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Piernas, para qué os quiero (II)

Adriana Lima, en Nueva York
Adriana Lima, en Nueva Yorklarazon

El verano está a la vuelta de la esquina y no hay tiempo que perder. Este año, además, quieres lucir tipazo y piernas de impresión. Para ello, te aconsejo la lipoescultura, una intervención con la que moldear tus piernas y glúteos mediante liposucción de última generación que emplea la grasa personal para realzar la parte del cuerpo que desees.

Es uno de los tratamientos más demandados al equipo de cirugía plástica y estética del doctor Franco Góngora quien lo recomienda por «su rápida recuperación, excelentes resultados y la posibilidad de modelar el cuerpo sin tener que recurrir a prótesis. Con la lipoescultura se persigue un doble objetivo: además de retirar los antiestéticos depósitos de grasa resistentes a ejercicio y dietas, se busca perfilar la silueta con naturalidad respetando las proporciones de cada cuerpo». Es una intervención que precisa de una mínima incisión para introducir la cánula mediante la cual se extraerá la grasa. Ésta se conecta a un circuito cerrado que mediante un sistema de filtrado y centrifugado permite obtener tejido adiposo purificado del propio paciente para moldear otras zonas de su cuerpo (glúteos, mama o cara). El postoperatorio no dura más de dos o tres días tras los cuales el paciente puede incorporarse a su vida laboral, aunque la práctica deportiva no se recomienda hasta pasadas tres semanas.

El doctor Franco, considerado por la prestigiosa web de salud Topdoctors entre los 50 mejores cirujanos plásticos de España, insiste en la importancia de no recurrir a la liposucción de miembros inferiores «como un medio para adelgazar y una alternativa al ejercicio físico y los buenos hábitos alimenticios, sino como una solución para esculpir tus piernas, que acompañado de un estilo de vida saludable basado en la actividad física regular y la alimentación equilibrada nos proporcionará unos resultados duraderos». Clínica FG - Doctor José María Franco Góngora

(Av. Doctor Arce, 27. Madrid).

Si no es partidario de cirugías, lo importante es un buen diagnóstico para saber combinar distintas técnicas. Personalmente, me gusta el protocolo de la doctora Virtudes Ruiz:

1º. La intradermoterapia. Es un método de infiltración de sustancias que va un paso más allá que la mesoterapia. Mientras que esta última se queda en la superficie, la intradermoterapia llega hasta la hipodermis, que es dónde se encuentran las células adiposas. Allí deposita sustancias lipolíticas, como el extracto de alcachofa y la L-Carnitina, que reducen el tamaño de los adipocitos. También venotónicas, como el extracto de meliloto, para mejorar la circulación (una de las causas de la celulitis). Y en caso de flacidez del tejido se puede acompañar de silicio orgánico.

2º. Thermalipo II: radiofrecuencia médico bipolar, con un sistema de aplicación denominado AMFLI (Automatic MultiFrecuency and Low Impedance) que combina diferentes frecuencias para garantizar que el calor actúa tanto a nivel profundo como superficial. Gracias a ello mejora la circulación sanguínea local por vasodilatación, apertura de los capilares y mayor aporte de oxígeno, reabsorción de líquidos intercelulares, drenaje de toxinas y mejora de la celulitis. Sesiones: 4 de Intradermoterapia, y entre 6 y 10 de Thermalipo II. Precio: 120 €. (www.virtudestetica.com)

Otra solución efectiva, aunque requiere constancia son los anticelulíticos. Mis favoritos: Roc retinol anticelulítico, Cellu Reverse de Elancyl, Bodytonic de Garnier o Perfectslim de L’Oreal.

Para reducir flacidez, el Dr. Licitra descubre Tensor-legs, un tratamiento a base de hilos tensores que garantiza unas piernas de pasarela. Precio: 1.800 € (www.med-estetic.com).