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Lobsterie: un roll de bogavante para chuparse los dedos

Lobsterie: un roll de bogavante para chuparse los dedos
Lobsterie: un roll de bogavante para chuparse los dedoslarazon

Los jóvenes emprendedores a la hora de arriesgarse y abrir su propio negocio ya tienen estudiada una de las primeras lecciones del mercado gastronómico: la necesidad de diferenciarse, ya que el panorama culinario madrileño es competitivo y está muy vivo. Les explico que el lobster roll es un bocado riquísimo de Nueva Inglaterra y que triunfa en EE UU, Gran Bretaña y Francia. En la capital lo hemos probado en este bistró ideado por Arnaud Keres, quien conoció el concepto de lobster bar París. Le gustó tanto que decidió abrir Lobsterie en Madrid, donde emplea materia prima nacional, ya que el bogavante azul gallego lo compra vivo en las lonjas de O Grove y La Coruña. La carta es breve y está pensada para compartir y mancharse los dedos. Aquí se viene a disfrutar de una colosal pieza de 600 gramos de bogavante, partido por la mitad y cocinado a la sartén con mantequilla francesa, al estilo de las «brasseries» de Bretaña y Normandía, servido con patatas fritas, mayonesa de crustáceo y ensalada de col con zanahoria aliñada con pimentón ahumado. También, el ya emblemático lobster roll, un brioche dulce de masa madre y harinas ecológicas relleno de tropezones de bogavante frío con salsa de mostaza. Sin embargo, para picar abrimos boca con las croquetas de bogavante, rebozadas con el ahora tan utilizado panko, con los camarones fritos en harina de garbanzos y con el ceviche de corvina. Pero cuidado, esta temporada se incorporan el roll de gambón, el de buey de mar gallego y el Connecticut. Para comer con los dedos.