Gastronomía

29 vinos para 29 otoños, y con pizza

29 vinos para 29 otoños, y con pizza
29 vinos para 29 otoños, y con pizzalarazon

Hoy cumplo 29 años, y con este motivo he decidido crear mi lista de #29x29 para este otoño. Maridado todo ello con las artesanas pizzas 10/18, una pizzeria creada por un joven matrimonio, Jorge y Araceli, ubicada en Calle Mònaco 17 (Las Rozas de Madrid). 29 x 29. 29 primavera por 29 vinos para este otoño ha sido mi obsesión a lo largo de todo este mes de octubre. ¿A qué sabe cumplir los vinos? ¿A qué huele el otoño? ¿Con qué maridamos estos próximos meses que sólo prometen ir oscureciéndose y enfriándose? Y, ¿cómo homenajeamos cada año vivido?

Siempre me ha encantado cumplir años. Cuando tenía 18 solía engañar a la gente diciéndoles que tengo 30, y ahora que estoy a un año de despedirme definitivamente de los “veinte y...” he decidido crear mi particular “lista parker”: #29x29

1. IMPERIO y un VALTIENDAS 2008: los 18 y la paradójica cordura

Corría el año 2008... en Valtiendas las Bodegas Valviña decidieron recoger de sus viñedos una cantidad muy simbólica de la Cabernet Sauvignon. Así, en 2014 aquel manjar fue embotellado y se pudo degustar un vino excepcional. Me encapriché, como quien dicen, con aquella añada y aquellas uvas, y a través de José María Velasco (el poeta del vino) encargué 400 botellas de este vino tan especial, para llamarlo IMPERIO MIKHAILOVA 2008. Era un vino para amigos, pero su éxito en mi (entonces) Facebook, hizo que aterrizara en vinotecas como Ad Vinum y otros. Aquella aventura mía del vino me recordó al espíritu de 2008 cuando yo tenía 18 años. Recién acabada la selectividad, me lancé a estudiar Periodismo, y nunca iba a clases. Pero todavía no sabía el futuro que me esperaba en el mundo de la enología. Ahí comenzó todo, y hoy, 18 de octubre de 2019 cumplo 29 otoños, para abrazar con ello 29 vinos ideales para octubre y noviembre. Cada vino, con su correspondiente maridaje emocional (subjetivo) y maridaje con las pizzas de 10/18 de Las Rozas. Y recordad que el vino es bueno o malo en función de tu actitud en ese momento.

2. VIÑA ARDANZA 2010: los comienzos de aquellos 20

Se trata de un Reserva 2010 de la La Rioja Alta, Selección Especial. De los 29 me estaría bebiendo los 20, o recordándolos. O simplemente de 2019 viajo a 2010. Porque al final, como siempre insisto, el vino es una manera de degustar el pasado y saborear el tiempo en el paladar. Mi 2010 fue un año convulso, pero con muchos avances profesionales. En 2010 empecé a trabajar de reportera oficial en Miss España en Toledo y fue un año en el que fundé un portal digital de moda y estilo de vida. Aquellos fueron mis primeros comienzos, y recuerdo mi primera entrevista, que le realicé a F. S. Dragó.

Retomando el vino, después de los míticos Viña Ardanza 1964, 1973 y 2001, llega a nuestras manos la cosecha 2010. Y es que en 2010 las “óptimas condiciones meteorológicas” resultaron determinantes para obtener las mejores uvas posibles (un 80% tempranillo). Se comercializa ya en más de 70 países con una nueva presentación desarrollada por la prestigiosa agencia Claessens International de Londres, recuperando el tradicional azul que vistió durante una época la estética de la botella. Un vino que maridar con los grandes recuerdos convertidos en éxitos que perduran con el paso del tiempo. ¿Pizza? La ‘Pizza Auténtica Carbonara’ de 10/18.

3. OREMUS 2011: del vino de los reyes al vino de los noviazgos

Con OREMUS TOKAJI ASZÚ entramos en otro mundo. Se trata de un vino único y excepcional se mire como se mire: su elaboración que es todo un abanico de aromas, como los viñedos de los que procede catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es un vino húngaro elaborado a partir de uvas como Furmint, Harslevelu, Moscatel; que además se cría en galerías subterráneas centenarias. Fue el rey Luis XIV quien lo definió como "vino de reyes y rey de los vinos”. Conseguir un vino Aszú (“vino de lágrima”) requiere de un protocolo de elaboración minucioso y muy complejo, que sólo se consigue con estupendas añadas y en condiciones muy determinadas que consigan generar el desarrollo de la “Botrytis Cinerea”.

Es un vino blanco dulce, que me recuerda muchísimo a mi adorado Sauternes francés. Se debe servir a una temperatura entre 5 y 7 grados, y en nariz tiene un aroma intensísimo a miel (ficha técnica basada en mi propia experiencia).

El perfecto maridaje sería la pizza de peras de 10/18 o aquella que tenga mucho queso, puesto que, al igual que ocurre con el Sauternes, le va genial el queso azul o también el foie (como “antiquesos” que soy, opto por lo segundo).

