Guerra en Europa

Ucrania pone en aprietos a Rusia con el avance en Kursk

Seis meses después del inicio de la ofensiva sorpresa, los de Putin sigue sin poder expulsar a los ucranianos

Seis meses después del inicio de la ofensiva sorpresa de Ucrania en Kursk, el ejército ruso sigue sin poder expulsar a las fuerzas ucranianas de su propio territorio. Ucrania lanzó ayer otro gran contraataque al este de Sudzha, una ciudad clave bajo su control, según el Ministerio de Defensa de Rusia. Moscú afirma haber frustrado los intentos de avance de Ucrania hacia la aldea de Ulanok. Aun así incluso blogueros militares rusos afirman que Ucrania logró capturar al menos una localidad, Cherkasskaya Konopelka. Kyiv no ha comentado la noticia pero considera su ofensiva, lanzada en agosto pasado, un éxito importante que podría desempeñar un papel importante en las posibles negociaciones con Rusia.

Según los analistas militares, Ucrania controla actualmente hasta 600 kilómetros cuadrados en la región rusa. Neutraliza mediante una defensa dinámica la superioridad numérica de su enemigo y su uso de bombas masivas.

«En algunos casos, nuestras fuerzas se han retirado deliberadamente de algunas aldeas para atraer a las fuerzas rusas a una trampa y maximizar sus pérdidas», explica Oleksi Melnik, analista militar del Centro Razumkov.

Desde agosto, Rusia ha multiplicado por seis el número de sus efectivos en la zona, pasando de unos 10.000 a 60.000, según Kyiv, y desviando fuerzas importantes de otras partes de la línea del frente, situadas en Ucrania. Además 40.000 soldados rusos han muerto o han resultado heridos en la zona, incluidos 4.000 aliados de Corea del Norte.

Unos 900 soldados rusos fueron capturados, con muchos ya intercambiados por soldados ucranianos en cautiverio ruso, llevando así buenas noticias a miles de familias ucranianas. Como subrayó ayer el Ejército ucraniano, la operación en Kursk también ha impedido que Rusia lance una nueva ofensiva en las regiones adyacentes de Sumi y Jarkiv. «Al menos en este caso, es el territorio de Rusia, no de Ucrania, el que está siendo arrasado por las bombas rusas», subraya Melnik. «Hemos traído la guerra de vuelta a casa, a Rusia. Es ahí donde tienen que sentir lo que es realmente la guerra», comentó Zelenski ayer, después de condecorar a varios soldados ucranianos por su participación en la operación. Los ucranianos creen que el revés en Kursk ha asestado un duro golpe a la reputación de Vladimir Putin, tanto dentro como fuera de Rusia, demostrando que es incapaz incluso de proteger las fronteras y a los ciudadanos de su propio país, por no hablar de lograr sus objetivos en Ucrania.

La zona bajo control ucraniano ha disminuido desde agosto y es igual a la mitad de lo que controlaba en el apogeo de su ofensiva. Sin embargo, el progreso de Rusia en Kursk se ha ralentizado, ya que los soldados norcoreanos han mostrado poco en el campo de batalla y se han retirado debido a las altas pérdidas, según Kyiv. «Lo que importa no es la extensión del territorio que Ucrania controla en Kursk, sino su mera presencia allí», subraya Melnik. Kyiv espera que se pueda utilizar esto para intercamibar las zonas ocupadas por Rusia en Ucrania en caso de posibles negociaciones.

El factor Corea del Norte

Sin embargo, la creciente cooperación entre Rusia y Corea del Norte es motivo de preocupación. En gran medida, son millones de proyectiles de artillería suministrados por el aliado comunista a Rusia los que le han ayudado a mantener una presión tan alta en la línea del frente durante tanto tiempo, dijo Melnik a LA RAZÓN. Putin «está enseñando» a este país cómo librar una guerra moderna, que es una amenaza para todos, incluidos los países del este de Asia, señaló Zelenski. «Estoy agradecido a todos nuestros socios que entienden lo importante que es detener a Rusia ahora, para que no tengamos que volver a luchar dentro de unos años», subrayó.

Según aseguran fuentes del Ejército ucraniano, la presión rusa en la línea del frente ha disminuido notablemente en la última semana, ya que el número medio diario de asaltos ha caído por debajo de los 100, en comparación con el pico de 250 en diciembre. Sin embargo, Rusia continúa sus intentos de capturar más territorio cerca de Pokrovsk, Kurajove y Lyman en Donetsk y Kupiansk en Jarkiv.