Cataluña
Arrimadas: El amor triunfa sobre la ideología
La candidata de Ciudadanos a la Generalidad sale desde hace meses con Xavier Cima, miembro de CDC y reconocido nacionalista. Los compañeros de partido de la número dos de Albert Rivera creen que la cosa va en serio: «Inés es de las de casarse»
La candidata de Ciudadanos a la Generalidad sale desde hace meses con Xavier Cima, miembro de CDC y reconocido nacionalista.
Las elecciones que se celebran mañana en Cataluña marcarán un antes y un después en la vida de Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981), la candidata de Ciudadanos a presidir la Generalidad. Fallen o no las encuestas, la joven cabeza de la formación naranja está llamada a convertirse en el rostro que, semana tras semana, va a tener que enfrentarse a los nacionalistas en el Parlament.
Arrimadas debería, en cualquier caso, dejar el debate para la plaza pública y no llevarse trabajo a casa: desde hace tiempo comparte su vida con Xavier Cima, un compañero de profesión, pero en absoluto de ideología. Cima, consultor de Obra Civil, además de presidente de la Sociedad Municipal de Aguas y Servicios de Ripoll, ha sido diputado durante la última legislatura y ha ejercido como teniente de alcalde en el Ayuntamiento de la localidad barcelonesa. Pero no como representante de Ciudadanos. Ni si quiera del PP, formación más cercana a la ideología de los naranjas en lo que a cuestiones separatistas se refiere. Cima es miembro de Convergència Democrática de Cataluña. Y un reconocido nacionalista.
Arrimadas es jerezana de nacimiento y de ascendencia salmantina. Firme y obstinada en sus decisiones, llegó a Barcelona hace sólo unos años por motivos profesionales. Otras fuentes dicen que siguiendo a un novio al que había ofrecido trabajo Xavier García Albiol, el candidato del PP a las elecciones. La relación no salió bien, e Inés, que por aquel entonces ya había debutado en política, conoció a Xavier Cima en una comisión parlamentaria. Según un conocido de la pareja, quizá por su belleza, o quizá por su carácter reservado, «nadie se atrevía a entrarla». Xavier Cima lo hizo.
Probablemente lo que la conquistó fue precisamente eso: el descaro de un joven de ideología contraria.
Aunque Arrimadas detesta hablar de su vida personal y evita el tema en las entrevistas, en absoluto esconde a su pareja. De hecho lo presenta como tal. El pasado mes de julio los dos acudieron juntos a la boda de Fernando de Páramo, el secretario de Comunicación de Ciudadanos. Cima se sentó junto a Inés, como un invitado más, y según los asistentes, evitaron hablar de política. De hecho parece que ese es el secreto de su éxito.
Además de su juventud y su dedicación política, Inés y Xavier comparten su gusto por los idiomas. Inés puede presumir de hablar varios: inglés, francés y catalán, lengua que maneja con soltura tras haberla estudiado durante varios años. Cima, por su parte, se desenvuelve bien en sus lenguas de nacimiento, español y catalán, domina el inglés y chapurrea el francés. La diferencia entre ambos es que el programa político del partido al que representa Inés, Ciudadanos, no impone el uso de ninguna, mientras que el de Cima sí multa a quienes rotulan en castellano. En Ciudadanos tampoco critican a su líder en Cataluña por esta relación. A la pregunta de si les perjudica el hecho de que su máxima representante tenga un novio nacionalista, uno de los miembros del partido de Albert Rivera responde tajante: «Somos estrictamente liberales. Hasta para eso. No nos metemos en absoluto en la vida de Inés Arrimadas. De hecho nunca hablamos de ello».
Lo que sí tienen claro quienes los conocen es que Inés y Xavier van en serio. Una fuente cercana al partido asegura incluso que habrá boda si todo sigue como hasta ahora. El matrimonio está en el horizonte de esta atractiva pareja: «Inés es una chica formal. De las de casarse», nos comentan. Él no figura en la lista conjunta de Juntos por el sí, por lo que no tendrán que coincidir en el trabajo. Y si se cumple ese dicho popular según el cual «dos que duermen en el mismo colchón...», los compañeros de Arrimadas en Ciudadanos tienen claro quién llevará a su terreno a quién: «Será Inés, sin ninguna duda, la que acabe haciendo entrar en razón a Xavier». Y es que, detrás de esa imagen dulce, se esconde una mujer tenaz que podría convertirse en la primera presidenta de la Generalidad catalana.
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