2011 fue un año en el que cerré una etapa sentimental y comencé otra: por ello, en mi particular puntuación de #29x29, OREMUS 2011 sabe a novedad dulce, a aire fresco pero intenso. Curioso es que lo vaya a descorchar en 2019 cuando comienzo otra etapa similar, cerrando la abierta entonces. Supongo que OREMUS es el vino perfecto para tomarlo de ruptura en ruptura, de noviazgo en noviazgo, para hacer más llevadera la delgada línea entre el amor y el desamor. Fundada en 1993 por los propietarios de las Bodegas Vega Sicilia, el precio de esta botella supera ligeramente los 40 euros.

4. MARTELO 2012: la experiencia que le falta a la ambición

Se trata de un vino de la Rioja alavesa, de las Bodegas Torre de Oña de la Rioja Alta. Elaborado a partir de un 95% de Tempranillo, completado con otras variedades como Mazuelo, Garnacha y Viura, cuesta una media de 21 euros en el mercado, y se han elaborado 40.000 botellas que contienen la magia de 2012, un año que me recuerda mis primeros comienzos en esRadio, entonces en esRadio madrid, con mi espacio de esModa que emitíamos desde el Centro Rioja (¡por cierto!) de la Calle Serrano. Por eso lo ubico en mis 22 primaveras, llenas de ambición pero inocencia. ¿Pizza? ‘Vaya Pizza’ con mozzarella, tomate picante, ternera y champiñón de 10/18.

5. VIÑA ARANA, Gran Reserva 2012: el éxito materializado

Y es que, prosiguiendo con este año, 2012 se caracteriza por ser una añada en la que la sequía aportó una enorme heterogeneidad a las uvas, junto a esas lluvias de finales de septiembre que influyeron muy positivamente en la evolución de los viñedos, proporcionando una perfecta maduración, tal como explica los expertos. Seguimos con La Rioja y las bodegas de La Rioja Alta, y con el mismo coupage prácticamente (95% tempranillo, que es la norma; combinado por un 5% de Graciano). Este vino tiene un precio en el mercado que no llega a los 30 euros. Si MARTELO 2012 era la ambición, VIÑA ARANA 2012 es directamente el éxito. ¿Maridaje pizzero? ‘Pizza Auténtica Carbonara’ de 10/18.

6. P3 del Bierzo: un 2012 diferente

Si algo tiene la Mencía es que esta uva es diferente y muy especial. Cuando estamos hastiados de la “dicotomía” Ribera-Rioja y la tinta de uva que todo lo tinta, valga la redundancia, un Mencía es esa curiosidad enológica que se convierte en la excepción que rompe la regla. P3 es un manjar de las bodegas Dominio de Tares del Bierzo Alto, León. Y es que antes hacía alusión al tema de la experiencia y la sabiduría... aunque la Mencía sea el coqueteo olfativo, lo cierto es que este vino en concreto está elaborado de uvas de viñedos con 110 años, que se dice pronto. De hecho esto es muy típico en Dominio de Tares: rescatan viñedos centenarios para crear joyas vanguardistas pero con sabor al pasado más profundo y las raíces más antiguas. La gran duda que mucho se preguntarán es cuánto varía la calidad de un vino en función de la antigüedad de los viñedos, y francamente este es un concepto enormemente relativo, en donde, como podéis leer cuando explico la añada de 2012, entra en juega el clima, el tipo de suelo, la uva, el tratamiento de la misma y otros tantos procedimientos más. Pues es que Dominio de Tares está apostando por seleccionar este tipo de viñedos para así evitar una posible desaparición de este legado que los viticultores de la zona han trabajado durante siglos. P3 2012 se ha vendimiado a mano y ha tenido una crianza de 16 meses de barricas francesas y 24 más en botella. Para Rafael Somonte, enólogo de Dominio de Tares, “P3 siempre ha sido un adelantado a su tiempo. Crear un vino de finca y de larga guarda hace 20 años en El Bierzo, fue una apuesta realmente ambiciosa para la época”. Hay sólamente 1.500 botellas, el precio alcanza los 50 euros. ‘Pizza Lachelli’, con bacon, cebolla caramelizada y orégano, de 10/18 encaja muy bien.

7. PONTAC 2014: un rioja muy francés para acabar la carrera

Se trata de un homenaje a Château Haut-Brion y a Arnaud de Pontac, propietario del Château Haut-Brion y un visionario en el mundo de la enología. Fue Pontac el pionero en promover vinos de corte moderno, con mucha estructura, elevada intensidad colorante y criados en barricas nuevas. También fue un visionario en marketing, todo lo hizo con la intención de justificar sus precios elevados y posicionarse delante de sus principales competidores, Château Margaux y Château Lafite. Cumplió su objetivo, siendo consideradas, aún en la actualidad, el triunvirato de los grandes vinos de Burdeos.

