Reino Unido
Preocupación por la salud de Isabel II de Inglaterra
Hace 12 días que no se ve en público a la reina –que cumplirá 91 años en abril– por culpa de un «fuerte resfriado persistente»
Hace 12 días que no se ve en público a la reina –que cumplirá 91 años en abril– por culpa de un «fuerte resfriado persistente»
La reina Isabel II de Inglaterra no acudió ayer a la tradicional misa de Año Nuevo que cada año se celebra en su residencia de Sandringham, en Norfolk, en el noroeste de Reino Unido. El motivo, un «fuerte resfriado persistente». «La reina no se siente preparada para acudir a la iglesia, ya que aún se recupera de un fuerte resfriado», informó el Palacio de Buckingham. El mismo resfriado que le impidió asistir la semana pasada a la misa de Navidad en la iglesia María Magdalena.
Finalmente, el príncipe Felipe sí acudió a la tradicional misa de Navidad. Ésta fue la primera vez que la reina no acudió desde que la familia real comenzó a celebrar sus navidades en Norfolk en 1988. La monarca británica, de 90 años, es también formalmente cabeza de la Iglesia anglicana. De ahí la preocupación entre los británicos, pues resulta extraño que se salte dos misas importantes sin un motivo de peso. Según la BBC, Isabel II lleva 12 días sin aparecer en público. Dada la edad de la soberana, las noticias sobre su estado se siguen con preocupación en Reino Unido. Hace unos días, Palacio tuvo que desmentir una broma macabra en las redes sociales, donde un falso comunicado en nombre de la BCC anunció su muerte.
Además de gozar de unos genes excelentes –su madre vivió 101 años–, la reina de Inglaterra ha mantenido toda su vida unos hábitos saludables y no ha pisado un hospital desde 2013, por culpa de una gastroenteritis. Con todo, los años no perdonan y dejan huella también en las personas de sangre azul. La última apertura del Parlamento mostró el deterioro físico de Isabel II, que tropezó ligeramente con la cola de vestido. Además, por primera vez, la monarca recurrió a un ascensor en lugar de a las escaleras para en la pomposa ceremonia de cambio y recambio de coronas, trajes y diamantes para leer el programa del Gobierno.
La soberana y su esposo, el duque de Edimburgo, de 95, retrasaron la semana pasada un día su partida hacia Sandringham debido a que ambos tenían un resfriado. El Palacio de Buckingham informó recientemente de que Isabel II dejará de ejercer de patrona de más de 20 organizaciones benéficas antes de cumplir 91 años, el 21 de abril. Lo cierto es que durante el último año, la casa real ha tratado de aligerar la agenda de una soberana nonagenaria. Así, Isabel II ha delegado en otros miembros de la familia real los viajes de larga distancia. Estos cambios han aumentado la presencia del príncipe heredero, Carlos de Inglaterra, de 68, así como de su nieto Guillermo. Incluso su nieto Enrique, más conocido en los tabloides por sus sonados escándalos, empieza a asumir más responsabilidades.
Pese a todo, nada indica que la soberana esté dispuesta a seguir los pasos de los monarcas español, belga u holandés y abdicar en generaciones más jóvenes. «La reina reinará mientras esté capacitada para hacerlo», insiste machaconamente palacio. En opinión de Sarah Bradford, biógrafa de Isabel II, «la reina considera que debe cumplir su deber de reinar hasta el final, no contempla abdicar». Desde la muerte del rey tailandés, es la reina más veterana del mundo, ha conseguido récords mundiales y nacionales, superando a su antepasada, Victoria, con más de 64 años de reinado. Ella cumple 65 en febrero.
Sea como fuere, sus súbditos parecen comulgar con la idea que su monarca debe portar la corona mientras su salud se lo permita. En 1990, un 48% de los británicos era favorable a la abdicación a favor de Carlos (antes de su separación de la princesa Diana), mientras que en 2016, según un reciente sondeo de la revista «The Week», un 21% es partidario de la abdicación de Isabel II.
Malestar por el secretismo con el brexit
La Prensa británica revela estos días el malestar de Isabel II con Theresa May por la negativa de la «premier» a revelar la estrategia del Gobierno en las negociaciones del Brexit. Ya en su primer encuentro en el Palacio de Balmoral en septiembre, la monarca se sintió «decepcionada» por la imprecisión de la líder tory tras dos meses ocupando el 10 de Downing Street. Durante aquella entrevista en la residencia de verano de la soberana, May insistió en su idea de que «Brexit es Brexit», pero se negó a aclarar su agenda para consumar el divorció con la Unión Europea.
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