Gastronomía

Botox y vinos: maridaje con belleza

Botox y vinos: maridaje con belleza
Botox y vinos: maridaje con bellezalarazon

Hay algo que me lleva preocupando un tiempo... desde que comencé a escribir de gastronomía y de vinos en enero de 2016, el nivel de actividad etílica ha empezado a notarse en mi aspecto físico: día que me bebo dos ó tres copas, mañana siguiente con más arrugas, más flacidez y menos brillo. Tengo 28 años, pero es el momento perfecto para parar un poco y empezar a consumir bebidas fermentadas y destiladas con más conciencia.

Me lleváis pidiendo en Instagram que haga un especial “maridaje y belleza”, así que aquí viene el maridaje del botox y el hialurónico. En lugar de la anestesia local (que se aplica con crema), chupito de vodka.

Fuera bromas, soy consciente de que este podría ser uno de los artículos de La Cata de Katy que más debate genere (ya sabéis, el mundo está dividido entre la gente que apoya el Botox y los que rechazan cualquier cosa que suene a “pinchazos”). Y antes de lanzarme a contaros el encuentro que tuve (entre gintonics, vistas a Madrid y lecciones de estética con dos de las personas que más saben de esto último), quiero contaros mi particular opinión acerca de esta sustancia (cuyo nombre completo es Toxina Botulínica, y, vulgarmente explicado por una neófita, es una sustancia natural obtenida de una bacteria que habita en el agua y la tierra llamada Clostridium botulinum).

Y para que no abandonéis mi crónica de este viernes en el tercer párrafo, si seguís leyendo os desvelaré las bebidas que menos engordan, que más azúcares tienen y cuáles son los cocktails de moda de este verano para tomar en Madrid en la terraza SUNSET LOOKERS.

Los beneficios del botox, el falso enemigo de la “belleza natural”

Antes mencionaba el bótox, pero también he de incluir cualquier aspecto que abarca la medicina estética e incluso la cirugía plástica. Y es que el botox es una bendición de la naturaleza. Sí: así lo habéis leído.

Os voy a poner un ejemplo (y un tratamiento muy interesante, del que sin duda, los pioneros son mis acompañantes en esta velada): la gente que padece el Bruxismo (cuando se aprietan los dientes en exceso, sobre todo por la noche), el botox puede ser nuestro aliado: puede llegar a reducir y controlar aquella tendencia del músculo; porque, si por algo destaca esta sustancia, es por “paralizar”, coloquialmente hablando, el músculo en el que se aplique. En el caso del Bruxismo, se inyectaría esta sustancia en el músculo masetero (el que tiene la “culpa” de que rechinemos los dientes en exceso). Con un vial nada más (y nada caro, en verdad) es algo que uno puede controlar, y cuya duración puede alcanzar los 9 meses (y un mínimo de 6). Esto no sólo repercute en que el paciente evite tensar toda esa zona (lo que a menudo genera dolor de cabeza y otros efectos secundarios), sino que también tiene una finalidad estética que es la de conseguir un efecto más armonioso en el rostro, ya que, a largo plazo, la tendencia de tener en tensión toda esa zona, genera un ensanchamiento del rostro.

¡La gente oye botox y se imaginan a Carmen de Mairena! (Y por cierto, no se puede inyectar bótox en los labios; eso sería el ácido hialurónico). Si a mí me preguntan qué cremas antienvejecimiento comprar, nunca recomendaría las cremas de “lujo”. Diré “cómprate las del Mercadona, y ponte botox para prevenir las arrugas” (si se trata de mujeres entre los 25 y 40 años). Porque, sí: en efecto, y en otras partes del rostro, el bótox previene la aparición de arrugas. Y el que lo discuta... es que no tiene mucha idea del asunto. Es tan simple como hacer el experimento con un folio: si lo arrugamos constantemente, a medio y largo plazo la arruga se va fijando. Si, por contra, bloqueamos ese músculo (bien realizado y sin excedernos para no perder expresividad) que genera la arruga de expresión, estamos evitando que esa arruga prolifere. Ideal, sobre todo, para las que tenemos los ojos claros y que, en verano, tendemos a fruncir el ceño en exceso, por ejemplo. Dos pinchazos en el entrecejo, y adiós arruguita.

Tratamiento que, yo particularmente, recomiendo hacer sin anestesia local (la de la crema) y que, para hacerlos más llevaderos, apuesto por tomarme una ginebra, como la Masters (que me encanta), sobre todo para el ácido hialurónico en labios (un tratamiento algo más largo y molesto).

Pues bien. Indagando en esta materia, casualidades de la vida conocí a Javier Llorente, un joven empresario español que lleva más de una década en el sector. Y le propuse un encuentro con sabor a vino y con esencia de medicina estética.