Así Alejandro Simó, Director Gerente de Bodegas Luis Alegre, ha querido rendirle homenaje dando su nombre a uno de sus vinos más representativos. Procedente de la centenaria finca Portiles, la cosecha 2014 se caracterizó por un excelente estado vegetativo. Mi 2014 fue un año en el que me estaba sacando un “sexto curso” de Periodismo a distancia en la Complutense. PONTAC 2014 podría ser esa joya enológica (95% Tempranillo y 5% Graciano) de La Rioja que representa la lucha y el esfuerzo por alcanzar un gran objetivo cuando ya estás a escasos metros, o meses, de la meta. En mi caso fue terminar una carrera que me parecía tremendamente simple y aburrida (puesto que en el Periodismo te enseñan un poco de todo y mucho de nada). El precio de la botella ronda los 32 euros. Y es perfecto para recordar que no cualquier pasado fue mejor pero sí decisivo. ¿Maridaje de gastronomía? ‘Pizza barbacoa’ de 10/18, un clásico renovado por el matrimonio.

8. CRUZ DE ALBA 2014: el Tempranillo de la sencillez y el esfuerzo

Se trata de un monovarietal Tempranillo de la Bodega Cruz de Alba, una bodega boutique ubicada en la milla de oro de la Ribera de Duero (Quintanilla de Onésimo, Valladolid).

Lo que más llama la atención de este vino es su etiqueta artesanal casi estampada en una tela, en la que se aprecian dos manos ofreciendo la uva. Una fiel metáfora de su filosofía que consiste en “no dominar la naturaleza, sino escucharla”. Aunque suene romántico, sabe espectacularmente bien. Es un vino muy fino y elegante en el sabor, y la añada 2014 me recuerda aquel magazín de verano en Gestiona Radio en donde durante todo el mes de agosto cada tarde me tocaba rellenar 4 horas de director en aquel estudio de la Calle Velázquez esquina con Diego de León. Es un vino que refleja el mismo esfuerzo y constancia que en aquel entonces requería mi labor, y, por tanto, encuentro muchos paralelismo en mi Catada particular. Retomando el packaging he decir que su originalidad cuenta con numerosos reconocimientos como el de Harpers Design Awards 2012 (otorgado a Finca de los Hoyales 2012), también es Oro en el “Mundial” de Tempranillo, entre otros reconocimientos. Va como muy bien los sabores de la ‘Pizza Carbonara’ de 10/18 (¿tenéis duda de qué significa 10/18, verdad?).

9. BOURGOGNE HAUTES CÔTES DE BEAUNE 2014: la fragilidad de la uva y las emociones

Estamos ante un clásico vinos francés elaborado a partir de la uva más típica de La Borgoña, Pinot-Noir (que en otras ocasiones os he contado que a partir de esta uva tinta se pueden hacer vinos blanco). Esta finca familiar está ubicada en pleno centro de la región de Côtes de Beaune, a 6 kilómetros de la localidad de Pommard. En nariz es un vino se caracteriza por su intensidad, mientras que en boca tiene una textura sedosa. Recomiendan maridarlo por carne a la parrilla: para mí, en lenguaje de maridaje emocional me hace viajar hasta finales de 2014, en donde en esta misma emisora que antes mencionaba, en otro programa, ‘Conversaciones’ he llegado a entrevistar a personalidades egocéntricas como Pedro J. Ramírez o gente humilde como Álvarez del Manzano. Es un vino interesante, diferente, enormemente seguro pero a la vez frágil como la uva misma a partir de la cual se has elaborado. La Pinot Noir es tremendamente difícil, y podría encontrar una similitud con esos 24 años que tenía entonces que, según cómo los fuera a gestionar, mi 29 hoy serían distintos. ¿Maridaje de 10/18? ‘Pizza Funghi & Trufa’. Lo recomiendo todo y con todo.

10. FINCA LA REÑANA 2014: aquí hay madera

Por cerrar el ciclo 2014, no podría no hablar de FINCA LA REÑANA, otra joya de Bodegas de Luis Alegre que antes mencionaba. Tiene 91 puntos Peñín, 95 según la Guía de Vinos Gourmets, entre otros. Su precio no alcanza los 30 euros, y, como es de esperar al ser un Rioja, se trata de una mezcla entre Tempranillo (95%) y Graciano y Mazuelo. Con una etiqueta llena de atemporalidad elegante, a la vista este vino presenta un rojo cereza muy intenso, en nariz tiene un fondo a canela seguramente propiciado por las barricas y en boca, dicen los expertos, es elegante, fresco y sabroso.

En este caso quiero detenerme en su enólogo, Ángel Simó, ya que son varios los vinos suyos que protagonizan los 29 mejores vinos para este otoño. Es Ingeniero agrónomo y enólogo, y conocido como más como “el Alquimista de la madera”. Adquirió durante sus ocho años en Radoux-Victoria. Tras esta etapa fundó Tonelería Quercus en España. Todo ello le ha permitido desarrollar un tratamiento pionero para la selección de la madera, denominado por él mismo “Crianza de Precisión”. En mi maridaje nostálgicoemocional, diría que es un vino inteligente y próspero, que motiva enormemente a las personas a seguir trabajando a pesar de las adversidades. El ‘Calzone de Prosciutto’ de 10/18, ideal.

