«La dermatoscopia ha marcado un antes y un después en el diagnóstico del melanoma»

1- En los últimos años se ha incrementado el número de casos de melanoma, ¿por qué cree que se ha producido este hecho?

En los últimos años ha existido un crecimiento exponencial de los casos de melanoma. En la población española la tasa de incidencia es de 9,7 por cada 100.000 habitantes. Las evidencias actuales suponen que es el resultado de hábitos solares inadecuados, principalmente exposiciones solares agudas e intermitentes, que provocan quemaduras en los primeros años de la vida y la adolescencia.

2- Un porcentaje muy elevado de casos se podría evitar tan sólo tomando unas medidas básicas a la hora de tomar el sol. ¿Cree que la gente está realmente concienciada sobre la importancia de protegerse frente al impacto de los rayos solares?

A pesar de las campañas de fotoprotección que se llevan a cabo en nuestro país, todavía parte de la población no tiene conocimiento sobre los riesgos de una exposición solar inadecuada y del melanoma. Sin embargo, hay otra parte que aún teniendo conciencia de ello, en especial jóvenes y adolescentes, no llevan a cabo las actitudes adecuadas frente a la protección solar.

3- ¿Cuál es el «fallo» más común que cometemos frente al sol?

Basar la fotoprotección sólo en el empleo de cremas para este fin, descuidando horarios y prendas de vestir. En este sentido, la principal medida debe ser evitar la exposición solar directa entre las 12:00 y las 17:00 horas. Otro punto muy importante es que se deben utilizar medidas físicas como sombreros, gafas de sol, vestimenta adecuada, sombrillas... Y no sólo cremas fotoprotectoras.

4- Una cuestión relevante es que se ha visto que muchas personas, pese a emplearlos, no se aplican bien los protectores solares. ¿Qué cosas hacemos mal?

Las cremas de protección solares hay que aplicarlas antes de la exposición solar, y no cuando llegamos a la playa, campo de golf u otro lugar en el que estemos expuestos al sol. Es muy importante extenderlas por todo el cuerpo y en cantidad adecuada, reaplicarlas tras los baños, así como tras varias horas al sol, pues una aplicación no vale para todo un día. Además, hay que utilizar un factor de protección solar adecuado acorde al fototipo de piel y del índice de radiación ultravioleta diaria.

5- ¿Cuáles son los síntomas de que deben alertarnos de que podemos estar ante un caso de melanoma?

Hay que prestar atención si algún lunar ha cambiado de forma, tamaño y/o color; si tiene un aspecto totalmente diferente al resto; o si presenta asimetría, bordes irregulares, color no homogéneo, o diámetro superior a los 6 mm. Realizar una autoexploración de los lunares por parte de los pacientes es algo sencillo y rápido, y puede ser la mejor manera de reconocer irregularidades y facilitar el diagnóstico precoz del melanoma por parte del especialista.

6- ¿Qué avances se han producido en su diagnóstico precoz?

La introducción de la dermatoscopia, una nueva técnica diagnóstica en los últimos años ha marcado un antes y un después en el diagnóstico del melanoma, y cada día comprobamos que nos permite detectar antes estos tumores.

7- ¿Y en su tratamiento?

En los últimos años hemos asistido a una revolución en la terapia sistémica del melanoma gracias al mayor conocimiento de las biología molecular de estos tumores y al desarrollo de la inmunoterapia.

8- ¿Qué importancia tienen estas nuevas terapias inmunológicas?

Desde la introducción de estas terapias el tratamiento del melanoma ha sufrido una revolución, consiguiéndose cifras de supervivencia superiores a las que se alcanzaban con los terapias previos. Se trata de un tratamiento novedoso basado en el empleo de anticuerpos inmunomoduladores que consiguen que el sistema inmunológico del paciente sea capaz de reconocer el tumor y destruir células cancerígenas.

9- ¿En qué casos estarían indicados estos tratamientos?

En aquellos pacientes con melanoma avanzado, tanto a nivel local, regional y a distancia.

10- Afortunadamente, cada vez se curan más casos. ¿Qué porcentaje de éxito hay?

La tasa de supervivencia en estadios precoces es superior al 95%. Sin embargo, en las formas diseminada, el pronóstico empeora considerablemente, con una supervivencia por debajo del 20% a los cinco años. Son en estos casos de melanomas avanzados donde nuevas líneas de investigación centradas en estrategias de combinación con anticuerpos monoclonales inmunomoduladores y terapia dirigida permitirán, probablemente, incrementar la eficacia de estas nuevas terapias para el melanoma avanzado.