Cumpleaños no tan feliz en Cantora

El juez de vigilancia penitenciaria concede a Isabel Pantoja un permiso de seis días, que coincidirá con la celebración de sus 59 años.

El juez de vigilancia penitenciaria número dos de Sevilla autorizó ayer un permiso de seis días a la tonadillera, que cumple una condena de dos años por blanqueo de capitales en la cárcel de mujeres sevillana de Alcalá de Guadaíra. Hay que aclarar que la fecha del permiso, generalmente, se establece, entre otros requisitos, en función de las necesidades familiares de cada interno. En el caso de la cantante, coincidirá además con su 59 cumpleaños, el próximo domingo, 2 de agosto.

Aunque le hace ilusión reencontrarse con su clan, que nadie espere que vayan a ser unos días totalmente felices, porque Isabel tiene previsto reunir a su hija, Isabelita, y a su hermano Agustín, para intentar solucionar el conflicto familiar que les separa desde hace años. Tío y sobrina se llevan muy mal desde hace ya tiempo, y la segunda siempre reprochó a los suyos que su hermano Kiko ha sido el preferido de su madre, de su abuela Ana y de su tío, por lo que su situación en Cantora es del todo desagradable. Nada le ata a la finca, y lo demuestra el que, en cuanto fue madre, salió huyendo de ella para vivir su propia vida en libertad.

Si Pantoja quiere ver a su nieto durante este permiso tendrá que claudicar ante una de las condiciones que le ha puesto su niña, que hace apenas unos días dejó muy claro a su madre que si no permite la entrada de la niñera Dulce – para ella como una segunda madre– en Cantora, que se olvide de esa reunión «campera» con su tío.

Nada de Dulce

Isabel no puede ni ver a la niñera desde que una «garganta profunda» le contó que Julián Muñoz podría haber tenido una relación oculta con Dulce a sus espaldas. Pero la verdad es que esta mujer se ha convertido en el mayor apoyo de Isabelita desde que la niña-mujer se emancipó nada más cumplir los dieciocho años. Y algo que no perdona Isabel es que su única hija vea a Dulce más como una madre que como una niñera y amiga.

Así pues, va a ser un cumpleaños agridulce, sin grandes algarabías, porque la Pantoja sabe perfectamente que los dos bandos en los que hoy se divide su familia no están para compartir grandes fiestas. Y lo que no desea es un festejo cumpleañero lleno de «caras largas». Para más inri, una de sus amigas más fieles, casi su portavoz televisiva, Raquel Bollo, no sería bien recibida por el «tito Agustín», quien está molesto con la ex de Chiquetete desde que hace unos días realizara unas fuertes declaraciones sobre la vida sexual del «hombre fuerte» de la familia Pantoja.

Tampoco estará en Cantora una de las antiguas amigas de la casa, Chelo García Cortés, quien indica a nuestro periódico que, evidentemente, «no me vais a ver por allí el domingo». Es factible que participen en esa celebración familiar todos los hermanos de la cantante, su madre, su hijo Kiko y la pareja de éste, la sobrinísima Anabel, amigos como Falete, Luis Rollán, el dúo Las Mellis...

También aprovechará el permiso para acudir a la consulta de su médico. Como recordarán nuestros lectores, Isabel ha tenido que ser atendida en la enfermería de la cárcel en dos ocasiones en los últimos días tras sufrir ataques de ansiedad así como otras dolencias. Es de prever que el galeno le prohibirá que beba tanto resfresco light y que fume tanto, sus dos grandes vicios.

Cada día habla con su hermano, quien le tiene al tanto de todos los acontecimientos que rodean a la familia, y las declaraciones de Chabelita en una revista, arremetiendo contra unos y otros, le causaron un gran disgusto. Tanto que fue uno de los días en los que la llevaron urgentemente a la enfermería. Y en esa más que posible reunión le dejará muy claro a su hija que no quiere que conceda más entrevistas exclusivas contando las intimidades familiares y los desencuentros.

A la hoy presa tampoco le gusta la relación de su hija con los Mateo, Cristopher y compañía. Piensa que ya tienen bastante los Pantoja con sus problemas como para «emparentarse» con una familia que está bajo sospecha.

En cambio, le cae muy bien el actual novio de Chabelita, el santanderino Alejandro, un joven mucho más discreto y menos «conflictivo» que el polifacético Cristopher.

La cantante, que ingresó en la prisión sevillana el 21 de noviembre del pasado año, disfrutó de un primer permiso de cuatro días que concluyó el pasado 5 de junio.

La Junta de Tratamiento de la prisión, por su parte, le ha denegado, de momento, el tercer grado, y su abogado presentó inmediatamente un recurso. Se comenta que a la artista se le están acabando los ahorros, y que si no consigue la semilibertad antes de que finalice este verano podría comenzar a tener serios problemas económicos, incluso, hasta el punto de no poder abonar la parte correspondiente de la multa que le impuso en su día el juez y que debe ser pagada en el mes de septiembre.