11. MARQUÉS DE RISCAL 2015 LIMOUSIN: acidez vital que termina equilibrándose

Entramos en 2015, y qué mejor que con un blanco. Este vino de Marqués de Riscal es un monovarietal Verdejo, procedente de viñas viejas de más de 40 años podadas en vaso, situadas en los mejores terrenos cascajosos de las terrazas más altas del río Duero. Es un clásico que nunca falla, que en lenguaje de emociones de remonta a esa acidez vital de los 25 que termina equilibrándose. En 2015 empecé a desligarme del mundo del periodismo, para centrarme en el management de artistas, y este verdejo podría encajar muy en esa apuesta segura, agradable y divertida. A mí me marida con la apertura de un nuevo proyecto. Perfecto para acompañar de la pizza de 10/18 ‘Pizza Cántabra’ con anchoas.

12. NEXUS 2015: sin pretensiones y grandes hallazgos

Hace meses que he escrito de estas bodegas en este mismo espacio, haciendo referencia al vino APONTE que era el “vino de los no-nos” (no amigos- no novios). Las bodegas Frontaura & Nexus, en pocos años han conseguido posicionarse internacionalmente como uno de los referentes de modernidad y calidad. Sus vinos son reflejo de los valores tradicionales de nuestra tierra: vinos estructurados pero de taninos amables. Para Camino Pardo, “el vino crea vínculos de fraternidad en los que no solo se comparte mesa, sino el bagaje existencial, las emociones y las experiencias estéticas.” En este caso concreto, NEXUS ONE 2015 podría ser la versión “más frutal” de la Tempranillo que esta bodega “de última hora” de la Ribera del Duero (pero que viene para quedarse y superar las ya asentadas) ha partido. Más adelante os hablaré del rosado de las bodegas, añada 2016, que son una auténtica gozada y que pude descubrir en un evento organizado en la joyería Dinh Van. Nexus 2015 es la elegancia de la mujer que se va haciendo a sí misma. Si Aponte de las bodegas sabían a los no-novios, NEXUS es una suave mirada al pasado para recordar quién fuimos y quién no queremos dejar de ser. Un vino cuyo maridaje emocional, que a mí me obliga a retrotraerme a mis 25 primaveras, me sabe a las cosas bien hechas, sin pretensión alguna a esa inexistente perfección. ‘Pizza Speck & Rúcula’ de 10/18, con rúcula y parmesan, encaja muy bien con este NEXUS.

13. MALABRIGO 2015: la juventud llama dos veces

Se trata de la bodega más joven y fresca de la familia Moro, Cepa 21: MALABRIGO es uno de sus vinos más top. Ahora que Emilio Moro está de actualidad después de ese eventazo que tuvo lugar en el Teatro Real hace dos semanas, merece la pena rescatar este vino como un “must have” para este otoño. La añada de 2015 ha sido extraordinaria, una de mejores de los diez últimos años, especialmente para los vinos de guarda y este tinto, en palabras de sus creadores, “lo tiene todo: potencia, calidez, intensidad, complejidad y capacidad de guarda”. Sólo existen 15.000 botellas de esta maravilla que ya os he recomendado en otras ocasiones. Perfecta para maridar con la Pizza Juanita de 10/18. La alegría de MALABRIGO invita a pensar en que la juventud llama dos veces, y que esos 25 se conviertan en 35 sin dudar ni un segundo.’Pizza Reina Margatira’ de 10/18 combina muy bien.

14. FINCA TORREA 2015: un clásico picante que nunca falla

Seguimos en los 25, FINCA TORREA es otra de las últimas novedades que ha presentado al mercado Marqués de Riscal (Rioja) Es un tinto que atesora un perfil más moderno respecto a otros vinos de Riscal, con un carácter afrutado originado en una crianza más corta, aunque sin perder la elegancia proverbial de esta casa. Con una etiqueta mucho más moderna que las que conocemos (color naranja, abstracta o picassiana, según se mire) es un vino que recomendaría para maridarlo con un clásico Real Madrid- Barsa. El Madrid obtuvo la victoria, y este es el típico vino que pondría acompañado de la pizza de pepperoni (‘Pizza Picarona’) de 10/18. Un maridaje redondo para restarle seriedad a la nostalgia de cumplir años.

15. CASONA MICAELA 2015: la seducción con mar cantábrico

De La Rioja viajamos a Cantabria. ¿Quién ha dicho que los vinos son para el calor? ¿Y qué hacemos cuando queremos una velada romántica con percebes? Digo percebes pues es, para mí, el rey de todo lo que habita en el mar. Aunque, ante la duda, o la ausencia, la pizza cantábrica de 10/18 con anchoas va como anillo al dedo, o Albariño con Riesling en boca. Es un coupage, por tanto, que, por un módico precio de que no supera los 20 euros, nos permite salirnos del clásico vino verdejo o albariño. La uva Riesling le da un toque muy diferente a este vino de Costa de Cantabria. Las uvas pertenecen a los viñedos propios de Bodega Casona Micaela, y este 2015 me hace pensar en las muchas sorpresas inesperadas que me trajeron aquellos 25 como cuarto de siglo. Es un vino para sorprender, seducir e invitar a tu compañero a una noche de pasión, bien sea con percebes o bien con la pizza cantábrica que antes mencionaba.

