La Reina Letizia ya tiene su nueva figura de cera

A juego con el Rey, luce un vestido azul noche y la tiara que Don Felipe le regaló

El Museo de Cera de Madrid colocó en la mañana de ayer la nueva escultura de la Reina Doña Letizia en el Salón Real del mismo, donde pueden verse, a un lado, las figuras de los Reyes Eméritos, Don Juan Carlos y Doña Sofía, y al frente las figuras de Don Felipe y Doña Letizia junto a la de la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón.

Bajo un gran tapiz con las armas de Felipe VI, la figura del Rey viste traje azul de gran etiqueta del Ejército de Tierra y la nueva escultura de la Reina, un vestido largo, de color azul noche de crepé, con bordados de guipur y coronada con una reproducción de la tiara que le regaló su marido, en cuyo centro luce la flor de lis, y el último detalle que colocó ayer mismo un miembro del equipo técnico del museo, momento que pudo fotografiar LA RAZÓN en exclusiva. Esta es la tercera figura que ha realizado el Museo de Cera de Madrid desde que fuera presentada la primera, una vez conocido el compromiso matrimonial del Príncipe de Asturias con Doña Letizia Ortiz en 2004.

Visita familiar

Por cortesía, que no porque el museo necesite el visto bueno de los personajes que modelan, se mandó a La Zarzuela todo el material de la nueva figura con el deseo de que cada una de las elecciones de la vestimenta le gustasen a la Reina. Ahora sólo se espera, pues nunca hay un acto oficial del descubrimiento de las figuras, que los Monarcas tengan a bien visitar el museo junto a la Princesa y la Infanta, como cualquier otro plan de los que hacen junto a sus hijas. «Nos encantaría tener el honor de poderles brindar una visita privada y hacerles un recorrido a ellos y a las niñas por toda la historia de España», afirma Gonzalo Presa, director de comunicación y relaciones públicas del museo. Hasta ahora, los únicos miembros de la Familia Real que lo han visitado fueron la condesa de Barcelona y la Infanta Elena.

El nuevo atuendo de Letizia es una versión libre, no corresponde a ninguno de los vestidos de gala que ha lucido, ya que no ha habido la ocasión esta vez de que alguno de los diseñadores que normalmente visten a la Soberana les cosiera uno para la nueva figura. Una escultura que se presenta con meses de retraso porque la actualidad manda y los cinco o seis que normalmente se tarda en esculpirlas se vieron alternativamente interrumpidos por otros compromisos anteriores: los cuatro bustos de los candidatos a las elecciones generales, Donald Trump, que se hizo en un tiempo récord –un mes y medio escaso, como en su día la del Papa Francisco– y Mireia Belmonte.