La Rioja

Enate, la bodega más emblemática del Somontano , una adelantada a su tiempo

Enate, la bodega más emblemática del Somontano , una adelantada a su tiempo
Enate, la bodega más emblemática del Somontano , una adelantada a su tiempolarazon

Cuando la filoxera arrasó los viñedos de Burdeos en los últimos años del siglo XIX, los négociants franceses (que no querían renunciar a sus mercados de ninguna manera) pusieron sus ojos de inmediato en dos regiones vinícolas españolas que consideraron que ofrecían unas condiciones climáticas similares a las de la Gironde. Las elegidas fueron La Rioja y el Somontano. En la primera, arraigaron fuertemente y crearon las históricas bodegas que hoy habitan el Barrio de la Estación de Haro. No sucedió lo mismo con el Somontano, fundamentalmente porque esta comarca quedó aislada, sin un medio de comunicación eficaz como era el ferrocarril Haro-Bilbao.

Así, aun contando con unas cualidades similares a las de La Rioja, el desarrollo de los vinos en el Somontano quedó truncado durante casi un siglo. Al final de la última década de los 80 fue cuando se rememoró el potencial de la zona y se puso en marcha la D.O. Somontano con apenas cuatro bodegas: una de ellas, propiedad de los descendientes del único francés que se asentó finalmente en la zona a principios del siglo XX, una cooperativa que agrupaba a los viticultores de la comarca y dos bodegas de nueva creación.

Una de estas bodegas, Viñedos y Crianzas del Alto Aragón, universalmente conocida por la marca que ampara todos sus vinos –Enate, nombre de un pequeño pueblo vecino a la bodega–, es la que hoy se asoma a estas páginas.

Desde el principio –primera cosecha en 1992– Enate se ha distinguido por dos facetas: la innovación y el buen gusto. Así, el primer vino que lanzó al mercado fue un rosado, decisión sorprendente que en cambio le dio réditos inmediatos y además convirtió a aquel vino en el icono de lo que debía ser un rosado moderno, con una calidad y una personalidad incontestables vigentes hasta hoy mismo.

Rompiendo moldes

Pero eso era sólamente una breve y llamativa nota de su filosofía. Desde el principio se trabajó y se invirtió generosamente para conseguir unos vinos excelentes, de asombrosa regularidad y con precios muy razonables.

Y ese esfuerzo –que queda reflejado muy gráficamente por el salto desde las 25 hectáreas de viña de 1991 a las 450 actuales– ha sido acompañado siempre por la aplicación exigente de cuatro conceptos que, si hoy suenan a cosa sabida, en su tiempo rompían los esquemas vigentes. Enate se adelantó a su tiempo.

El primero es la «viticultura de precisión». En Enate siempre fueron conscientes de que el vino está en la viña y a ella se dedican los medios más modernos de plantación, seguimiento meteorológico e información geográfica, tanto por GPS como por satélite.

El segundo es el «respeto al medio ambiente». En Enate están vetados los herbicidas y los productos químicos de síntesis. Se efectúan tratamientos preventivos con productos naturales y la fertilización con productos orgánicos.

El tercero es «bajas producciones por hectárea». A pesar de esa viticultura modélica, los rendimientos por hectárea nunca alcanzan los máximos permitidos por el Consejo Regulador; para controlarlos se recurre preventivamente a la poda de las viñas.

El cuarto es «vendimiar en óptimas condiciones». El seguimiento exhaustivo que permite la viticultura de precisión hace posible determinar el día y la hora óptimos para la vendimia de cada variedad de uva y cada parcela; esta organización hace que el traslado de la uva a bodega pueda ser también programado con exactitud.

Es evidente que todo ese esfuerzo no se hace para conseguir producciones simbólicas; Enate es una bodega de gran dimensión (en torno a 3,0 millones de kilos de uva anuales), con el reto de que todos sus vinos respondan siempre a la calidad que prometen.

Y aquí entra la bodega en sí: un museo desde la puerta de entrada a la de salida, con un diseño espectacular y trufada de obras de arte para disfrute de los visitantes. Pero, además de eso, impresionan al visitante las modernas instalaciones de elaboración –inmaculadamente limpias–, las 4.000 barricas (70 por ciento de roble francés) que se pueden contemplar desde una atalaya privilegiada que da a la sala de original diseño, o los botelleros en los que reposan antes de salir al mercado hasta cuatro millones de botellas.

Enate es una bodega en la que no se ha descuidado ningún aspecto técnico que sea necesario para garantizar permanentemente la calidad de los vinos, pero su perfil –sobre todo de cara al visitante– siempre queda realzado por el «museo de verdad», al que se dedica todo el espacio que merece y que hace que la visita del aficionado se vea enriquecida con el disfrute de su galería de arte, única en su género.

Pasión por el arte

Cualquiera que haya tenido la oportunidad de visitar Enate se habrá visto sin duda sorprendido por la espléndida colección de arte contemporáneo que atesora y que suma ya más de 100 obras. Su contemplación hace que la visita a esta bodega deje un recuerdo imborrable.

En principio se trataba únicamente de ilustrar la etiqueta de cada vino con un cuadro de un pintor actual, con preferencia por los aragoneses. En ellas podemos encontrar obras de los aragoneses Cerdá, Saura, Broto o Salvador Victoria, además de otros nombres importantes como Canogar, Beulas, Tàpies, Chillida o Torner nacidos en otras tierras.

La obra que ilustra la etiqueta del vino seleccionado por la Bodega Personal La Razón está realizada por el pintor oscense Alberto Carrera Blecua.

Enate Selección Especial Reserva 2008

En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de elegir una partida de barricas del Reserva 2008, que ha sido embotellada y etiquetada en exclusiva para Bodega Personal. Se trata de un vino plenamente representativo de esa magnífica añada (calificada como «muy buena» por el Consejo Regulador) y también del estilo de Enate. Este Selección Especial es un vino en el que destaca su elegancia y en el que hemos de tener en cuenta también su potencial para envejecer noblemente.

Notas de cata:

Color rubí-granate intenso, brillante. Nariz elegante, con finos recuerdos de frutos rojos maduros (grosellas) y al fondo una madera de calidad muy bien integrada.

En el paso de boca esta edición especial Reserva 2008 muestra una estructura media, frescor, intensidad y una buena persistencia. Se puede disfrutar ya, pero un par de años más en la botella le permitirán alcanzar su plena armonía.

Información:

Puede adquirir este vino, en exclusiva, llamando al teléfono 902 876 808 –de lunes a viernes en horario de 10 a 18 horas– o en cualquier momento del día en la página web www.bodegapersonal.es.

Caja de 6 botellas:

PVP: 49,50 €

IVA y gastos de entrega incluidos en el precio.