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Santiago de Chile

La incertidumbre en Venezuela acapara la cumbre de Chile

Más de 60 países de Latinoamérica y la UE se reúnen por primera vez para reforzar las relaciones económicas

La Razón
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Más de 60 países de Latinoamérica y la UE se reúnen por primera vez para reforzar las relaciones económicas

La ausencia del escenario internacional del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tiene un nuevo capítulo en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un foro regional sin Estados Unidos y Canadá cuya creación fue impulsada por el líder bolivariano con vivo entusiasmo. La cita que hoy comienza en Santiago reúne un total de 60 países y 43 jefes de Estado y primeros ministros. Aunque los temas oficiales de la cumbre son economía, ciencia y tecnología, justicia, infraestructura, finanzas, desarrollo social e integración, los asistentes al foro dialogan de manera informal respecto al estado de salud de Chávez y consultan a los miembros de la delegación venezolana sobre su evolución.

Del otro lado, el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, y el ministro de Exteriores, Elías Jaua, sondearán el terreno en busca de legitimidad internacional. Tras su «flexible» interpretación de la Constitución, el Gobierno caribeño obvió la toma de posesión de Chávez, alargando indefinidamente el mandato de Maduro. El «golpe» a la Carta Magna fue corroborado por la Asamblea y el Supremo. Ahora, el Gobierno chavista busca la aprobación del resto de países. Por eso, la Celac –un «invento» de Chávez para suplantar a la OEA– es el escenario perfecto para forjar alianzas.

La misión bolivariana busca, además, tranquilizar a los países «subvencionados» como Nicaragua o Cuba, a los que seguirá «regalando» petróleo. A otros Estados como España bastaría con promesas de mayor seguridad jurídica y garantías energéticas.

Por otro lado, la cúpula venezolana también se reunirá con el presidente cubano, Raúl Castro, y el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, para seguir delineando la estrategia a seguir en la Venezuela sin Chávez. En este sentido, se espera algún tipo de comparecencia conjunta aunque sin revelar mayores detalles, según confirmó un miembro de la delegación venezolana a LA RAZÓN.

Cabe destacar que el mandatario chileno, Sebastián Piñera, le hará entrega de la presidencia de la Celac al jefe de Estado cubano. En este terreno, la alianza bolivariana no tiene opositores, ni europeos ni latinos. Eso marca la línea seguida en la última década de integración y cooperación de los distintos países del continente latinoamericano, mostrando independencia y unidad frente a Estados Unidos.

A este respecto, el Gobierno cubano se convierte en el interlocutor del bloque latinoamericano y caribeño ante diversos organismos internacionales, incluida una Unión Europea que mantiene su posición común hacia Cuba mientras explora la posibilidad de un acuerdo bilateral que normalice la relación.

La cumbre de Santiago también supone el primer viaje de Raúl Castro, de 81 años, a Chile, un país que su hermano Fidel sí visitó en 1971 durante el Gobierno de Salvador Allende, derrocado en 1973.

La visita de Raúl Castro –que se prodiga poco en foros internacionales– está marcada por el anuncio lanzado por dos partidos oficialistas chilenos de solicitar acciones judiciales contra el presidente cubano, a quien acusan de vínculos con los autores de la muerte en 1991 del senador derechista chileno Jaime Guzmán. El Gobierno de Piñera recuerda que Castro goza de inmunidad, pero también ha anunciado que pedirá una reunión bilateral con él o con su canciller para solicitar formalmente la entrega de antecedentes de los autores del asesinato del senador.

En otro orden de cosas, está previsto que Argentina vuelva a solicitar el apoyo a sus reclamos soberanistas de las Malvinas frente a Reino Unido. Por otro lado, la delegación española espera que la cumbre sea capaz de acordar una declaración que ponga énfasis en la necesidad de respetar el principio de seguridad jurídica para las empresas, cuya redacción aún tiene algunos flecos por cerrar, según admitieron fuentes del Ejecutivo a LA RAZÓN. Otra de las cuestiones que se abordarán será la integración de la región. Evo Morales, presidente de Bolivia, dijo ayer que aún quedan grietas que cerrar para alcanzar una verdadera unión entre todos los miembros, como es el caso de los confictos territoriales que enfrentan a unos cuantos países.