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La otra Doña del Marqués de Griñón

La hermana de la pareja de Carlos Falcó, Lorena, es concejala socialista en el Ayuntamiento de Málaga.

La otra Doña del Marqués de Griñón
La otra Doña del Marqués de Griñónlarazon

La hermana de la pareja de Carlos Falcó, Lorena, es concejala socialista en el Ayuntamiento de Málaga.

Todo comenzó en la vinoteca Dom Vinos, en la confluencia de dos barrios malagueños con mucha solera, el de la Victoria y el de Capuchinos, uno del centro de la ciudad donde reside la familia Doña Morales y donde un primo de ellos, Antonio Fernández, regenta un local afamado por su buen comer y su buen beber.

El primo tabernero, que reconoce despachar con agrado los productos que comercializa el marqués de Griñón, ya conocía al novio de su prima Esther de otras catas. Cuando Antonio supo que Carlos Falcó tenía intención de reunirse con sus distribuidores malagueños, se prestó a organizar una cena con cata de vinos, aceites y viandas en su establecimiento: «Como no es frecuente que don Carlos nos visite, quise organizarle una cena en la que se encontrase a gusto e invité a mis primos. Sólo pudieron venir Esther y su hermano José y algunos amigos con los que yo sabía que él estaría cómodo. No es raro que se fijase en mi prima porque es una mujer estupenda». Esa noche se conocieron y meses más tarde, Carlos Falcó y Esther Doña han formalizado su relación como pareja de hecho en Madrid.

Serían apenas veinte personas las que disfrutaron de aquella velada, que no han repetido, pero dado que las hermanas hacen gala de sus raíces malagueñas, no es raro que ahora repitan visita al lugar donde todo comenzó. De momento, eso aún no ha sucedido; el primo lo justifica porque «la agenda de don Carlos es muy complicada».

Los Doña en el candelero

En el Dom Vinos, el marqués no sólo podrá hablar de caldos con el primo de su pareja cuando repita visita, también descubrirá que el aceite de oliva virgen extra que él comercializa y que Esther Doña, como ellos mismos han reconocido, se unta por el cuerpo antes de dormir, no es un descubrimiento para la familia porque el restaurador ofrece uno magnífico nada más sentarse a la mesa, el Virgen Extra Ecológico y Biodinámico de Finca la Torre Selección, un 100% Hojiblanca. Intenso, potente y absolutamente extraordinario. Tanto como la relación que enseguida establecieron el noble y la modelo y que ha puesto a la familia Doña, un apellido poco común en Málaga, en el candelero. Los hermanos de Esther –José, policía local; María, que actualmente vive en Madrid; y Lorena, concejala del PSOE en el Ayuntamiento malagueño– han dejado su plácido anonimato. El matrimonio Doña Morales vive en el barrio de la Victoria, cercano al lugar donde la pareja se conoció, y allí vivieron Esther y sus hermanos hasta que fueron emancipándose.

La pareja de hecho del marqués de Griñón fue de las primeras en hacerlo, dado que se casó muy joven y que «son una familia muy unida», puntualiza el primo. Esther no duda en visitar a sus padres siempre que puede y hasta que se ha convertido en la pareja de Carlos Falcó estaba en la agencia Nueva Moda y era una de las modelos contratadas para uno de los acontecimientos anuales más multitudinarios de la ciudad, la pasarela Larios. Unos desfiles de moda que tienen a gala contar con la pasarela más larga de Europa, 350 metros de longitud, y a la que asisten 15.000 personas. La diseñadora Asunción Retamero aún recuerda a Esther, con uno de sus vestidos, largo y rojo, desfilar por esa calle abarrotada de público: «Claro que en ese momento nadie podía imaginar que iba a ser tan conocida ahora» confiesa.

De los hermanos Doña, la que ha tenido una presencia pública mayor, hasta el noviazgo de Esther, fue Lorena, dada su implicación en la política local. La hermana de la pareja del marqués de Griñón es concejala y secretaria del Grupo Municipal Socialista desde noviembre de 2012, cuando iba en el séptimo lugar de las listas de su formación. Antes de llegar a ser una de las personas de confianza de María Gámez, la cabeza de lista del PSOE por Málaga y portavoz municipal, Lorena fue asesora de su grupo político y coordinadora provincial de la Agencia Andaluza del Voluntariado en la Junta de Andalucía.

Dicen de Lorena que es muy discreta y humilde, que se lleva a la gente «de calle» por su sencillez, actitud dialogante y que es «lo menos estilo Podemos» que uno pueda encontrarse en la oposición municipal malagueña. Hasta sus adversarios políticos, que piden anonimato a la hora de hablar de una oponente, tienen buenas palabras hacia ella: «Lorena es muy buena persona, dulce, de maneras educadas, que intenta buscar el consenso y el equilibrio más que el enfrentamiento. Sus jornadas son maratonianas porque se implica mucho en todas las gestiones y tiene un perfil bastante social».

Ese perfil social seguro que fue gestándose desde sus primeros trabajos en la sociedad civil. El año que pasó como camarera en el hotel Los Álamos, los dos que ejerció como administrativa de la constructora Jarquil o los siete años en los que tuvo que atender a miles de personas como vendedora de El Corte Inglés le han dado una visión de la realidad en sus propias carnes y han sido trabajos más enriquecedores para su labor política actual que cualquier carrera universitaria, que no llegó a realizar. Aunque sí cursó un grado de Derecho en la Universitat Oberta de Catalunya, un MBA on-line impartido por la escuela Uniactiva y un curso de protocolo en la Escuela Internacional.