Lady Di, eterno icono de moda

Kensington Palace conmemora el 20 aniversario de su muerte con una muestra de sus míticos trajes.

Siempre nos quedará Diana. La que fuera bautizada por Tony Blair como la «princesa del pueblo» sigue siendo hoy icono e inspiración de estilo. Para conmemorar el 20 aniversario de su muerte, el palacio de Kensington inaugura mañana una exposición en la que se hará un recorrido por sus trajes. «Ganó confianza a lo largo de su vida, asumiendo cada vez más el control de la manera en que se la representaba, comunicándose de manera inteligente a través de sus vestidos», asegura Eleri Lynn, comisaria de la muestra que lleva por título «Diana: su vida a través de la moda». «Se explorará la historia de una joven que tuvo que aprender rápidamente las reglas del vestir real y diplomático, que en el proceso puso el foco sobre la industria de la moda británica y sus diseñadores», subraya Lynn a «Vogue».

El público podrá disfrutar de una extraordinaria colección de prendas que van desde los glamurosos trajes de noche usados en distintos compromisos durante los 80, hasta los elegantes vestidos de Catherine Walker que formaron el armario de trabajo de Lady Di en la década posterior. El escenario también ha de tenerse en cuenta. La princesa no sólo vivió en Kensignton durante 18 años, sino que ahora el palacio también se ha convertido en la residencia oficial de los duques de Cambridge cuando están en Londres.

Asimismo, la exposición explorará la relación de Diana con sus diseñadores favoritos mediante bocetos originales. Algunas de las prendas más icónicas son el vestido de terciopelo azul de Victor Edelstein que llevó en la Casa Blanca o la blusa de color rosa pálido de Emanuel que usó para su retrato de pedida de matrimonio en 1981. Los expertos coinciden en que Lady Di sigue siendo un icono, ya que varios diseñadores todavía se inspiran en ella. Por ejemplo, el collar «pie-crust», preferido por Diana, formó parte de la colección que Alexa Chung ideó para Marks & Spencer el año pasado. La muestra tiene lugar 60 días después de la gran subasta que celebró la casa Kerry Taylor, donde se pusieron bajo el martillo tres vestidos de la que fuera esposa del príncipe Carlos por 83.000 euros. El más caro fue el de terciopelo que lució en un viaje a Portugal con su entonces marido, que se vendió por 67.000. El modelo, diseñado por Bruce Oldfield, ya fue subastado el 25 de junio de 1997, dos meses antes de su muerte, para recaudar fondos con fines benéficos. Desde su primera venta, ha sido expuesto ocasionalmente para temas solidarios.

Para conmemorar el 20 aniversario de su muerte, sus hijos, Guillermo y Enrique, también han encargado una estatua que se instalará de manera permanente en los jardines de Kensington. «Nuestra madre tuvo impacto en muchas vidas. Esperamos que la estatua ayude a todos los que visiten el palacio a reflexionar sobre la suya y su legado», señala un comunicado oficial. El escultor aún no ha sido elegido, pero será designado por un comité de varias personas, entre ellas, la hermana de Diana, lady Sarah McCorquodale.