Reino Unido
Un Brexit duro costará a los británicos 73.000 millones de euros al año
La salida de la Unión Europea provocaría una caída de un 9,5% del PIB británico
Theresa May aún no ha especificado si entre sus objetivos está el de permanecer dentro o fuera del mercado único, una vez comiencen las negociaciones para sacar a Reino Unido de la UE. Sin embargo, las polémicas propuestas que ha presentado para reducir la inmigración y la rapidez con la que se aventura a solicitar el artículo 50 para comenzar el divorcio con Bruselas –finales de marzo de 2017– hacen temer que finalmente apostará por el denominado «Brexit duro». Y en este sentido, el Ejecutivo podría perder unos 66.000 millones de libras (72.864 millones de euros) de recaudación fiscal anual. La cifra representa casi una décima parte de los 716.000 millones de libras (790.464 millones de euros) que el Tesoro espera recaudar este año y, además, equivaldría al 65% del presupuesto anual del Sistema Nacional de Salud (NHS).
El rotativo británico «The Times» fue el responsable de publicar ayer unos documentos del Gobierno donde se advierte a los ministros de que, si Reino Unido abandona el mercado único y tiene que depender de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para comerciar con el continente, el Producto Interior Bruto (PIB) del país puede descender un 9,5 %, lo que obligaría a reducir el gasto público o subir los impuestos.
Lo que llamó la atención es que las cifras que estudia ahora el Consejo de Ministros corresponden al informe publicado el pasado mes de abril por el anterior responsable de Economía, George Osborne, quien fue acusado entonces por los «tories» euroescépticos de hacer propaganda pro UE. En este sentido, un portavoz de Downing Street aseguró que las cifras no eran nuevas. «No voy a entrar en recalentar los argumentos que se hicieron durante la campaña del referéndum», se limitó a decir.
Los líderes empresariales están preocupados ante la posibilidad de que Londres se ponga al «borde del acantilado» con nuevos aranceles y barreras comerciales. El Consorcio Minorista Británico ha advertido de que el precio de la carne podría aumentar un promedio de un 27%, mientras que el coste de importación de prendas de vestir y calzado podría aumentar hasta en un 16%. Varios ministros que abogaron por la permanencia en el bloque están intensificando los esfuerzos para priorizar las preocupaciones económicas en las discusiones del Brexit, pues temen que la obsesión de los euroescépticos por reducir la inmigración no permita ver la magnitud del problema que un Brexit duro podría acarrear a las arcas públicas. Por su parte, el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, acusó ayer al Gobierno de empujar al país hacia el «borde del precipicio» al sugerir que dará prioridad al control de la inmigración frente a la permanencia en el mercado único europeo.
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