Javier acaba de abrir las CLÍNICAS LOVE (por la zona de Nuevos Ministerios) y además cuenta con uno de los fichajes estrella en cirugía plástica, especializada sobre todo en la rinoplastia, la Doctora Vanessa Thielen, que después de operar más de 100 narices en Venezuela, ha incorporado, de la mano de Llorente, la rinoplastia ultrasónica en España, (que consiste en hacer la rino pero con ultrasonido para evitar esos “destrozos temporales” en la cara con hinchazón y moretones que te tienen un mes indispuesto), siendo esta doctora la más demandada en Madrid.

Decidimos reunirnos en la terraza SUNSET LOOKERS de la Plaza de Santo Domingo, ubicada en la azotea del Hotel Santo Domingo (una de las terrazas que recomienda en el especial ‘10 terrazas de Madrid’). En una mesita, con vistas a la Plaza de España, estuvimos hablando de los nuevos avances de la clínica y cómo mantenerse bella.

Llorente me cuenta que en LOVE la clave es que, además de estar a la vanguardia en tratamientos, cuentan con médicos estéticos y doctores con una larga trayectoria profesional ya que, lo que marca la diferencia en este mundo, es la experiencia.

Debo seguir insistiendo en el consumo moderado, y, arrojándome piedras sobre mi propio tejado, bebo demasiado y mi piel pasa factura. Os cuento esto porque viene muy al hilo de esta temática: Llorente me desvela que trabajan con unas vitaminas para darle luminosidad al rostro e hidratarlo (perfecto para después de verano, por ejemplo). Para seros sincera, no lo he probado pero espero corroborarlo en mi propia piel (y nunca mejor dicho) y contaros, si procede, en otra ocasión qué tal funcionan tales vitaminas.

También es cierto (y es así como yo lo veo), aunque sea defensora paradójicamente de que la arruga es bella (como decía el eslogan de Adolfo Domínguez), no sólo la experiencia marca un resultado bueno en los retoques estético, sino también la visión que tiene sobre la belleza el profesional con el que se trabaje. Por ejemplo, si el cirujano en cuestión, además de no hacer caso a la voluntad del paciente, decide imponer su percepción de lo que uno debe hacerse, y sus parámetros de belleza distan mucho de lo que el cliente quiere, es un grave error. En eso está de acuerdo conmigo la Doctora Thielen que confiesa siempre hacer lo que le pida su paciente, siempre cuando considere que tenga su “sentido”.

Cuando os digo lo de la “arruga es bella”, no es que caiga en una contradicción (aunque a primera vista parezca). Hay arrugas; y arrugas. Es decir, hay arrugas bellas y que forman parte de la evolución de la piel de una persona, y otras que, en cambio, son a consecuencia de un “incorrecto” uso de nuestro cuerpo: la rayita en el entrecejo no es natural y es el resultado de alguien que frunce el ceño con mucha frecuencia, por lo que, evitar esta tendencia del músculo y corregirlo, me parece acertado; o alguien que consume en exceso alcohol y con ello va anulando su colágeno natural. Del mismo modo que alguien que fuma o no se desmaquilla, que no se aplica protector solar cuando toma el sol, que no se lava bien la cara, o no la hidrata, o bebe agua... ¡Son tantos los factores que facilitan que envejezcamos antes...!

Me interesa mucho el apartado de los cánones de belleza que varían según la cultura de un país y el imaginario social colectivo imperante. En España, por ejemplo, hasta hace unos años no estaba tan de moda tener unos glúteos grandes (como sí en países iberoamericanos), y las Kardashian y otros prescriptoras lo han puesto de moda. En este sentido, Vanessa Thielen, entre gin (Gin Vin concretamente) y tonic, me cuenta que “en Venezuela y, en general, en toda América Latina hay muchísima más cultura de cirugía plástica con fines estéticos que en España; y, de hecho, los tratamientos que empiezan a demandarse en España, en mi país llevando haciéndose desde hace 10 años”, por lo que en España podríamos decir que vamos con cierto retraso.

Otros secretos de la gastronomía para mantenernos en forma

No puedo dejar de contaros (aunque no es ninguna novedad) que tomarse una copa de vino tinto al día es muy beneficioso: acelera el metabolismo, lo que hace que actúe de “quema-grasas”. Claro que si nos comemos un cochinillo entero, la copa de tinto pierde sentido. Pero, siguiendo una dieta correcta, es hasta bueno para el organismo (y recordad, siempre consumo moderado). En cambio, y muy a mi pesar, la cerveza (al menos en mi caso), me hincha la tripa: la cebada es lo que tiene, y por eso últimamente opto por la cerveza de trigo, que es muchísimo más ligera. Recomienda la cerveza CALIFA, 100% de trigo y que sienta de fábula.

