Bustamante y Echevarría: no hay terceras personas

Según amigos de la pareja, la ruptura ha ocurrido porque la actriz no aprobaba algunas amistades ni las salidas nocturnas del cantante tras los conciertos.

Con un «Busca lo mágico de cada día», Paula Echevarría se dirigía ayer a sus 1,6 millones de seguidores en Instagram antes de llevar a su hija Daniella al colegio. Después, desayunaba junto a su amiga Isabel Navarro, mujer del coreógrafo Javier del Castillo, «Poti», con la que también quedó a comer. Poti e Isabel son amigos íntimos del matrimonio desde que Bustamante conociera al bailarín en la academia de «Operación Triunfo». A su llegada ayer a Barcelona, Poti aseguraba, muy discreto, que tanto Paula como David «están bien, no puedo decir más. Es una cuestión privada de ellos».

De momento, no hay comunicado oficial que confirme el divorcio. Y, mientras la actriz permanece muy activa en las redes sociales, el cantante está desaparecido. Desde hace dos días no publica ninguna imagen (la última es del pasado sábado, un vídeo junto a su padre y sus hermanos). Según una persona cercana a la pareja, Bustamante lleva al menos dos meses viviendo fuera del hogar, en el piso que sus padres tienen en Villanueva del Pardillo. Aunque ayer por la tarde se le vio llegar a la casa familiar unos veinte minutos después de que lo hiciera Echevarría. Otro amigo suyo asegura que «David está mal. La relación no daba más de sí. Lo han intentado por la niña. Llevaban años tratando de solucionar una crisis, pero la situación era ya insostenible. No se puede hablar de culpables, ni de terceras personas, pero sí de planteamientos de vida distintos».

En varias ocasiones, David había manifestado su deseo de ampliar la familia, algo que no entraba dentro de los planes inmediatos de la actriz. Además, para su círculo cercano, la protagonista de «Velvet» prefería llevar una vida «organizada y familiar», mientras que el artista disfrutaba cada vez con más frecuencia de sus salidas nocturnas, sobre todo tras los conciertos, algo que no gustaba a Paula Echevarría. Bustamante se encuentra en plena gira de su «Tour amor de los dos» y el día 28 actuará en León. Por su parte, ella está inmersa en varios proyectos, el más inmediato hoy con la presentación de su nuevo perfume, Sensuelle, en el Hotel Gran Meliá Palacio de los Duques de Madrid, donde no está previsto que haga declaraciones sobre su vida privada, ya que según su mánager Ana Tenorio, «nunca lo ha hecho». Además, Echevarría subió ayer a Instagram un vídeo en el que se la ve colaborando en el diseño de unas gafas de la marca Hawkers. También ha animado a participar en el proyecto de Carmen Mitre, a la que ha mostrado su apoyo virtual a la carrera «A Boston con Mitre», un proyecto de la fundación Unoentrecienmil que recauda fondos para la investigación de la leucemia infantil. Con lo que respecta a los detalles del divorcio, no parece que vaya a plantear demasiados problemas, ya que la pareja se casó en 2006 en régimen de separación de bienes. En cuanto al patrimonio familiar, la pareja tiene un chalet unifamiliar de 500 metros cuadrados sobre una parcela de 2.500 que lleva dos años en venta. La propiedad, en la urbanización Villafranca del Castillo, en la localidad de Villanueva de la Cañada, está valorada en 1,5 millones de euros. Tiene 7 dormitorios, 2 salas de ocio, una de cine, 4 cuartos de baño y piscina privada. En cuanto a los bienes empresariales, cada uno administra sus propias empresas, según el registro mercantil. Paula gestiona sus ingresos (publicitarios, televisivos y los editoriales generados de su blog «Tras la pista de Paula Echevarría», en «Elle») a través de PEC Producciones Artísticas 2007 SL, una firma, con sede en la residencia familiar, dedicada a las artes escénicas. David es administrador único de Celeste Music Sport Production SL, constituida en 2010 y dedicada a actividades relacionadas con agencias de colocación, y de Daimala Producciones SL, creada el año pasado y dedicada a gestionar salas de espectáculos. Las dos con sede en Madrid.