16. RAMÓN BILBAO, EDICIÓN LIMITADA DE 2016: el buen rollo y las reconciliaciones

Una de mis bodegas preferidas de La Rioja que llevan creando sueños a través del vino desde 1924 acaba de sacar esta edición limitada 2016 elaborada, como podéis imaginar, a partir de la Tempranillo. Tremendamente asequible para todos los bolsillos (15 euros de media) es, sin embargo, un vinazo que busca reinventarse con su versión más ambiciosa y moderna. El maridaje emocional idóneo es para una cena en familia postelecciones electorales. A mí me reconduce a 2016, cuando ya con 26 años me afilié a un partido político. Relegar un vino a unas elecciones es casi obligar a beberlo cada cuatro años: sin embargo, tenemos elecciones cada 6 meses, y en 2016 también las tuvimos. Es un vino de juerga, para relajar, para limar tensiones sobre todo cuando te sale un primo de Vox o un cuñado del PACMA. Es un vino que reconcilia a veganos con amantes del rabo del toro, a culés con madridistas, a los que buscan las pizzas redondas versus los que las prefieren cuadradas y picassianas. Un vino para el buen rollo, que marida (en este caso debe ser redonda) con la ‘Pizza Jamona’ de 10/18. Para todo lo demás, el champagne es un buen sustito, pero algo más caro.

Por si fuera poco, y dejando a un lado mis tonterías, la “biblia” que mide la calidad y la influencia de las marcas vitivinícolas de todo el mundo, por primera vez, “premia” y reconoce la labor en el vino de RAMÓN BILBAO. La bodega con sede en Haro y Rueda (para que la ubiquéis mejor) se ha convertido en una de las 50 marcas más admiradas del mundo. Así se ha puesto de manifiesto en el último número de la revista Drinks International, una de las publicaciones de mayor prestigio del sector a nivel internacional, que año a año elabora su lista con las marcas de mayor relevancia del planeta.

En la lista correspondiente a la edición de 2019, liderada en esta ocasión por la australiana Penfolds y en la que tan solo hay otras cuatro bodegas españolas, Ramón Bilbao aparece por primera vez en la posición 40, lo que refrenda la trayectoria de la bodega riojana en su apuesta vitivinícola basada en la sostenibilidad y la innovación. Se trata de un hito histórico para la bodega, perteneciente a Zamora Company, y que supone una consolidación de la apuesta internacional de Ramón Bilbao, que además de ser una referencia en el mercado español (donde es la marca nº1 en el canal de Hostelería) apuesta al mismo tiempo por replicar su modelo de éxito en el resto del mundo.

A este paso nos van a subir el precio de la botella... ¡al tiempo!

17. PARCELA Nº5: mi momento vino

De nuevo destaco un vino de una de mis bodegas fetiche: Luis Alegre. Podríamos estar ante “la expresión de un tempranillo en suelo salino a 150 km del mar”, en palabras de su enólogo. Parcela Nº5 procede de un viñedo plantado en 1946 en la emblemática finca Laminoria. Forma parte del conjunto de viñedos propiedad de la bodega donde se elaboran los conocidos como “5 Grandes Vinos de 3 Pequeñas Fincas”, ubicados dentro de un enclave declarado Biotopo Protegido, incluido por la UE entre los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC’s) de la zona mediterránea.

Este podría ser un vino ideal para aquellos que se inician en el mundo de la enología. Veréis: aquí tengo que rendirle homenaje a LA CATA DE KATY. Nació en enero de 2016, cuando le propuse a Ángel del Santos de La Razón un espacio de vinos pero que divulgara el léxico de la enología y lo tradujera en emociones. PARCELA Nº5 encaja por la añada de 2016, pero también por el espíritu emprendedor de la gente. Un espíritu que no entiende ni de edades ni de normas. Así que, loca de mí, me lancé a escribir de vinos, porque, como me decía mi padre, “si te gusta, el vino es bueno”. Por lo que no hay vino malo, sino momentos desagradables. PARCELA Nº5 es un Rioja (recordemos nuevamente que debe ser un Tempranillo, al menos al 90%), y como tal, presenta las particularidades de la tierra de la región y de la uva (color cerezo, “bla, bla, bla”). Pero no os voy a hablar ni de taninos ni de astringencias: sino de la búsqueda subjetivo de “el momento vino”. Ese momento homenaje al tiempo y al silencio para buscar en el fondo de nosotros mismos con la superficie de lo que nos rodea. A mí PARCELA Nº5 me pilla creando, como la musa a Picasso. Hablando de Picasso, una tendencia sin lugar a dudas en los vinos que salen ahora, esta joya de Luis Alegre presenta también un diseño de los más rompedor, novedoso y moderno como podéis apreciar en la foto.

Es tal el éxito de estos vinos que la añada de 2015, lanzada en septiembre de 2018, vendió sus últimas unidades durante el mes de diciembre del mismo año. La producción de 2016, 20.000 botellas que salieron al mercado en abril de este año, está teniendo muy buena acogida, con unas ventas que superan las previsiones de la bodega. El precio de la botella no supera los 20 euros.