Aun así, mucho me temo que no seré capaz de renunciar a una Corona, una Mahou, Estrella Galicia, Heineken o Estrella Damm, pues son las cervezas que abundan en los restaurantes, terrazas y bares en España, y encontrar una cerveza de trigo es casi imposible. ¡Soy muy cervecera! Pero reconozco que me paso a menudo.

Mejor fermentados que destilados

Desde luego, y prosiguiendo con la línea de “catas saludables”, he de decir que las bebidas fermentadas (cerveza, vino y sidra), para la piel y en relación a las calorías, son infinitamente más saludables que las bebidas destiladas (ron, whisky, vodka...). Pero que, dentro de los destilados, lo que más se recomienda para no engordar, principalmente, es la ginebra, ya que es de las bebidas destiladas que menos calorías tiene, por no decir que contiene un 0,0 en azúcar (ojo, que el azúcar ya lo pone la tónica). De ahí que aconsejo tomar la ginebra con SCHWEPPES ZERO LIMÓN sin azúcares añadidos.

Un vino tinto que recomiendo para aquellos que están a dieta es el MALLEOLUS 2016 de las Bodegas Emilio Moro. Un tinto impresionante, con una intensidad en la nariz muy notable, carnoso; y, en lenguaje de emociones podría ser un vino para el “emprendimiento”: sea de un negocio, una dieta, una relación o una nueva etapa. Elaborado a partir de uvas de Majuelo, este vino de la Ribera del Duero tiene un precio que alcanza los 30 euros que, sin embargo, recomiendo mucho.

Cocktails saludables y naturales en Sunset Lookers

Por cerrar el encuentro, la terraza SUNSET LOOKERS es famosa también por sus numerosos cocktails. Ya que estoy en la línea de “cuidar la línea”, y nunca mejor dicho, recomiendo el ‘Zombie’ elaborado a partir de zumo de naranja y puré de frutas de la pasión, eso sí, acompañado de Ron, aunque este en un momento dado se puede pedir que no os lo pongan; o el ‘Bahamas’ con ron, puré de mango, zumo de piña y hojas de menta, que también (y seguramente no les importe) pueda ser omitido el destilado o incluso sustituido por una ginebra. Mi preferido es el ‘Zero Velvet Punch’ que combina ginebra, arándanos, zumo de limón y sirope de lavanda.

¡Recordad, la ginebra no tiene azúcar! Y, aunque no os lo creáis (por su dulzor), el ron tampoco lleva azúcar. Ahora bien: al elaborarse a partir de la caña de azúcar, esto es lo que deja ese toque empalagoso en boca, que, combinado con alguna bebida gaseosa y azucarada, deja la sensación de que uno consume una bebida enormemente dulce y rica en azúcares. En Punta Cana en un viaje que hicimos por el mar, dado que no había otra cosa que ron, terminé sucumbiendo a esta bebida, y la combiné con tónica sin azúcar, y tengo que decir que me encantó, ya que no me supo tan pesada.

Mientras la ginebra tiene 45 grados, el ron tiene 40 (aunque la graduación alcohólica pueda depender de la marca).

¿Y qué decir del whisky? Pues tiene 0,1 gramos de azúcar, por cada 100 gramos de la bebida destilada.Y una graduación alcohólica que ronda los 43 grados.

Retomando las bebidas estrella de la terraza, la oferta es una auténtica explosión para el paladar. Por supuesto que luego, además, cuentan con una carta de cocktails sin alcohol (que casi que los recomienda más, ¡para qué engañaros!) como en ‘June Bug’ de puré de coco, kiwi, mango y zumo de piña (absolutamente tropical) o el ‘Melon Park’ elaborado con zumo de melón, albahaca y piña.

Un lugar perfecto para seguir aprovechando lo que queda de verano y del buen tiempo (a la espera de la nueva carta del restaurante que ya en septiembre os contaré) y en donde se puede seguir explorando nuevos sabores sin engordar en exceso.

Al igual que con el alcohol cuyo uso debe ser moderado: lo mismo diré de los retoques estéticos. Todo en su justa medida, en manos de profesionales y valorando todo varias veces antes de lanzarse a hacer cualquier cambio, ya que nos jugamos, no sólo nuestros aspecto físico, sino la salud. De todas manera, antes de lanzarse a por una bebida, también conlleva analizar qué tiene la bebida y cómo nos puede afectar en nuestro aspecto físico. Yo cada día he tomado más conciencia de ello, y me siento más a gusto conmigo misma.