Política

Guerra en Siria

Un «crimen de guerra» con gas sarín

La Razón
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El informe entregado por los inspectores sobre armas químicas al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, confirmaría que en el ataque del 21 de agosto en Ghouta, en el extrarradio de Damasco, se utilizó gas sarín.

La confirmación del uso de armas químicas en Siria no revela nada nuevo. De hecho, el informe que ratifica su uso el 21 de agosto en Ghutta pone a EE UU en una posición delicada, ya que el presidente Barack Obama ha dicho en reiteradas ocasiones que el uso de estas armas de destrucción masiva era «intolerable». Si bien la solución militar debe ser la última de las opciones, la aceptación, sólo de palabra, del presidente sirio Bachar al Asad de poner a recaudo de la ONU su arsenal químico no da demasiadas esperanzas. El régimen ha dado un paso adelante pero no garantiza que en un futuro cercano puedan torcerse de nuevo los planes de paz. Por ese motivo, EE UU se reserva junto con sus aliados en el Consejo de Seguridad, Reino Unido y Francia, mantener el empleo de la fuerza como una opción sobre la mesa en caso de que Asad incumpla lo establecido en el acuerdo, algo que Rusia y China rechazan por completo. Así lo expresó ayer el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que criticó la petición occidental de una «resolución fuerte» contra Siria al considerar que «tergiversa» lo acordado con su homólogo estadounidense, John Kerry, en Ginebra.

Según el informe de la comisión de la ONU que investigó el posible uso de armas químicas en Siria, el equipo no ha podido establecer la autoría de esos ataques, aunque sospecha que provinieron del régimen sirio. Las muestras químicas, médicas y medioambientales recogidas sobre el terreno ofrecen pruebas «claras y convincentes» de que ese día se usaron cohetes tierra-tierra con el agente nervioso sarín, indica el documento de 41 páginas entregado por el jefe de misión, Ake Sellstrom, al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el pasado domingo. «La trayectoria de los misiles, desde las zonas dominadas por el Gobierno hacia los barrios controlados por la oposición, el tipo de plataformas para lanzarlos y las sustancias empleadas» son algunas indicaciones de que el origen del ataque estuvo en el régimen, menciona el informe. Los inspectores de la ONU concluyeron que se utilizaron armas químicas «contra civiles, incluyendo a niños, a una escala relativamente grande».

El equipo de investigadores, que permaneció dos semanas en Siria, recogió y examinó pruebas en 14 localizaciones en las que se había denunciado un ataque químico. En una reunión a puerta cerrada con los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, el jefe de Naciones Unidas declaró que el uso de armas químicas en Siria es un «crimen de guerra» y solicitó que se considere la amenaza de sanciones para respaldar un plan de destrucción de esas armas. «Los resultados son indiscutibles y abrumadores. Los hechos hablan por sí solos», dijo Ban ante el Consejo de Seguridad. «La misión de la ONU ha confirmado, de manera objetiva e inequívoca, que se usaron armas químicas en Siria», insistió, antes de detallar que las víctimas mostraron síntomas «claros» asociados al sarín, como «pérdida de conciencia, dificultades respiratorias, visión borrosa, vómitos y convulsiones». Ante estos hechos, el secretario general reiteró al Consejo que la comunidad internacional tiene la «responsabilidad moral» de llevar a los responsables ante la Justicia y de garantizar que las armas químicas no vuelvan a utilizarse como un instrumento para un acto de guerra.

Para la oposición, la eliminación de las armas de destrucción masiva no van a ayudar a poner fin a la guerra. «Incluso si las armas químicas de Siria desaparecen, esto no va a detener el derramamiento de sangre que continúa todos los días sobre el terreno», denunció a LA RAZÓN Ismail al Taftanasi, un activista de Idlid. Por su parte, la Coalición Nacional de Siria insistió en que la prohibición del uso de armas químicas, que causó la muerte de más de 1.400 civiles sirios, «debe extenderse a prohibir el uso de los ataques aéreos del régimen y armas balísticas contra centros de población».

Por otra parte, las fueras aéreas turcas derribaron ayer un helicóptero sirio que violó el espacio aéreo del país, según anunció el Gobierno de Ankara. «Un helicóptero militar sirio penetró dos kilómetros en el espacio aéreo turco y se le advirtió reiteradamente antes de ser derribado con misiles disparados desde aviones turcos».