Ashton Kutcher, testigo clave en el asesinato de la que fue su novia

No sólo atraviesa un dulce momento profesional –es uno de los intérpretes mejor pagados gracias a su papel protagonista en la serie «Dos hombres y medio» y a proyectos en la gran pantalla como «Jobs», biopic sobre el fundador de Apple–, sino que también se encuentra en uno de los momentos más felices de su vida personal: ha alcanzado la estabilidad junto a la también actriz Mila Kunis y en octubre la pareja dio la bienvenida a su primera hija. Sin embargo, ahora que todo parece sonreírle, Ashton Kutcher deberá enfrentarse a uno de los episodios más dolorosos de su pasado. El intérprete se convertirá en uno de los testigos claves en el juicio contra Michael Thomas Gargiulo, acusado de asesinar el 21 de febrero de 2001 a la modelo Ashley Ellerin, de 22 años, quien por entonces mantenía una relación sentimental con Kutcher. La joven fue apuñalada 47 veces en su casa de Los Ángeles mientras se duchaba, según informa la revista «National Enquirer».

Restos de vino

La violencia del asalto fue tal que el asesino «casi la decapitó». «Una vez muerta, dejó su cuerpo en una pose degradante, de naturaleza sexual», recogen algunos documentos judiciales publicados en Radar Online. Fue su compañero de piso, Justin Peterson, quien encontró el cadáver. El mismo día de su fallecimiento la modelo había intentado quedar con Kutcher, que entonces tenía 23 años, y él declinó la cita, aunque le dijo que se pasaría más tarde por su apartamento. La joven estuvo con su padre haciendo algunas reformas en su casa y luego lo acompañó al aeropuerto. El intérprete llegó a la vivienda a las 22:45 horas, después de intentar contactar dos veces con ella vía telefónica sin tener éxito. El coche de la joven estaba aparcado y el piso tenía las luces encendidas. Tras llamar dos veces y no obtener respuesta, supuso que estaba enfadada con él. Según recoge en su testimonio a la Policía, antes de marcharse miró por la ventana y vio en el suelo lo que creyó eran restos de vino tinto. Su novia ya estaba muerta, aunque él ni se lo imaginaba. El testimonio de Kutcher, que probablemente será requerido en los próximos meses, será fundamental para determinar la hora del fallecimiento de la joven. Además del asesinato de Ellerin, Gargiulo –detenido después de que una de sus víctimas lograse salir con vida del ataque– está acusado de varios asesinatos y los informes psicológicos lo describen como un «asesino en serie con un trastorno psicosexual», cuyo afán es «matar sistemáticamente a mujeres jóvenes y atractivas porque obtiene placer sexual manipulando, apuñalando y acabando con la vida de sus víctimas».