Xi desaprueba la bomba

China, al igual que Rusia, desean seguir manteniendo relaciones cordiales con Corea del Norte por intereses estratégicos, pero, en el caso específico de Pekín, Xi Jinping no está dispuesto a dar un apoyo incondicional a Kim Jong Un. Desde Pekín se oponen frontalmente a la nuclearización de Corea del Norte y su intención es que el régimen se siente a negociar con Estados Unidos para frenar su carrera atómica. China es consciente de que puede hacer presión sobre el régimen de Kim, ya que es el mayor socio comercial de Pionyang. Más del 90% de las exportaciones e importaciones norcoreanas se establecen con Pekín. Por este motivo, el régimen de Kim depende económicamente del gigante asiático. Sin embargo, Pyonyang es políticamente independiente de China y seguirá tratando de mantener esa independencia.