Albert Adrià y la imparable revolución

La mediática lista sólo tiene una lectura: la gastronomía española triunfa y continúa imparable en su revolución. Diez locales de nuestro país se mantienen entre los cien mejores del globo y siete, entre los 50 imprescindibles. Salvo el inexplicable desplome de Arzak, que pierde nueve puestos y se sitúa en el 17, el resto son sabrosas noticias. El gran ascenso lo protagonizaron Víctor Arguinzoniz y su Asador Etxebarri, que saltó 21 puestos y se colocó en el 13, mientras que Azurmendi, de Eneko Atxa, escala siete para hacerse con el 19. Asimismo, Quique Dacosta sube dos y se conforma con el 39, al tiempo que Tickets, con Albert Adrià al frente, se mete entre los 50 mejores para situarse en el 42, además de ser reconocido como el mejor pastelero del mundo. El gran Berasategui sólo acapara el 61 y el DiverXO, de David Muñoz está en el 59. Pero ¿dónde están Carme Ruscalleda o, por ejemplo, Ángel León, cuyo trabajo da tanto que hablar? Hay ausencias. Sin embargo, según Aduriz, que mantiene Mugaritz en el sexto lugar y lleva diez años entre los diez primeros, «lo fundamental es emprender proyectos inspiradores, que marquen tendencia. Y numerosos restaurantes españoles, además de dar bien de comer, están involucrados en iniciativas de investigación o están vinculados al mundo del arte. Para mí, esto es especialmente interesante. La gastronomía española está como nunca, porque hay mucha gente que hace cosas muy serias». Joan Roca, por su parte, destaca «el talento de nuestros cocineros, algo que la lista hace visible», mientras que Josep habla del «buen momento de la culinaria mediterránea». Ahí queda dicho.