmar todos los acuerdos o regresar a casa”. Washington exigió la firma inmediata de un segundo documento más detallado y técnico sobre la gestión de los ingresos minerales, algo que Ucrania no puede cumplir, ya que el acuerdo marco requiere la ratificación previa del Parlamento.

El gobierno ucraniano planea iniciar consultas con las facciones parlamentarias el jueves para revelar el contenido del acuerdo y preparar el voto". “Si se firma, este paso supondrá una mejora significativa en las relaciones entre EE.UU. y Ucrania”, señaló en redes sociales el exministro de Economía Timofi Milovanov. “Espero que prevalezca el sentido común”.

Desde que asumió el poder, Trump no ha autorizado nuevos envíos de armas a Ucrania, limitándose a entregar la ayuda ordenada por su predecesor, Joe Biden. Además, ha reducido programas de asistencia existentes. Tras su disputa con Zelenski suspendió, temporalmente, el intercambio de inteligencia militar con Ucrania. Aunque la dependencia de Ucrania del apoyo estadounidense ha disminuido, este sigue siendo crucial, especialmente en el ámbito de las defensas aéreas, fundamentales para contrarrestar los constantes ataques rusos con misiles y drones.

Kiev subrayó su voluntad de poner fin al conflicto y ha tratado de evitar nuevos roces con Washington, también para prevenir un escenario en el que Trump adopte una postura abiertamente hostil y bloquee la transferencia de armas estadounidenses controladas por otros aliados de Ucrania. Es poco probable que la firma del acuerdo transforme por sí sola las relaciones entre Ucrania y Estados Unidos, pero podría dar un respiro a la nación invadida que enfrenta crecientes ataques rusos en el campo de batalla y en contra de sus ciudades.