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Malia Obama: una «It girl» a pesar de su madre
La hija mayor de los Obama cumple la próxima semana 17 años y se prepara para vivir sola por primera vez.
¿Quién va a atreverse a acercarse a sus hijas cuando están protegidas por el Servicio Secreto? Pero el próximo fin de semana, el día 4 de julio, Malia Obama cumple 17 años, coincidiendo con la fiesta nacional en Estados Unidos. Por este motivo, su cumpleaños siempre ha sido muy especial en casa de los Obama. Nunca lo ha ocultado, y menos últimamente. Al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se le hace duro ver cómo sus niñas han dejado de serlo para convertirse en adolescentes. Quizá, para él nunca serán mayores del todo. «Me abandonan», bromeó el presidente durante el Desayuno de la Oración de Semana Santa. Lo cierto es que en ese momento Malia buscaba universidad, se preparaba para levantar el vuelo. Y parece que ya ha elegido, irá a Williams.
Poco a poco, las revistas y páginas web de moda la incluyen entre sus iconos. Pero lo han hecho de forma paulatina. Al fin y al cabo, han de ir con cuidado, su padre es el presidente de Estados Unidos. La presencia de Malia Obama también se ha incrementado en los actos oficiales. Hace días acompañó a su madre, la primera dama Michelle Obama, junto con su hermana Sasha y su abuela Marian Robinson a Inglaterra e Italia, en lo que fueron cinco días de ajetreada agenda en Europa. En esta ocasión, no se quejó del Servicio Secreto, ni tampoco del transporte para desplazarse de una ciudad a otra. ¿Con qué se puede comparar la comodidad del avión presidencial Air Force One?
Al lado de su madre y su hermana promovió obras benéficas, se entrevistaron con mandatarios, visitaron la Expo de Milán, recorrieron a la Bienal de Venecia y pasearon en góndola por los canales de la emblemática ciudad. En Londres se encontraron con el primer ministro David Cameron. En Milán, Malia y Sasha visitaron la prestigiosa galería de arte Fondazione Prada. Los pantalones cortos y sandalias que Malia lució llamaron la atención de los críticos de moda. Después tocaron unas compras en la famosa calle Corso Como. Todo después de haberse visto con el primer ministro italino Matteo Renzi. Después, más arte con «La última cena», de Leonardo da Vinci.
Malia ya acompañó a su madre junto con su hermana pequeña y su abuela, como en este último viaje, a China el año pasado, en una visita centrada en el intercambio cultural y educativo. En ese viaje, fue la verdadera estrella, sobre todo para los fotógrafos. Con un traje-falda floral de cintura alta, posó para los reporteros gráficos junto con el presidente Xi Jinping y la primera dama china Peng Liyuan. Después, para la visita a la Gran Muralla, eligió un perfecto atuendo deportivo. Que nada tenía que ver con los petos vaqueros con los que la solía vestir su madre cuando apenas tenía dos años de edad.
Al igual que otros presidentes, los Obama han mantenido a sus hijas alejadas de las cámaras cuando eras niñas, sobre todo al principio de llegar a la Casa Blanca. En cambio, ahora que son adolescentes, sobre todo Malia aparece más ante las cámaras. Incluso su padre, es más partidario de citar a sus hijas.
Hace pocos días se quejó a su progenitor de los guardias de seguridad del Servicio Secreto. Se lamenta de vivir en una burbuja y ni siquiera quiere invitar a sus amigos a su casa, es decir, a la Casa Blanca. En una entrevista con el cómico Marc Maron, Obama admitió que «se lo he tenido que explicar así: ‘‘Cariño, si te crees que te vas a quedar en casa de tus amigos hasta las once y media de la noche, y luego te voy a ir a buscar a casa, estás loca. La única razón por la que puedes estar ahí a esa hora es por el Servicio Secreto’’», le explicó Obama a su hija.
Ahora Malia empieza a conducir. No puede dejar de pensar en el día en el que pueda ir sola sin sus agentes de seguridad.
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