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Irene Villa: «Lo que quiero es centrarme en mis entrenamientos, en las conferencias y en mis hijos»

Irene Villa/Foto. Alberto R. Roldán
Irene Villa/Foto. Alberto R. Roldánlarazon

Irene Villa y Juan Pablo Lauro han decidido poner fin a su matrimonio después de casi una década juntos y tres hijos que tienen en común

“Saber que se puede” fue el libro que escribió en 2004 sobre sus vivencias y experiencias, en especial aquella que vivió a los 12 años, junto a su madre, en un atentado de ETA, donde perdió las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda. Ella, sin embargo, “sabía que podía” y un tiempo después se convirtió en esquiadora paraolímpica. También es escritora, periodista, colaboradora de LA RAZÓN y, hasta 2007, fue delegada en Madrid de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Además, es una persona generosa, amable y positiva. Irene Villa nació en Madrid en 1978, se licenció en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid y también tiene estudios en Psicología y Humanidades. “Saber que se puede” es la historia de una mujer que, a pesar de las adversidades, ha tenido una vida llena de éxitos. Entre ellos, destaca los que ella llama “nuestras tres bendiciones”, tres hijos que tuvo con el empresario Juan Pablo Lauro a lo largo de un matrimonio que ha durado siete años. Carlos, de 6 años, Gael, de 3 y Eric, de 2, son el fruto de una relación entre la periodista y su marido que, tras ser la envidia de muchas parejas que nació de un “flechazo”, anuncian ahora su separación.

“Me está doliendo que alguien pueda pensar que me he lucrado con este tema”, explica la escritora, pues su interés por ganar dinero a partir de exclusivas es absolutamente nulo y simplemente lo comunicó “por el cariño que siempre nos tuvisteis todos”, confiesa. Este dolor, sin embargo, no lo siente cuando habla de su separación, pues, a pesar de estar de viaje, sin cobertura, recibiendo mensajes constantemente y de haber concedido explicaciones durante los últimos días sobre su ruptura, Irene Villa ha demostrado una vez más su generosidad y ha concedido unas palabras a LA RAZÓN, en las que confiesa que, tras tomar esta decisión con el que ha sido su marido durante tanto tiempo, “estamos cada día mejor”. “Han sido meses difíciles pero por fin tomamos la decisión y estamos genial”, explica la escritora, “él está estudiando mucho para ser piloto, lleva muchas horas de vuelo y yo no paro de viajar”.

Ante las dudas que han surgido en los últimos días sobre su futuro, no entra en los planes de la periodista pensar sobre eso, aunque, si Juan Pablo lo hiciera, le desearía lo mejor. Con esto, Villa nos explica que no se niega a rehacer su vida ni a cerrarse en lo sentimental, sino que “ahora quiero centrarme en mis entrenamientos de esquí adaptado en Sierra Nevada, en las conferencias y en mis hijos”, explicaba. Cada uno con su vida, su trabajo y sus sueños, aunque es “obvio que nos deseamos lo mejor porque sigue habiendo mucho cariño entre ambos”, expresaba la periodista.

Firmaron los papeles de la separación, dejando los del divorcio “en el aire”. “No hablamos de divorcio porque no lo necesitamos”, explicaba Villa, “con el acuerdo que firmamos está todo perfecto”. Entre vuelos, entrenamientos y viajes, está segura de que dedicarán el tiempo que sus tres hijos necesiten, ya que “lo que más nos importa es que los niños estén bien y felices, y así es”, confesaba la madrileña. “Ventajas de la custodia compartida y de que Pablo es un padrazo, esa es mi suerte”, decía llenando de optimismo sus palabras y de agradecimiento constante hacia su ex pareja. Además, habla de una separación “quizás momentánea”, sin poner barreras inquebrantables y terminando, de momento, viviendo en dos casas diferentes. “Este verano Juan Pablo y yo nos alejamos por motivos laborales y esto ha desembocado en separación”, confesaba la escritora, “teníamos esperanza de superarlo pero hemos decidido seguir con esta magnífica relación y terminar con la convivencia”.