Sara Carbonero

Tras los toques de un balón

Sara Carbonero
Sara Carbonerolarazon

Diáspora nada vacacional, pues van tras sus hombres. Hace años, Mamen Sanz abrió fuego para seguir los pasos de Raúl y les vino bien cambiar de aires, porque los de aquí estaban enrarecidos. También ha sido el caso de la estilosa Sara Carbonero, que, ya afincada en Oporto, sigue sin decidirse entre alquilar o comprar casa. Les recomiendo instalarse en Figueira de Foz, un barrio europeo mucho más alegre, luminoso y menos bucólico que Lisboa, un lugar melancólico y señorial que visito cada verano de camino a lass inmensas e incomparables playas de Caprica. En ellas puedes perderte o encontrarte. Portugal es un país de grandiosa gastronomía y buena acogida. Conserva el encanto turístico que aquí perdimos hace tiempo. Bien lo sabe Valentino, que a pesar de jurar a los suyos que este año no pisaría Ibiza, lo ha hecho empujado por Valeria Mazza. Creían que aquella isla blanca seguía siendo el paraíso de hace veinte años y se toparon con el horror de encontrársela atestada. Hace al menos quince días estuve allí, en la millonaria cena de Paco Roncero con Land Rover (1.500 euros por persona). La velada fue una experiencia irrepetible para los amantes de las emociones fuertes, igual que lo será ver en Ushuaïa al DJ Calvin Harris, novio de Taylor Swift y principal atractivo de la macro disco de los Matutes,una digna competidora del Pachá de Ricardo Urgell, donde se forman colas de medio kilómetro, algo inexplicable como no sea por el aire isleño. Calvin ya es firme rival a los platos del super DJ David Getta, que cobra 100.000 euros por pinchar una hora. Todo sea por el «chunda chunda». No obstante, Urgell reconoce agradecido que «a mí me hace descuento, porque fui el primero que lo contrató en la isla». Ibiza se convierte en un destino único si uno obvia el gentío, que especialmente los domingos hace imposible tostarse en cualquiera de sus apacibles arenales. Hacia ellos no se encaminan, aunque ya les gustaría, ese trío de beldades tan variopintas: Sara, Malena y Elisabeth Reyes. Sara sigue atenta a Iker, tan añorado por la aficción. No se merecía esa despedida. Malena Costa sigue hasta Florencia a Mario Suárez y Elisabeth se marcha a Grecia tras los toques de balón de Sergio Sánchez , nuevo fichaje del Panathinaikos. Todos son destinos muy atractivos se mire como se mire: a Malena le recomendaría no perderse los «outlets» de la ciudad italiana, especialmente el que «Prada» y sus marcas Miu Miu y Luna Rossa tienen enMontevarchi, a 40 kilómetros de la capital toscana. Son la cueva de Alí Babá y puedes hacerte con ejemplares al cincuenta por ciento de los precios habituales. Además, la zona es muy hermosa, toda rodeada de viñedos. Otras vistas menos monumentales pero igualmente interesantes del país y que no hay que perderse son las de San Gimignano con sus altas torres medievales. Todo de película. Y sin duda lo será la mudanza de este trío tan distinto siguiendo a sus enamorados. La gaditana y ex Miss España parece la más animada de las tres, quizá porque su relación con el futbolista es más joven que los cuatro años que llevan Malena y Mario o porque no es tan entrañable como la de la periodista y el mejor portero que han visto los siglos. En la marcha de Casillas, Florentino pecó de miope. A punto ha estado de repetir la pifia con Sergio Ramos, que finalmente llegará a un multimillonario acuerdo para seguir hasta 2020. Me alegro. No podría dejar marchar a alguien tan entrañable y cómplice conmigo como lo fue Pilar Rubio en sus años de «alcachofera» inpertinente y guapa. Bien están tales fichajes, pero que no nos dejen sin guapas.