¿Un maridaje pizzero? Panceta y huevo de codorniz. ¡Toma ya! 10/18. (Al final del artículo os explico porqué esta pizzería tiene de marca estos números)

18. OSSIAN 2016: sabor a Segovia, pasión traducida en amor

Amar(a) Segovia es amar Ossian, y más esta cálida añada. Es un vino que busca expresar el carácter genuino del viñedo de Nieva y nos traslada al cultivo ancestral de de las tierras del norte segoviano. Pero paremos un poco: llega un punto en el que las cursiladas de este artículo, muchas basadas en la “filosofía” recogida en una nota de prensa o página web, empiezan a aburrir. ¿Acaso hay alguna bodega que no quiera expresar la genuinidad de sus uvas? ¿Existe un vino que no trate de representar la esencia de unos viñedos o la magia de sus tierras? Sí: empiezo a aburrir a las vacas. Así que os hablaré del maridaje emocional y a que saben sus uvas. OSSIAN 2016 denota poder y fuerza en boca, y me recuerda a la sensación de aquellos amores que rompen barreras. Es un riquísimo verdejo (¿necesito recordaros que es mi uva favorita?), cuyo método de elaboración se basa en antiguas técnicas propias de la zona; vendimiando cada pequeña parcela a mano. OSSIAN simboliza los amores duraderos, la pasión convertida en amor, y el amor que no entiende de añadas. OSSIAN sabe a Segovia, huele a naturaleza y se transforma en energía de poder. ¡Me encanta este vino!

El precio de la botella ronda los 25 euros, y el maridaje pizzero que más recomiendo sería con la ‘Pizza Vegetal’.

19. CICLOHOME 2016: el Godello del Subidón

No hace ni un mes que mencionaba por encima este Godello de Ribeiro. Un Godello (considerada esta uva como la más “longeva” de todas las blancas, siempre cuando esté bien elaborado el vino) lleno de aromas: frutas blancas maduras, cítricos... una manera de perderse en los olores más intensos y agradables. Godello no es sólo primavera o verano, también evoca, no sé si por la bicicleta de la etiqueta, a la adolescencia pintada de madurez, y es un vino perfecto para pasar una tarde de risas con amigos. Los expertos insisten en que los que hace “peculiar” a este vino es que esté criando sobre lías finas en depósito 18 meses. Estaríamos además ante una edición limitadísima que no llega a las 4.000 botellas. El consumo de un CICLOHOME 2016 se puede prolongar fácilmente hasta 2025 (algo raro en un vino blanco). Los viñedos de este vino llegaron a pertenecer al Pazo de Ulloa, y hoy día se corresponde a Pago Traveselas a partir de viñedos de 30 años. El precio de la botella no llega a los 20 euros.

20. PAGO DE CARRAOVEJAS: pizza de cochinillo, una iniciación en los vinos ambiciosa y el amor de amar Segovia

Uno de mis primeros vinos fue un Pago de Carraovejas. En realidad hasta los 18 años no empecé a beber vino. Mi primer contacto fueron los blancos, los verdejos, a raíz de aquella moda por el sushi que invadía Madrid y yo, disfrutando de mi mayoría de edad, tuve un noviete amante del vino. Años después, me pasé a los tintos. Y cosas de la vida fue un Pago de Carraovejas el que pedimos en una cena en el Pimiento Verde de Lagasca. Empezar a vivir el vino tinto de la mano de esta maravilla es una crueldad absoluta, porque, después de Carraovejas, ¿qué queda?

Elaborado a partir de tinto fino (94%), Cabernet Sauvignon con un 4% (y ese aroma a pimiento verde que deja esta uva...) y Merlot con un simbólico 1%, este vino inconfundible se ha posicionado como el preferido de la jet set madrileña que presumen que no hay que pagar más de 60 euros por un vino. ¿Y sabéis qué? Que estoy de acuerdo, y que mi tope se queda en un NUMANTHIA o un TOMÁS POSTIGO. A partir de aquí, todo lo demás son snobadas, salvo que nos vayas a Grandes Reservas, por supuesto.

2017 fue un año climatológico tremendamente complicado (yo recuerdo mis 27 como una etapa de transición en la que me volqué absolutamente en Movimiento Sin Piedad contra la violencia de género, en colaboración con la Comunidad de Madrid): marcado por una fuerte sequía, el invierno destacó por no ser especialmente frío y con muy pocas precipitaciones. A finales de abril tuvimos un episodio muy fuerte de heladas que afectó a parte de nuestros viñedos. Gracias a las torres antiheladas puderon frenar, en cierta medida, sus efectos. Tal como me cuentan. Las temperaturas amables de mayo y junio provocaron que tuvieran, no obstante,una floración óptima para la viña. El verano fue muy caluroso y con escasas precipitaciones, y afortunadamente se dieron varios episodios de lluvias en julio y finales de agosto que ayudaron a controlar el vigor y crecimiento de los viñedos de forma equilibrada. Los rendimientos finalmente fueron bajos (40% menos), consecuencia de las heladas, pero la producción fue de una gran calidad.

