Música

Los Ángeles

«Bossa nova», un himno con desgana

Vinicius de Morae, poeta y ex diplomático es una figura clave de la cultura brasileña
Vinicius de Morae, poeta y ex diplomático es una figura clave de la cultura brasileñalarazon

Este año Brasil y la comunidad musical del mundo entero conmemoran el centenario del nacimiento de Vinicius de Moraes. Poeta, dramaturgo, crítico cinematográfico, diplomático, letrista, compositor, recitador y cantante, Marcus Vinicius da Cruz de Melo Moraes fue un agente principal en la eclosión de la nueva música que se gestó en Río de Janeiro a finales de los años 50 del pasado siglo y recibió el nombre de «bossa nova», que en unos años adquiriría máxima difusión internacional y hoy se sigue presentando en viejas y nuevas formas. Su nombre aparece estampado en más de 400 canciones. Entre ellas, «Garota de Ipanema» (con Tom Jobim), que junto a «Yesterday» y «Bésame mucho» está entre las tres canciones que más versiones han registrado. El diplomático que bajó a cantar a los cafés se mantiene vivo en la continua interpretación de sus temas, la edición de discos de tributo y actos de homenaje y de recuerdo. Su vida entera fue música y poesía... y dos continuos aliados: las mujeres («es lo que más me interesa en el mundo», declaró) y el whiskey del que dio nueva definición, «el mejor amigo del hombre: perro embotellado».

Marcus Vinicius fue el nombre elegido por su madre, fiel lectora de la novela «Quo Vadis», para la criatura nacida en Río de Janeiro el 19 de octubre de 1913. Y en la vida de Vinicius de Moraes todo parece suceder muy pronto. A los catorce años compone su primera samba, «Loura ou Morena», con Haroldo Tapajós. A los 16 inicia sus estudios de Derecho. A los 20 publica su primer libro de poemas, «Caminho para distância». Diez años más tarde, en 1943, entra en el Cuerpo Diplomático con destinos en Los Ángeles (donde estudia cine con Orson Welles), París y Montevideo. En 1969 abandona la carrera porque «no llevar corbata para mí era más importante que ser diplomático». Pero hace años ya que Vinicius está en el epicentro de la «nueva onda» que se está desarrollando en el sur de Río de Janeiro. Desde su encuentro en 1956 con Antonio Carlos «Tom» Jobim. De su colaboración surgirían decenas de canciones, incluida «Chega de saudade», que grabó Joao Gilberto en 1958 y que ha pasado a la historia como «el disco con el que todo empezó». Luego vienen sus falsos directos en «La Fusa», Café de Mar del Plata, con María Creuza y Toquinho. Y después María Bethânia y Ornella Vanoni. Hasta su fallecimiento en 1980. Su voz rugosa y su palabra de poeta nos siguen acompañando.