Parlamento Europeo

Von der Leyen se choca con el «no» de los verdes y la división socialista

La candidatura de la política alemana a presidir la Comisión se complica. No podrá contar con los 74 escaños ecologistas y cuando queda menos de una semana para la votación solo tiene asegurado el apoyo del PP europeo.

Ursula von der Leyen se reunió ayer en Bruselas con el nuevo presidente del Parlamento Europeo, el italiano David-Maria Sassoli
Ursula von der Leyen se reunió ayer en Bruselas con el nuevo presidente del Parlamento Europeo, el italiano David-Maria Sassolilarazon

La candidatura de la política alemana a presidir la Comisión se complica. No podrá contar con los 74 escaños ecologistas y cuando queda menos de una semana para la votación solo tiene asegurado el apoyo del PP europeo.

Ursula Von der Leyen no va a tenerlo fácil. La candidata a presidir el ejecutivo comunitario ha desplegado los últimos días toda su capacidad de seducción para conseguir el aval del Parlamento Europeo, tras las designación de las capitales. Pero tras la cita ayer con la conferencia de presidentes (los representantes de los grupos) todo sigue en el aire. La candidata necesita 376 votos a favor de un total de 751. Los tres grupos mayoritarios (populares, socialistas y liberales) le otorgarían 444 votos, pero las cuentas no cuadran.

Los eurodiputados están deseosos de hacer valer su escaño, después de que el sistema conocido como «spitzenkandidaten» –los candidatos de las familias políticas que se presentan a las elecciones europeas se convierten en aspirantes a la presidencia de la Comisión– haya saltado por los aires. De momento, Von der Leyen sólo puede contar con el voto incondicional de sus compañeros de filas del Partido Popular Europeo. Los demás se lo han negado, como comunicaron ayer formalmente los verdes, o se lo están pensando. Y aquí los matices son muy importantes. Socialistas y liberales han puesto diferentes condiciones a la política germana y los primeros todavía se encuentran seriamente divididos sobre su voto. Los socialistas alemanes ya han dicho que no apoyarán a su compatriota, aunque la nueva jefa de filas del grupo parlamentario, Iratxe García, aún confía en lograr una posición común en unos días.

La conferencia de presidentes de la Eurocámara estableció como fecha provisional el próximo martes para la votación de Von der Leyen, aunque el nuevo presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, defendió la posibilidad de retrasar la votación 24 horas para que los eurodiputados puedan analizar con calma el discurso de la candidata –previsto también para el martes– y los socialistas consigan una posición unida. Otros rumores admiten ya que la votación se pueda retrasar al mes de septiembre para arañar el máximo de concesiones a la nueva presidenta del ejecutivo comunitario. Hoy se reúne la conferencia de presidentes y será necesario el voto favorable de socialistas, liberales, verdes e izquierda unitaria para posponer esta votación después de la pausa veraniega. Si liberales y populares votaran a favor de la alemana, ésta aún neesitaría 86 votos, y aquí los socialistas son decisivos, ya que cuentan con 154 eurodiputados.

Por su parte, los populares niegan cualquier división entre sus filas a pesar del enfado que ha ocasionado el desbaratamiento del «spitzenkandidaten», y consideran que las presiones del resto de los grupos obedecen a la necesidad de «hacer teatro». «Los grupos considerados proeuropeos no tienen un plan B a Von der Leyen», aseguran. Verdes y socialistas piden a la política alemana mayor hincapié en la lucha contra el cambio climático y un enfoque más social de las políticas europeas. La candidata se ha mostrado a favor de medidas más ambiciosas para la transición energética para paliar los efectos adversos de la reconversión, y ha pedido a las capitales que nominen a dos candidatos, un hombre y una mujer, con el objetivo de elegir al más conveniente para conseguir la paridad entre los miembros del ejecutivo comunitario. También está dispuesta a dar un papel más protagonista a la Eurocámara en el caso de las resoluciones (no vinculantes) que sean aprobadas por mayoría absoluta.

Dacian Ciolos, presidente de los liberales europeos –rebautizados como Renew Europe– aseguró ayer que todavía «no se puede dar por sentado» el voto positivo de su formación. Entre las condiciones impuestas destaca la puesta en marcha de listas trasnacionales a las elecciones europeas para poder resucitar el «spitzenkandidaten», la modificación del sistema de sanciones ante la deriva autoritaria de algunos países y otorgar a la cabeza de lista liberal, Margrethe Vestager, una cartera dentro del ejecutivo comunitario de la misma importancia que la del socialista Frans Timmermans. Fuera de micrófono, fuentes del grupo reconocen que su impresión tras la reunión con Von der Leyen ha sido «positiva» y se da por seguro el apoyo si cumple estos requisitos.