Cuando leo todo esto pienso en mi vida sentimental de 2017: ¡caray! ¡Cuánta coincidencia! El maridaje emocional de PAGO DE CARRAOVEJAS 2017 podría ser la indefinición emocional y la adicción al drama, pero con finales felices. Este vino lo recomendaría para una cena con tu pareja: pero no la primera cita, ni aquella en la que vas a pedirle que se case contigo; sino una cena de reconciliación. Seguimos amando (a) Segovia, y podemos afirmar con certeza que, aunque se autodefinan ellos así) que es el “respeto por el origen y el alma de una trayectoria y la emoción de un camino”. 2017, con 27 vendimias que tenía yo, fue algo así, en verdad: una manera de diseñar una trayectoria enfocada a la fotografía social y solidaria, en la que dos años después sigo inmersa. ¡Es una gozada de vino, madre Katalina! “Embotellan cada paisaje”, yo diría: “embotellan nuestras emociones”, porque, de verdad, insisto: cada vino, como cada perfume, tiene su esencia impuesta por el ánimo y la experiencia del que lo bebe. Y sinergias de la vida, mis 27 coinciden con los 2017 del vino. ¿Maridaje pizzero? Dani y Araceli (fundadores de 10/18), urge una pizza de cochinillo, por favor.

21. EL PRISIONERO 2017: a la fuga

La etiqueta y el nombre son tremendamente sugerentes. Se está dando una tendencia curiosa en este sector de buscar “marcas” agresivas o cachondas: MACHOMÁN, PERRO VERDE, LA ZORRA... EL PRISIONERO es un coupage de garnacha y méntrida. ¡Originaldiad por doquier! La etiqueta podría ser sustituida por una imagen de los presos del Procés, pero hay chorizo para ello(s). Más bien panceta, con la ‘Pizza Calzone de Panceta’ en 10/18, ideal para este Méntrida (prevalece en el sabor más esta uva). Pertenece a las Bodegas Canopy, y el maridaje emocional podría ser ese espíritu canalla y rebelde, quizás impuesto por el mismo nombre y la etiqueta; o, a lo mejor, a consecuencia de que es un vino que por las uvas y los sabores se salen de esas división Rioja-Ribera. La D.O. a la que pertenece es Méntrida y está a la venta en LIDL por menos de 10 euros. Es el vino que yo pondría si vas a dejar a tu novio/a y darte a la fuga. Para todo lo demás, siempre nos quedará PROTOS.

22. DESBASTADO 2018:

Luis Alegre vuelve a hacerlo, y da a luz esta otra joya en formato de vino blanco compuesto con 95% de Viura y un 5% de malvasía. DEBASTADO es un vino blanco criado sobre lías. Es muy elegante, fresco y mineral, e ideal para este otoño. Recuerda a un pasado tremendamente cercano (2018), convulso pero especial. Muy untuoso en la boca, marida con los cambios (trabajo, mudanza...), para limarlos un poquito y animar el ánimo. Acompaña de lujo a la ‘Pizza Atún y Cebolla’ de 18/10. El precio medio de la botella es de unos 8 euros.

23. MAR DE FRADES 2018:

Podríamos estar ante uno de mis vinos blancos favoritos sin ser un Rueda (que sabéis que soy muy fan de los vinos de Rueda). Un albariño monovarietal, de las Rías Baixas, que también ubico en el punto 27 y 28, ya que merece una mención doble por fichar a dos portentos como mis buenas amigas Agatha y Cósima para diseñar la nueva etiqueta. La originalidad de este vino siempre fue la clásica botella azul, elegante hasta decir basta, y que, curiosamente, por este color no puede entrar en Alemania (ya que debe de haber alguna marca asentada cuya estética sea similar).

En nariz se parecian las notas florales de jazmín y violetas, así como de frutas como hinojo, mango y albaricoque; en boca, dicen los expertos, que es muy contundente y atlático; y el color que presenta es un amarillo alimonado.

Es sin duda “el clásico” de las Rías Baixas y uno de los blancos más conocidos de España. La añada 2018, al parecer, está calificada como única y excelente. Y como cuento más adelante con los corazones y las estrellas, resulta que la etiqueta incorpora un “logo termosensible”, donde aparece un barquito al alcanzar la temperatura óptima de consumo y desaparece cuando el vino no está lo suficientemente frío.

2018 fue un año de mujeres, al menos para mí, al crear Movimiento Sin Piedad. Así que me encanta beberme este vino en honor a Paula Fandiño, la enólogo de las bodegas, ya que es un mundo gobernado por hombres, y ella, siendo mujer, demuestra ser una excepcional profesional del vino. La botella cuesta una media de 15 euros, y mi maridaje óptimo sería la ‘Pizza Atún y Cebolla’ de 10/18.

24. LUIS ALEGRE ROSÉ 2018: confidencias rosas

No podía acabar mis 29 vinos para este otoño sin contaros que Luis Alegre también tiene un rosado. Compuesto de Tempranillo y Viura (60 y 40% respectivamente), presenta un rosa pálido muy especial, y en nariz son tremendamente explosivas las notas frutales, sobre todo a grosella; en boca, la acidez es muy equilibrada, por lo que (creo) que va genial con la ‘Pizza Burrata’ de 10/18 (elaborada con tomates, mozzarella, stracciatella de búfala y jamón serrano).

Recuerdo que seguimos con La Rioja.

Es un vino rosado que recomendaría descorchar en una cena o encuentro de confidencias e historias personales para compartir con una “mejor amiga”. No llega a los 10 euros, y es un vino que recomiendo muchísimo a todos mis lectores.

