Famosos
Murdoch se guarda la exclusiva de sus invitados
El gran magnate de los medios de comunicación, Rupert Murdoch, de 84 años, y la modelo tejana y ex pareja de Mick Jagger, Jerry Hall, de 52, se casan hoy en la iglesia de St. Bride’s tras un noviazgo exprés de cinco meses.
El gran magnate de los medios de comunicación, Rupert Murdoch, de 84 años, y la modelo tejana y ex pareja de Mick Jagger, Jerry Hall, de 52, se casan hoy en la iglesia de St. Bride’s tras un noviazgo exprés de cinco meses.
Todo lo que hace Rupert Murdoch se convierte en noticia, pero hay que reconocer que en esta ocasión los titulares lo merecen: el dueño del gran imperio mediático News Corporation se casa hoy con Jerry Hall, la ex de Mick Jagger. Tras cinco meses de relación, la pareja pasa por el altar. Y para la ocasión, el magnate de 84 años y la ex modelo de 59 han elegido la iglesia St. Bride’s, conocida como «templo de los periodistas». Su nombre se debe a que está situada en Fleet Street, calle emblemática para los reporteros al albergar, en su día, las redacciones de los principales diarios.
El matrimonio legal se ofició ayer en el Spencer House, un palacio del siglo XVIII. Del exclusivo edificio londinense salió la pareja sonriente y las manos entrelazadas. Pero será hoy cuando los novios celebren una ceremonia íntima a la que asistirán los hijos que aportan cada uno de relaciones anteriores: diez en total. Las chicas actuarán como damas de honor.
Hall ha elegido para la ocasión un diseño de Vivienne Westwood, por la que siente predilección. El vestido que lució para asistir a la fiesta de «Vanity Fair» de los Oscar el mes pasado era de Westwood.
Éste será el primer matrimonio para la ex modelo, ya que su boda balinesa en 1990 con su satánica majestad fue declarada nula, a pesar de que la pareja estuvo junta 22 años. Para el multimillonario será su cuarta boda. Las dos primeras –con Patricia Booker en 1956 y a Anna Torv en 1967– tuvieron lugar en Australia. Mientras que la tercera, con la china Wendi Deng, se celebró en Manhattan, en 1999. Desde que se divorció de esta última en 2013, la vida sentimental del octogenario ha estado de lo más ocupada. «La misma vigorosidad que tiene para los negocios la aplica luego a su vida privada», llegó a decir un amigo. Se le relacionó con una masajista, con una australiana con la que se dejó ver en Navidad... y un sin fin de conquistas para pasar el mal trago de Deng. En este caso no fue un mal trago económico. De todo se aprende y después de verse obligado a ceder a su segunda ex mujer 1.275 millones de euros, en uno de los divorcios más caros de la historia, el australiano blindó antes de casarse con la china su fortuna, que se estima en más de 12 mil millones de euros. Lo de Deng fue más bien una humillación a gran escala, después de que saliera a la luz su supuesto romance con Tony Blair. Por coincidencia o por estudiada estrategia de marketing, esta semana ha salido publicado el libro donde se desvela el affaire con todo lujo de detalles, bajo el título «La tragedia del poder», de Tom Bower. Murdoch viajó hasta Australia ante el delicado estado de salud de su madre. Tenía ya sus sospechas sobre un posible romance y a su vuelta interrogó a sus empleados. Durante su ausencia, Blair había visitado a su entonces mujer en la mansión de California. «Durante las comidas se alimentaban entre sí y llegada la noche Blair entró en la habitación de Deng y cerró la puerta», según cuenta el autor. Unos meses más tarde, la china presentaba la demanda de divorcio. Pero todo aquello pertenece ya al pasado y ahora la ex del Rolling Stone le ha devuelto la ilusión. A pesar de mantener buena relación, no se espera que Jagger acuda a la boda. La modelo y el cantante vivieron una apasionada historia. Como fruto de su amor tuvieron cuatro hijos. En 2005, llegó a participar en un «reality» que giraba en torno a la búsqueda de un casanova. Y no hay duda de que, una década más tarde, al fin le ha encontrado. «A Rupert le encanta», afirma un amigo a «The Telegraph». Ella tiene claro lo que hay que hacer para mantenerle feliz. En una entrevista comentó: «Mi madre me dijo que era fácil mantener a un hombre: debes ser una dama en la sala de estar, una cocinera en la cocina, y una puta en el dormitorio. Yo prefiero contratar a alguien para las dos primeras facetas y ocuparme sólo de las cuestiones de alcoba».
Aunque aún no está claro dónde establecerá la pareja su nidito de amor, todo apunta a que Hall tendrá que abandonar su casa de soltera. Tras su separación con Jagger, se acordó que ella podía permanecer en la mansión de 16 millones de euros en la que habían vivido juntos hasta que cumpliera 65 años o se casara o habitara con otra pareja. Está claro que con la fortuna de su recién estrenado marido, sin techo no va a quedarse, entre otras cosas porque durante los últimos años también ha sabido muy bien cómo buscarse la vida. Su fortuna personal está valorada en 13 millones de euros.
Entre los lucrativos contratos que ha firmado está el del programa «Mira quién baila» en 2012, por el que se llevó 62.000 euros. En 2009, firmó un acuerdo de 700.000 euros con Haoer Collins, curiosamente la compañía editorial de Murdoch, para escribir su autobiografía. Pero en el último momento se echó para atrás. También se dice que se llevó una suculenta suma por aparecer desnuda en la obra teatral basada en «El Graduado».
No es romántico hablar de dinero el día de la boda, pero debido al imperio de Murdoch, no queda otra. Según los rotativos británicos, pese al gran amor que el magnate siente por Hall, ha dejada blindada su fortuna para asegurar el futuro financiero de sus seis hijos, a los que ha dado una participación en beneficios de News Corporation. Sólo James y Lachlan, los dos hijos que tuvo con Anna Torv, están implicados en la gestión del negocio. Cuando se separó de Torv, ésta recibió 1,5 mil millones de euros. Por su parte, Deng, su tercera ex, se quedo con apartamento de 40 millones de euros en Nueva York, otra mansión de 18 millones de euros en Beijing, además de distintos activos según el acuerdo prenupcial de la pareja. Pero Deng no tiene ningún tipo de acciones en la empresa. sAún no se sabe si Murdoch planea dar a Hall acciones de su imperio. Pero a buen seguro, su equipo legal habrá estudiado cada detalle antes del «sí quiero».
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