Dictadura de Ortega

El Vaticano cierra su embajada en Nicaragua

El Papa tildó al régimen de Nicaragua de "dictadura grosera" y Ortega suspendió las relaciones diplomáticas

Fotografía de una pantalla de un televisor mientras el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, participa de un acto en homenaje al 88 aniversario de la muerte del General Augusto C. Sandino, hoy en Managua (Nicaragua)
Fotografía de una pantalla de un televisor mientras el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, participa de un acto en homenaje al 88 aniversario de la muerte del General Augusto C. Sandino, hoy en Managua (Nicaragua)Jorge TorresAgencia EFE

La Nunciatura Apostólica en Nicaragua cerró su sede en Managua, después de que el Gobierno del presidente Daniel Ortega le planteara al Vaticano suspender las relaciones diplomáticas la semana pasada tras las declaraciones del papa Francisco, que calificó como "dictadura grosera" al Ejecutivo sandinista, informaron este sábado fuentes diplomáticas.

"La Nunciatura se cerró después de que el Gobierno nicaragüense decidiera unilateralmente suspender las relaciones", indicó la Embajada de Alemania en Nicaragua, a través de sus redes sociales.

El embajador de Alemania en Nicaragua, Christoph Bundscherer, junto a sus colegas de Francia, Brieuc Pont; de Italia, Simone De Santi; y una representante de la delegación de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, se despidieron del encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, "antes de su salida del país".

Según el portal nicaragüense Confidencial, Diouf salió de Nicaragua la tarde del viernes vía terrestre con destino a Costa Rica, en donde se encuentra.

El medio, que cita fuentes diplomáticas en Roma, informó de que la sede de la Nunciatura en Managua quedó bajo resguardo del Gobierno de Italia, a través de su embajada en Managua.

"Junto a la Iglesia Católica, los representantes de la Unión Europea en Nicaragua también defenderemos siempre los valores cristianos de libertad, tolerancia y dignidad humana", aseguró el diplomático alemán, quien lamentó el cierre de la Nunciatura.

El embajador italiano expresó "los mejores deseos para el encargado de negocios de la Santa Sede en Managua, monseñor Marcel Diouf".

EL PAPA Y EL "DESEQUILIBRO" DE ORTEGA

El Gobierno nicaragüense informó el domingo pasado de "que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas", luego que el papa Francisco calificara como "dictadura grosera" al Ejecutivo de Daniel Ortega.

Francisco apuntó que el Gobierno de Ortega en Nicaragua era una "dictadura grosera", un mes después de la condena del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada el viernes de la semana pasada.

"Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio", aseveró el papa Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.

Fuentes vaticanas explicaron a EFE que Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas respectivas, aunque no existe aún una ruptura de las relaciones diplomáticas.

La petición ha sido para el cierre tanto de la Nunciatura, representación vaticana en el país centroamericano como de la embajada nicaragüense ante la Santa Sede, especificaron.

Aunque se trataría de un primer paso para la ruptura total de las relaciones diplomáticas, lo que aún no ha sucedido.

Nicaragua no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor, y sólo cuenta con una ministra consejera para las gestiones.

Asimismo, en marzo del año pasado, Nicaragua también expulsó al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.

El pasado 21 de febrero, el mandatario nicaragüense calificó de "mafia" a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.