25. ROSÉ DE NEXUS 2018: del glamour a brindar por la familia

Ya recomendaba antes otros vinos de Frontaura en este #29x29 Lo que no expliqué es que Frontaura también está de cumpleaños: 20 años desde el primer vino de estas bodegas. Frontaura Rosé, Edición Limitada, rinde homenaje a la familia del vino. Y yo voy a rendirle homenaje, así, a mi familia, y en especial a mi madre, ya que gracias a ella hoy celebro mis 29 otoños con sabor a vino.

Fragantes pétalos de rosa. Labios de fresa sensual. Chispeante frescura y coqueta acidez. Un rayo de sol que espolvorea tus mejillas: el blush más favorecedor. Frontaura Rosé, como cuentan sus portavoces, es “belleza” y “glamour” en estado líquido. Todo un bouquet de flores para celebrar que la vida, la pasión y la inspiración están tan presentes como cuando empezaron.

Se trata de un vino rosado amparado en la D.O. Tierra de Castilla y León. Alegre, sedoso, una explosión de colores en primavera y recuerdos de un verano con olor a mar. El mejor anfitrión para convertir el aperitivo en todo un acontecimiento. Tiene un precio medio de 15 euros, por lo que es muy asequible para todos los públicos.

A partir de ahora va a ser mi rosado de cabecera para brindar en cumpleaños de mis hermanas, sobrinas o cualquier Mikhailova. Aunque, desde luego que lo recomendaría para una velada romántica con un compañero sentimental. ¿Pizza? ‘Plátano y Roquefort’ de 10/18.

26. LA SONRISA DE TARES 2018: despacito, suave, suavecito

Este fue uno que recomendé ya en verano para “soportar el agosto”, y voy a prolongar la emoción hasta el otoño. No soy partidaria que discriminar los vinos ni por el clima ni por el tipo de comida; sí, no obstante, por las emociones. Entonces lo catalogué de “cariñoso” ya que el alcohol va “subiendo” “despacito, suave, suavecito” (aunque en verdad esta canción pertenece a 2017...). Pertenece al Bierzo y es un vino joven, fresco, divertido y juguetón. Perfecto para pedir en una primera cita de Tinder (o Grinder)... o, en mi caso y la de aquellos que tenemos ya un compañeros sentimental, sería ideal para maridarlo, simplemente, con la pizza ‘La Juanita’ al más puro estilo mexicano de 10/18. Por si no lo sabíais, es un Godello, por cierto, y el precio (muy acorde a Tinder) ronda los 9 euros.

27/28. MAR DE FRADES AGATHA

Mar de Frades: no porque con 2 años ya hubiera empezado a beber ( xD ) sino porque Mar de Frade ahora ha agathizado sus etiquetas, lo que me reconduce a la eterna infancia de los corazones y las estrellas, emblemas de la firma Agatha Ruiz de la Prada. De hecho, la semana pasada ya os hablaba de esta colaboración ya que, cada año, la firma de vinos de la D.O. Rías Baixas ficha a un diseñador de moda diferente para “diseñar” la etiqueta. Así, la icónica botella azul cobra color y vida, y nos evade, a través del albariño, a la alegría emocional aportada por la firma española de moda más colorida. Agatha ha agathizado con corazones una de las etiquetas, sustituyendo así el clásico “barquito” que se aprecia cuando el vino se enfría (y está en la temperatura perfecta) por un corazón; y su hija Cósima Ramírez, lo mismo, pero con estrellas. Agatha ha hecho una simbiosis artística entre olas (del mar) pero con corazones en tonos rosas y rojos, y Cósima las estrellas las ha teñido de tonos verdes, amarillos, naranjas y azules. Son sólo 15.000 botellas que se pondrán a la venta en noviembre y que seguramente se agoten rapidísimo. Paula Fandiño destaca que esta alianza con Agatha y Cósima refleja el espíritu “rebelde” de la marca de moda.

29. EL AGUA BENDITA

AGUA Nº9. Es un agua mineral que descubrí precisamente en un evento de La Razón (Gastro & Cía), y la marca me sedujo por sus envases ecológicos, para unirse así al reto mundial de reducir el consumo del plástico. Además de que el diseño de las botellas es muy elegante y minimalista, está elaborado a partir de aluminio que conserva intacta el agua, por lo que se puede reutilizar tantas veces como uno considere.

El agua procede del manantial Sierra de Cazorla, Seguras y Villas, catalogada como una de las mejores aguas del mundo y declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1983. Según la OMS, seguramente “la mejor agua del mundo”: Así agua para brindar por el primer año, ya que la hidratación es fundamental antes de lanzarse uno a beber vino. Alicia Morata y Nuria Perona son sus fundadoras aseguran que están “muy orgullosas de aportar su granito de arena al medioambiente”, y yo, desde La Cata de Katy, agradezco que haya iniciativas tan sostenibles. Por un simbólico precio de 3,5 euros puede adquirir una unidad de AGUA Nº9.

Desde el especial asiáticos de la semana pasada, me he pasado toda esta semana hidratándome y limitando el consumo de alcohol, para recibir mis 29 otoños con la mejor energía.